Silvia Martínez Elche (Alicante), 22 nov (EFE).- La primera fase de ensayo clínico emprendido por la fundación nacional Diógenes para el tratamiento de la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) se desarrolla con éxito, tras once pacientes intervenidos.
El director del estudio, Salvador Martínez (Albacete, 1961), ha explicado a Efe que hasta ahora todo va bien porque “en primer lugar los trasplantados no han experimentado ningún daño adicional” y, lo que es más importante, “ninguno de ellos ha necesitado soporte respiratorio”, por lo que “comparativamente, han mejorado su calidad de vida al poder seguir respirando de forma autónoma”.
Hace dos años el Instituto de Neurociencias de la Universidad Miguel Hernández de Elche (UMH) inició una investigación pionera en el mundo con el objetivo de hallar una cura para la ELA, enfermedad degenerativa similar a la esclerosis múltiple pero que, a diferencia de ésta, acaba con la vida de sus afectados en una media de tres años.
El ensayo clínico, en el hospital Virgen de la Arrixaca de Murcia, consiste en implantar células madre de la médula ósea de un enfermo en su cadera y en su médula espinal, zona que afecta a los músculos de la respiración.
Esto es así porque los enfermos de ELA, un mal que se caracteriza por una inexplicable hasta ahora muerte de las motoneuronas, suelen fallecer por un “fallo respiratorio”, según recuerda la Fundación Diógenes, Elena Contreras.
Esta entidad nacional con sede en Elche fue creada en 2000 para atender a los afectados y su fundador, Javier Cabo, impulsó hace más de seis años la cátedra para el estudio de la ELA en la UMH.
Tras la fase inicial, el siguiente nivel del estudio pasa por ampliar el margen de intervenidos hasta unos 20 para demostrar los resultados con más garantías ante la Agencia Española del Medicamento.
Para continuar, Contreras ha indicado que necesitan financiación ya que “los ensayos cuestan mucho”, aunque ha añadido que tienen la esperanza de que las ayudas solicitadas al Sistema Murciano de Salud “se aprueben como la vez anterior, porque si no llega el dinero será imposible seguir”.
De momento, la vía de investigación de la UMH es la que mayores resultados aporta pues en el área de los medicamentos los avances son muy escasos o nulos.
“Los hay que actúan contra la rigidez muscular, los espasmos y otros males asociados a la enfermedad, pero no hay a día de hoy cura alguna y sólo el Rilutec ha demostrado ayudar un poco en la mejora del paciente”, ha añadido Contreras.
Cada día se detectan en España tres casos nuevos de ELA, unos 900 al año, pero la cifra se mantiene siempre alrededor de los 4.000 afectados ya que “se van sustituyendo”, ha lamentado Contreras.
“Por eso”, ha añadido Martínez, “a pesar de tener una incidencia tan alta, es una enfermedad tan desconocida: Porque cuando se logra diagnosticar, a los tres o cinco años perece el afectado”.
Cuando se diagnostica este mal, el afectado “siente como si su cuerpo fuera una cárcel, está encerrado en un organismo que no logra dominar mientras su mente permanece perfectamente lúcida”.
“No aparece dolor más allá de la incomodidad de mantener una postura corporal fija y dependiendo de dónde afecte perjudica más o menos”, aunque “cuando llega a los músculos de los pulmones, la calidad de vida baja muchísimo”.
Con el fin de facilitar el diagnóstico, la fundación ha escrito un libro que el próximo 27 de noviembre presentará en el hospital General de Alicante.
Por el momento, los pacientes se mantienen a la espera aunque muchos “sienten ansia, ganas y miedo de no llegar” ya que saben que la investigación del Instituto de Neurociencias de la UMH y del hospital Virgen de la Arrixaca es un referente internacional.
Por todo ello, el investigador Martínez, junto a su colega murciano José María Moraleda, señala que “España se sitúa al mismo nivel que el resto de países avanzados” en la investigación con células madre.
Desde la fundación Diógenes se anima a la colaboración tanto pública como privada pues se “necesita ayuda humana y económica”.