Investigaciones expone trabajos actuales, de carácter investigativo sobre la hipertensión arterial.
Por: Katarzyna Stolarz-Skrzypek, MD, PhD; Tatiana Kuznetsova, MD, PhD; Lutgarde Thijs, MSc; Valérie Tikhonoff, MD, PhD; Jitka Seidlerová, MD, PhD; Tom Richart, MD; Yu Jin, MD; Agnieszka Olszanecka, MD, PhD; Sofia Malyutina, MD, PhD; Edoardo Casiglia, MD, PhD; Jan Filipovský, MD, PhD; Kalina Kawecka-Jaszcz, MD, PhD; Yuri Nikitin, MD, PhD; Jan A. Staessen, MD, PhD; for the European Project on Genes in Hypertension (EPOGH) Investigators. JAMA. 2011;305(17):1777-1785.
Extrapolations from observational studies and short-term intervention trials suggest that population-wide moderation of salt intake might reduce cardiovascular events. In this population-based cohort, systolic blood pressure, but not diastolic pressure, changes over time aligned with change in sodium excretion, but this association did not translate into a higher risk of hypertension or CVD complications. Lower sodium excretion was associated with higher CVD mortality. [publicado 15 de noviembre de 2012.]
Presión arterial sin control puede dañar el cerebro a los 40 años de edad.
La presión arterial alta no controlada daña la estructura y función del cerebro tan pronto como al inicio de los 40 años de edad, según un estudio de la Universidad de California en Davis.
Según el estudio, incluso los cerebros de personas en edad madura, que no tenían un diagnóstico clínico de hipertensión, muestran evidencia del silencioso daño estructural del cerebro.
La investigación descubrió un “envejecimiento acelerado” del cerebro en personas con hipertensión y prehipertensión en la década de sus 40 años de edad, que incluía daño a la integridad estructural de la materia blanca del cerebro y al volumen de su materia gris.
Ese hallazgo sugiere que la lesión vascular del cerebro “se desarrolla insidiosamente durante toda la vida con efectos visibles”, indicó el estudio.
Se trata del primer estudio que demuestra que hay un daño estructural en los cerebros de adultos al inicio de la edad madura como resultado de la alta presión arterial.
La alta presión arterial ya ha sido vinculada con el daño estructural a la materia blanca del cerebro y el deterioro cognitivo en los individuos de edad avanzada.
La investigación, publicada en línea en la revista médica The Lancet Neurology (doi:10.1016/S1474-4422(12)70241-7) y que aparecerá en el ejemplar impreso de diciembre próximo, enfatiza la necesidad de poner atención a los factores de riesgo vasculares para el envejecimiento del cerebro, explicó Charles DeCarli, coautor del estudio.
“El mensaje aquí es sumamente claro: Las personas pueden influenciar la salud del cerebro a la edad avanzada, conociendo y tratando su presión arterial mientras son jóvenes”, observó DeCarli, profesor de neurología y director del Centro de la Enfermedad de Alzheimer de UC Davis.
“Las personas en nuestro estudio eran normales desde el punto de vista cognitivo, así que la ausencia de síntomas no significa nada”, precisó.
La presión arterial normal debe ser de 120 para la presión arterial sistólica, o sea el número en la parte superior, y por debajo de 80 para la presión diastólica, el número en la parte inferior.
Se calcula que cerca de 50 millones de estadounidenses sufren de hipertensión, condición vinculada con un riesgo del 62 % de enfermedad cerebrovascular, como un ataque isquémico, y un riesgo del 49 % de enfermedad cardiovascular. Es el factor de riesgo más grande de mortalidad en EE.UU., indicó el estudio. Otros estudios han identificado vínculos entre la presión arterial elevada y un mayor riesgo de lesión cerebral y atrofia, que conduce a un desempeño cognitivo reducido y a una mayor probabilidad de demencia. Por ello, se considera que la hipertensión es un importante factor de riesgo “modificable” para el deterioro cognitivo en la vejez.
Según el estudio, hay evidencia de que reducir la presión arterial a partir de los 40 años de edad y entre personas al inicio de su vejez puede ayudar a prevenir el deterioro cognitivo y la demencia en la ancianidad.
El estudio, titulado “Los efectos de la presión arterial sistólica en la integridad de la materia blanca en los adultos jóvenes: del estudio del corazón de Framingham”, incluyó a 579 participantes de Framingham (Massachusetts) que, en promedio, tenían 39 años de edad cuando se les reclutó para el estudio, iniciado en 2009.
Los participantes fueron divididos entre los que tenían presión arterial normal, los que eran prehipertensos y los que tenían alta presión arterial. También se tomó en cuenta factores como el tratamiento médico para la alta presión arterial y el uso de cigarrillos.
El estudio recurrió a imágenes por resonancia magnética (MRI, en inglés) para determinar la salud cerebral de los participantes, usando varias medidas de la lesión de la materia blanca, como la anisotrofía fraccional, y el volumen de la materia gris.
En personas hipertensas, la anisotrofía fraccional en los lóbulos frontales fueron se redujo en un promedio del 6.5% por ciento, y esos individuos también registraron una reducción, en promedio, del 9% de la materia gris en el lóbulo frontal del cerebro.
Los autores notaron que la rigidez de las arterias, con el proceso de envejecimiento, causa un aumento de la presión arterial, lo que a su vez provoca que disminuya el flujo de sangre al cerebro.
Tomado: Effects of systolic blood pressure on white-matter integrity in young adults in the Framingham Heart Study: a cross-sectional study.The Lancet Neurology, 2 Nov 2012.
(Fuente: Boletin Aldia. Infomed) [Publicada por: EFE el 31 de octubre 2012] [publicada en la página 15 de noviembre 2012.]
Kids Consume Too Much Salt (En inglés)
High sodium intake is associated with elevated risk for high blood pressure, especially in obese and overweight children.
High dietary sodium and obesity are considered risk factors for hypertension in children and adults. Researchers examined the association between usual dietary sodium intake and high blood pressure (BP) in 6235 children (age range, 8–18 years) enrolled in the National Health and Nutrition Examination Survey between 2003 and 2008.
Sodium intake was determined by dietary recall.
Sodium intake averaged 3387 mg per day and increased with age. Sodium intake was higher in boys, normal-weight children, and non-Hispanic white children. Fifteen percent of the cohort had pre–high BP or high BP, and 37% were overweight or obese. Systolic BP, but not diastolic BP, increased by approximately 1 mm Hg per 1000 mg of sodium intake per day.
The increase in BP associated with sodium intake was higher in obese and overweight children than in normal-weight children (1.5 mm Hg per 1000 mg/day vs. 0.2 mm Hg per 1000 mg/day), even after adjusting for physical activity.
The adjusted risk for pre–high BP or high BP in obese and overweight children in the highest quartile of sodium intake was significantly higher than the risk in children in the lowest quartile of sodium intake (adjusted odds ratio, 3.5).
High dietary sodium intake increases the risk for pre–high BP and high BP, especially in overweight and obese children. The average intake in the study is as high as the average intake for adults and higher than the dietary guidelines (=2300 mg/day) for children. Counseling on lifestyle changes to reduce sodium intake is a priority in children as well as adults.
(Fuente: Journal Watch Pediatrics and Adolescent Medicine October 17, 2012) [publicada el 16 de noviembre de 2012]
Extractos de la Revista Circulation
Effect of Hypertension and Diabetes on Severe Coronary Artery Disease
Por: Young Jin Youn; Ji Hyun Lee; Jun-Won Lee; Min-Soo Ahn; Jang-Young Kim; Byung-Su Yoo; Seung-Hwan Lee; Junghan Yoon y Kyung-Hoon Choe. Circulation. 2012; 126: A15231.
Por: Hong Chen; Ray Copes; Richard T Burnett; Jeff Kwong; Paul J Villeneuve; Mark S Goldberg; Robert D Brook; Aaron van Donkelaar; Michael Jerrett; Randall V Martin y Jeffrey R Brook. Circulation. 2012; 126: A9454.
Socioeconomic Patterning of Hypertension in Grenada
Por: Eric T Roberts, Leigh Quarles, Valentin Fuster, y Bernadette Boden-Albala. Circulation 2012;126:A18949
Novel Function of CFTR in High Salt- and Fructose-induced Hypertension
Por: Yaping Zhang; Lingyu L Ye y Dayue D Duan. Circulation 2012; 126: A18173.
Por: Sae Young Jae, S Kurl, JA Laukkanen, Kevin Heffernan, Yoon-Ho Choi y Bo Fernhall. Circulation 2012;126:A10714
En Baja California la población con hipertensión arterial representa entre 35 y 37 por ciento, con lo que supera la media nacional que es de 30 a 32, afirmó el Colegio de Medicina General de Tijuana.
El presidente del organismo, Enrique Medina Márquez dijo que ante la situación, los médicos generales hicieron un llamado a la sociedad para evitar la enfermedad mejor conocida como “el asesino silencioso”. Ver más….
A manera de editorial. Los trabajos y opiniones que aquí se exponen son orientadores de lo que se publica en Cuba y en el mundo sobre aspectos relevantes de la hipertensión arterial.
Abdominal Obesity, Body Mass Index, and Hypertension in US Adults: NHANES 2007–2010
Por: Yechiam Ostchega, Jeffery P. Hughes, Ana Terry, Tala H.I. Fakhouri y Ivey Miller. American Journal of Hypertension (2012); 25 12, 1271–1278.
Abdominal obesity is independently associated with hypertension after adjusting for BMI. After adjusting for covariables and parameterizing BMI categories and abdominal obesity the new variable showed a progressive increase in the odds of hypertension. Both BMI and WC should be included in models assessing hypertension risks. [publicado: 19 de noviembre 2012]
Comentarios recientes