Investigadores de la compañía TxCell en Valbonne (Francia) han desarrollado una nueva terapia celular para trastornos inflamatorios crónicos, como la enfermedad de Crohn, que ha mostrado resultados prometedores en los primeros ensayos clínicos. El trabajo científico se ha hecho público durante la reunión anual de la Red Nacional de Células Madre de Reino Unido, que se celebra en Nottingham.
Los investigadores explican que las células sanguíneas de los pacientes se utilizan para producir un tipo de célula, el linfocito regulador T tipo 1, que puede reducir la extensión de la enfermedad.
Según explica Miguel Forte, responsable del estudio, “los linfocitos reguladores T son células increíbles, segregan citocinas que frenan la respuesta inmunitaria excesiva que causa los terribles síntomas de enfermedades inflamatorias crónicas como la de Crohn. Sabemos que los tratamientos basados en estas células funcionan, pero el desafío es desarrollarlos en la clínica para maximizar los beneficios y minimizar los riesgos. Debemos mostrar que estas células son bien toleradas y realizan un buen trabajo para tratar la enfermedad”.
Los investigadores han utilizado células del sistema inmunitario del paciente derivadas de un tipo de célula sanguínea (PBMC) para tratar a los pacientes. Utilizaron estas células de enfermos de Crohn, que habían sido tratado antes con fármacos o cirugía y seguían teniendo síntomas significativos debido a la resistencia al tratamiento para producir linfocitos T reguladores tipo 1, que fueron entonces devueltos al paciente.
El propósito del estudio fue evaluar cómo reaccionaban los pacientes en general ante el tratamiento y también evaluar la eficacia de estas células para tratar la enfermedad. Los resultados preliminares muestran una buena tolerabilidad y, cuando se proporciona la dosis correcta, los pacientes con enfermedad de Crohn grave que no responden ante otros tratamientos consiguen una mejoría.
Los métodos de terapia celular como este utilizan células vivas como tratamientos innovadores para afrontar necesidades médicas insatisfechas. “Aún es pronto pero los resultados preliminares son muy buenos. El tratamiento no enfermó a los pacientes en ningún sentido y existe una indicación inicial de que la enfermedad de Crohn mejoró. El siguiente paso será hacer un ensayo clínico para descubrir si el tratamiento realmente funciona, en qué tipos de enfermedad inflamatoria crónica y conocer más sobre posibles efectos secundarios y cómo controlarlos, para confirmar nuestros resultados sobre la mejor dosis a utilizar”, concluyó Forte.
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