Terapia celular avanza en Cuba pese a la crisis
“Mi hijo ganó independencia. Puede bañarse y vestirse solo. Hace abdominales. Sube y baja algunos peldaños de escalera”, cuenta alentada Cecilia Hernández, madre de un niño de 12 años que sufre distrofia muscular de Duchenne y que recibió un autotrasplante de células madre adultas, dentro de un ensayo clínico.
Enzo Barriga fue el primero de nueve pacientes infantiles en participar del estudio clínico que podría situar a Cuba entre los primeros países en encontrar una terapia efectiva para esta enfermedad incurable y progresiva.
Es la experiencia más reciente y publicitada de las fructíferas investigaciones con células madre adultas que se desarrollan en Cuba, y que ponen a prueba las capacidades científicas de un país de escasos recursos y con una honda y crónica crisis económica.
En esta isla caribeña, los servicios de salud, incluso los más avanzados, son gratuitos para sus casi 11,2 millones de habitantes. Dentro de las reformas del modelo socialista que rige el país, el sector sanitario fue reorganizado en 2010, con el fin de mejorar la atención y continuar los adelantos médicos que representan un importante activo en el desarrollo cubano.
En ese contexto, el Estado dedica a la salud más de 15 por ciento del producto interno bruto y mantiene el apoyo a estudios como los de terapia celular, que están todavía en fase de ensayo clínico, involucran a una veintena de hospitales y contabilizan casi 5.000 casos en menos de una década.
En el futuro, la terapia celular podría aportar también importantes recursos al país.
Como parte de las reformas económicas iniciadas en 2010, la cooperación médica internacional está dejando de ser gratuita “en donde sea posible”, y, a la vez, se intenta fortalecer la Comercializadora de Servicios Médicos Cubanos que ofrece a pacientes extranjeros atención paga en Cuba y en el exterior, a fin de aumentar los ingresos y hacer sostenibles los servicios que se presta gratuitamente a la población cubana.
Economistas consultados por IPS afirmaron que en 2012 los recursos obtenidos en ese rubro rondaron los 6.000 millones de dólares, en tanto la industria biotecnológica y farmacéutica espera elevar a 5.000 millones de dólares las exportaciones de vacunas, medicamentos y equipos médicos en los próximos cinco años.
Los especialistas que atienden a Barriga, encabezados por el pediatra Omar López, buscan en la medicina celular la terapia para una enfermedad genética causada por la escasez de una proteína denominada distrofina, responsable del buen funcionamiento de la contracción muscular.
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Suele aparecer en niños de entre dos y seis años y provoca que los músculos se debiliten hasta que el paciente pierde capacidad para caminar y, posteriormente, tiene problemas respiratorios y cardiacos.
La portadora del gen anómalo es la mujer, que no padece la dolencia, pero la trasmite a sus hijos varones. Se estima que en el mundo afecta a entre 20 y 30 niños por cada 100.000 nacidos varones. La expectativa de vida es de 20 ó 25 años.
“Hemos ido avanzando con mucha cautela. Comenzamos con Enzo hace poco más de un año como terapia compasiva. El chico ganó en funciones motoras y se detuvo el deterioro. Ampliamos el estudio a otros ocho niños, con los cuales ha habido una mejoría aún más evidente. No es la cura, pero eleva su calidad de vida”, explicó López a IPS.
A su juicio, los prometedores resultados podrían explicarse en que al tener la capacidad de regenerar tejidos dañados por enfermedades, traumas o envejecimiento, las células madre logran mantener estable por un determinado tiempo la fuerza muscular perdida. “Pero en el futuro no sabemos qué va a pasar, ni si va a aumentar la expectativa de vida”, advirtió.
En este país se introdujo este tipo de tratamientos en 2004, recuerda a IPS el hematólogo Porfirio Hernández, coordinador nacional del grupo cubano de Medicina Regenerativa y Terapia Celular.
Los ensayos se realizan fundamentalmente en tratamientos de enfermedades angiológicas, traumáticas y ortopédicas y en alteraciones de las encías. “Ha funcionado con buenos resultados en pacientes con fracturas óseas complejas, trastornos isquémicos de los miembros inferiores y periodontitis”, detalla.
Hernández puntualiza que en ningún caso se han utilizado células embrionarias, por razones científicas y de otra índole, incluidas las económicas. “Además de la oposición de orden ético, religioso, moral y político, hay que tener en cuenta los riesgos, porque un por ciento alto de estas células probadas en animales producen tumores”, explicó.
Las células madre adultas se obtienen de la médula ósea del propio paciente, a quien, para que salgan en mayor número a la periferia, se inocula previamente un factor estimulador de colonias de granulocitos. Este producto, muy costoso internacionalmente, se produce en Cuba con dos nombres, Leucocim y Hebervital, “por suerte para todos”, comentó el especialista.
En la especialidad de periodontología los avances parecen ser prometedores. La odontóloga Amparo Pérez Borrego asegura que en los últimos cinco años 70 pacientes de periodontitis crónica tuvieron tratamiento celular y en todos los casos hubo resultados satisfactorios.
“Sabemos que esta terapia va a llegar algún día a ser solución para estos problemas. Estamos en camino”, señala Pérez a IPS. La periodontitis es una enfermedad inflamatoria que afecta los tejidos de protección y sostén del diente. “Es un grave problema de salud y constituye la segunda causa de mortalidad dentaria”, indicó.
Las pioneras en el uso de células madre son la angiología y la ortopedia, afirma Aymara Baganet, experta en esta última especialidad y en traumatología. De 21 pacientes con más de tres años de tratamiento por afecciones del sistema osteo-articular, solo tres requirieron el uso de prótesis en la rodilla.
“En los 18 restantes, la evolución es satisfactoria, desapareció el dolor, tienen buena movilidad de articulación, trabajan y llevan una vida normal”, afirmó. También hubo prometedores resultados en el tratamiento de unos 300 pacientes aquejados de artrosis en rodilla.
Estos avances son alentadores para un país con alto nivel de envejecimiento. Baganet piensa que en la ortopedia falta menos que en otras disciplinas para pasar al sistema asistencial la aplicación de células madre adultas en la atención de dolencias comunes en adultos mayores.
En 2010, la población con 60 años o más pasó a representar 17,8 por ciento de los habitantes de la isla. Y para 2025 esta franja etaria subirá hasta 26 por ciento del total, mientras la edad promedio pasará de 38 a 44 años, con un elevado crecimiento absoluto de la cantidad de personas mayores de 80 años.
Otro país latinoamericano que muestra importantes avances en terapia celular es Brasil, con el cual Cuba mantiene relaciones de colaboración en este y otros campos de la esfera sanitaria. Según Hernández, el intercambio científico en esta materia también existe con Japón y algunos países de Europa y otros de América Latina
Por Patricia Grogg
La Habana, 30 nov 2013 (IPS).
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