Factores de riesgo y desarrollo de crisis hipertensivas en hipertensos, Pinar del Río
Por: Ariel Iván Corrales Varela, William Quintero Pérez, Yanet González Regalado, Bernardo Semino Boffill y Luis Arencibia Díaz. Rev Ciencias Médicas vol.16 no.1 Pinar del Río ene.-feb. 2012.
Con el objetivo de precisar el papel de algunos factores de riesgo modificables en el desarrollo de crisis hipertensivas en el área de salud “Hermanos Cruz” de Pinar del Río, se realizó un estudio de corte, retrospectivo y analítico en 3 consultorios médicos de la familia del área de salud “Hermanos Cruz” en Pinar del Río de marzo de 2008 a marzo de 2010. El universo estuvo constituido por los pacientes con 15 años o más quedando la muestra constituida por 608 pacientes hipertensos seleccionados al azar, los cuales fueron asignados a dos grupos: los tuvieron crisis hipertensivas el periodo de estudio y los que no. Se les realizó una entrevista médica y un examen físico, así como la revisión de las historias clínicas para obtener las variables de interés.
Ácido úrico como factor de riesgo cardiovascular
Por: Cebollada, J. y Gimeno, J.A. Hipertensión y riesgo vascular. 2012;29:36-43. – vol.29 núm 02.
La relación entre niveles séricos de ácido úrico y enfermedad cardiovascular es conocida desde hace tiempo. Sin embargo, ha sido en los últimos años cuando hemos encontrado creciente evidencia estableciendo el posible papel patogénico del ácido úrico en las diferentes manifestaciones de la enfermedad cardiovascular. La importancia de esta relación continúa siendo motivo de controversia y el debate sobre si debemos considerar la hiperuricemia un factor de riesgo vascular independiente o si es un mero epifenómeno de la enfermedad vascular o metabólica permanece abierto. Esta revisión pretende repasar la evidencia sobre estos aspectos.
Por: Gotthelf Susana Judith y Fonseca Maria De Jesus Mendes Da. Rev Fed Arg Cardiol. 2012; 41(2): 96-102.
La prevalencia de hipertensión arterial en la infancia es del 1-3% en la infancia y llega al 10% en la adolescencia. El peso corporal guarda una relación directa con la presión arterial, y su asociación con la presión elevada se ha documentado en diferentes grupos de edad. Se confirma la presencia de un problema actual de salud en los adolescentes: la hipertensión arterial, íntimamente relacionada al aumento de peso. Los tres indicadores de obesidad analizados mostraron asociación significativa respecto a la presencia de la enfermedad.
Obesidad e hipertensión arterial en la infancia.
La obesidad está alcanzando porcentajes epidémicos tanto en los países desarrollados como en los emergentes o en vías de desarrollo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de mil millones de individuos sufren sobrepeso en el mundo, de los cuales casi trescientos millones pueden ser considerados obesos.
En la actualidad la evidencia científica y epidemiológica demuestra e identifica al sobrepeso y la obesidad como factores de riesgo para el desarrollo de enfermedades crónicas denominadas “no transmisibles”, tales como la hipertensión arterial, la diabetes mellitus tipo II, la dislipemia, etc.
Un aspecto últimamente estudiado es la relación que cabe entre sobrepeso, obesidad e hipertensión arterial fundamentalmente en edades tempranas de la vida como la niñez y la adolescencia, donde la prevalencia de las mismas en este grupo etáreo en particular se incrementa progresiva y paralelamente al aumento de las puntuaciones del índice de masa corporal. Por lo tanto, la hipertensión arterial es ya una realidad constatable hasta en un 30% de los niños obesos.
Precisamente en los últimos años se demostró que la presencia de los factores de riesgo mencionados en la niñez ya se asocian a cambios ateroscleróticos en la pared de los vasos arteriales y en este sentido la OMS llamó la atención acerca de la importancia de la medición rutinaria de la presión arterial, la talla y el peso en niños y adolescentes para la detección temprana de la hipertensión arterial y la obesidad.
La clasificación del “Fourth Report on the Diagnosis, Evaluation, and Treatment of High Blood Pressure in Children and Adolescents” (considera presión arterial normal alta a lecturas reiteradas entre valores comprendidos en los percentilos 90 y 95 para edad y sexo, e hipertensión arterial a valores iguales o superiores al percentilo 95 en al menos tres visitas consecutivas.
Aunque la incidencia general de hipertensión arterial en niños es baja, en número creciente son hoy identificados como portadores de factores de riesgo genéticos ó metabólicos para desarrollar futura hipertensión arterial, lo que hace necesario que estos factores de riesgo sean conocidos y manejados por el médico a temprana edad, para aplicar medidas cuando todavía el niño está normotenso, previniendo la aparición de hipertensión arterial o finalmente retardándola lo más posible. Véase el trabajo publicado.
Resulta entonces de fundamental interés conocer la prevalencia de la misma como así también la relación con otros factores de riesgo cardiovascular en este grupo etáreo, para establecer una óptima estrategia preventiva y terapéutica tal como queda demostrado en el trabajo publicado en este volumen de la Revista de la Federación Argentina de Cardiología: “Hipertensión Arterial y su asociación con variables antropométricas en adolescentes escolarizados de la ciudad de Salta”, donde precisamente se describe la estrecha relación entre hipertensión arterial y la obesidad infantil.
(Fuente: Revista Argentina de Cardiología)
Un estudio demuestra que la microalbuminuria y las cifras de presión arterial sistólica nocturna pueden evidenciar un control deficiente de la enfermedad.
El equipo de la Unidad de Hipertensión y Riesgo Vascular del Hospital del Mar ha realizado un estudio donde determina cuáles son los parámetros de mayor utilidad para valorar la presencia de lesión orgánica y el riesgo de patología grave asociadas a hipertensión arterial.
Las conclusiones del estudio, publicado en la revista Hypertension, apuntan a que las cifras de presión arterial sistólica nocturna en combinación con la medida de la excreción de albúmina en orina pueden ser marcadores de riesgo y pronóstico de patología asociada directamente a la hipertensión arterial.
La hipertensión arterial es un problema sanitario de primer orden en todo el mundo. Al tratarse de una enfermedad asintomática y que suele pasar desapercibida, la percepción de riesgo o enfermedad por parte de los que la padecen es inexistente.
Es imprescindible un buen control de las cifras de presión arterial para evitar lesiones orgánicas asociadas. Previamente a la aparición de la lesión orgánica (infarto agudo de miocardio, insuficiencia renal avanzada, etc.), se produce un paso intermedio que se denomina lesión orgánica subclínica.
Es fundamental detectar este paso previo para poder instaurar medidas efectivas que eviten, atenúen o minimicen los efectos de la lesión establecida de órgano diana. Un buen marcador para conocer esta lesión subclínica es la microalbuminuria, que es más frecuente en pacientes con hipertensión resistente al tratamiento (un 20% del total de los hipertensos). Hay grupos de pacientes que, aparentemente, tienen un buen control de presión arterial y que no constan como resistentes, pero que también presentan microalbuminuria. En estos casos es importante hacer una monitorización ambulatoria de presión arterial de 24 horas, porque podría ser que de día estuviesen bien controlados pero no de noche.
Efectiva, sencilla, no invasiva y económica
Según explica la Dra. Anna Oliveras, jefe clínico del Servicio de Nefrología del Hospital del Mar, responsable de la Unidad de Hipertensión y Riesgo Vascular y una de las coordinadoras del registro nacional de hipertensos resistentes, el estudio completo para detectar la presencia de lesión subclínica asociada a hipertensión incluye muchas “pruebas analíticas, electrocardiogramas, ecografías del corazón, de las arterias carótidas, conocer la velocidad de onda del pulso, la presencia de insuficiencia renal, etc. y, en la práctica, hacer un estudio tan extenso, no es posible en todas partes”.
Poder detectar de forma efectiva, sencilla, rápida, no invasiva y económica esta lesión subclínica facilita la detección precoz de daño vascular, indicando la necesidad de extremar las medidas de tratamiento y de prevención adecuadas para evitar complicaciones graves y secuelas a los pacientes, así como gastos al sistema.
Este estudio, realizado con una muestra de más de 350 pacientes hipertensos resistentes, ha sido posible gracias al registro nacional de hipertensión resistente de España. Los hipertensos resistentes son aproximadamente un 20% del total. “Si tenemos en cuenta que en el año 2025 se estima que habrá un 60% más de hipertensos que actualmente y las cifras se situarán en torno a los 600 millones de pacientes afectados en todo el mundo, la repercusión de las consecuencias de la hipertensión son de enorme trascendencia”, explica la Dra. Oliveras, y añade: “En España, el 30% de la población tiene la presión elevada y la cifra prácticamente se duplica cuando nos referimos a pacientes de 65 años o más.
Poder disponer de herramientas económicas y fiables que nos indiquen qué enfermos tienen un riesgo de sufrir enfermedad orgánica grave derivada de esta hipertensión y, por lo tanto, qué enfermos tienen mal pronóstico, es fundamental para poder establecer las medidas adecuadas para atenuar y prevenir las graves secuelas de la hipertensión”.
(Fuente: Jano)
de la ciudad de Salta (Argentina)






![Glosario: hipertensión [Hipertensión arterial en la atención primaria de salud. 2009]](http://temas.sld.cu/hipertension/files/2016/04/Glosario-e1541006177950.jpg)



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