Por: Q Chen1, S Turban, E R Miller y L J Appel. Journal of Human Hypertension (2012) 26, 664–669.
A diet rich in fruits, vegetables and low-fat dairy products, and reduced in saturated fat, total fat and cholesterol (the ‘DASH’ diet) significantly lowers blood pressure (BP). Previous studies have documented that certain therapies that lower BP increase plasma renin activity (PRA). Using data from the Dietary Approaches to Stop Hypertension (DASH) trial, we assessed the effects of dietary patterns on PRA and determined the relationship of change in PRA with change in BP on each diet. After eating a control diet for 3 weeks, participants were then randomized to receive for 8 weeks: the control diet, a diet rich in fruits and vegetables (F/V), or the DASH diet. Baseline and follow-up levels of PRA were available in 381 participants. (publicado: 05–11-2012)
La hipertensión puede dañar la estructura del cerebro en personas que apenas tienen 40 años, halla un estudio reciente. Hallaron daño estructural incluso en los cerebros de personas jóvenes de mediana edad que tenían prehipertensión, en que la presión arterial está elevada pero no a un nivel que se considere hipertensión.
Los investigadores observaron a casi 600 personas que tenían, en promedio, 39 años de edad cuando se inició el estudio en 2009. Se revisó su presión arterial y se sometieron a IRM cerebrales.
Se halló un envejecimiento acelerado del cerebro en las personas con hipertensión, y también en las que tenían prehipertensión, lo que incluyó daño en la integridad estructural de la materia blanca y en el volumen de la materia gris.
El estudio es el primero en hallar que la presión arterial elevada daña el cerebro de los adultos jóvenes de mediana edad, y sugiere que el daño cerebral relacionado con la presión arterial ocurre durante toda la vida, señalaron los investigadores.
Investigaciones anteriores han vinculado el daño relacionado con la hipertensión en la materia blanca con el declive mental en las personas mayores, anotaron los autores del estudio.
“El mensaje aquí es claro. Las personas pueden influir su salud cerebral en la vejez al saber que tienen hipertensión y tratarla a una edad temprana, cuando no necesariamente se está pensando en ella”, planteó en un comunicado de prensa de la Universidad de California el autor principal del estudio Charles DeCarli, profesor de neurología y director del Centro de la Enfermedad de Alzheimer de la universidad, en Davis.
El estudio aparece en la edición en línea del 31 de octubre de la revista The Lancet Neurology, y en su edición impresa de diciembre.
La presión arterial elevada, que afecta a unos 50 millones de estadounidenses, se asocia con un mayor riesgo de accidente cerebrovascular y enfermedad cardiovascular, y es el factor de riesgo individual de muerte más grande en EE. UU.
(Fuente: HealthDay News)
Un segundo estudio halló que una mala nutrición incide en la asociación entre la pobreza y la enfermedad renal, y un tercer estudio halló que los pacientes negros de enfermedad renal son más propensos a tener hipertensión no controlada que los blancos.
Los tres informes fueron presentados el viernes en la reunión anual de la Sociedad Americana de Nefrología (American Society of Nephrology) en San Diego. Las investigaciones presentadas en reuniones médicas se deben considerar como preliminares hasta que se publiquen en una revista revisada por profesionales.
La terapia alcalina se usa para tratar a los pacientes de enfermedad renal con acidosis metabólica (un exceso de ácido en el cuerpo) grave. Los investigadores examinaron si añadir frutas y verduras (que son altamente alcalinas) a las dietas de los pacientes de enfermedad renal con acidosis metabólica menos severa proveía algún beneficio.
Los 108 pacientes del estudio se asignaron al azar para recibir frutas y verduras adicionales, un medicamento alcalino oral o nada. Tras tres años, consumir frutas y verduras o tomar el fármaco oral redujo un marcador de acidosis metabólica y preservó la función renal a niveles similares.
“Nuestros hallazgos sugieren que comer fruta a diario evita más visitas al nefrólogo”, comentó en un comunicado de prensa del Colegio de Medicina Texas A&M el autor del estudio, el Dr. Nimrit Goraya.
El segundo estudio incluyó a más de 2,000 personas, y halló que el 5.6 por ciento de las que vivían en la pobreza tenían enfermedad renal, frente al 3.8 por ciento de las que no vivían en la pobreza. También halló que los que vivían en la pobreza tenían una ingesta dietaria más baja de fibra, calcio, magnesio y potasio, y unos niveles más altos de colesterol.
“Una dieta malsana se asocia con la enfermedad renal entre los individuos pobres”, señaló en el comunicado de prensa la autora del estudio, la Dra. Deirdra Crews, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Johns Hopkins. “Las intervenciones dietarias diseñadas para satisfacer las necesidades de esta población podrían ayudar a reducir las disparidades en la enfermedad renal”.
El tercer estudio observó el control de la presión arterial entre 6,600 adultos blancos, negros, hispanos y asiáticos que sufrían de enfermedad renal. Los pacientes recibieron atención primaria en una red de salud que atiende a personas sin seguro y con seguro público en San Francisco.
En general, la presión arterial de los pacientes era casi 20 por ciento más alta que los estimados nacionales, y los negros tenían tasas más altas de presión arterial sin controlar que los blancos, señalaron la Dra. Delphine Tuot, de la Universidad de California en San Francisco, y colegas.
Los investigadores anotaron que las minorías raciales y étnicas son más propensas a desarrollar insuficiencia renal que los blancos, quizás en parte debido a un peor control de la presión arterial.
Aunque la investigación encontró una asociación entre la dieta y el control de la enfermedad renal entre los pacientes, no probó causalidad.
(Fuente: HealthDayNews)
Esta sección mostrará algunos trabajos que puedan ser útiles a nuestros facultativos por su interés práctico o teórico.
Alegría del corazón. Emociones positivas y salud cardiovascular (pdf: 228 kb).
Por: Carta del Directo de la SAC. Revista Argentina de Cardiología/ vol 80 Nº 4 / julio-agosto 2012.
La relación entre el estrés y las enfermedades cardiovasculares está sólidamente establecida en la bibliografía científica y tiene aceptación cultural. El concepto de estrés es amplio y en este caso abarca un cúmulo de emociones negativas, condiciones o experiencias adversas, así como formas inadecuadas o conflictivas de la capacidad de respuesta frente a problemas.
En los últimos años ha crecido el interés por estudiar las dimensiones emocionales positivas bajo diferentes marcos conceptuales, como el concepto de “happiness” (felicidad) o well-being (bienestar), y su relación con la salud y la enfermedad cardiovascular. (publicado 9 de noviembre 2012).
A manera de editorial. Los trabajos y opiniones que aquí se exponen son orientadores de lo que se publica en Cuba y en el mundo sobre aspectos relevantes de la hipertensión arterial.
Poniendo en duda la “inocencia” de la hipertensión de guardapolvo blanco (pdf: 185 kb).
Por: Mónica G. Díaz. Revista Argentina de Cardiología/ vol 80, número 3, mayo-junio 2012.
La hipertensión arterial de guardapolvo blanco (HTAGB), definida como presión alta en consultorio y normal en el domicilio, bien conocida en la actualidad, durante muchos años se ha considerado como una entidad benigna sin incidencia en el pronóstico cardiovascular del paciente. Poco a poco, este concepto ha ido cambiando, sobre todo a raíz del mejor conocimiento que se tiene de la relación presión arterial (PA) ambulatoria y daño de órgano blanco. (publicado 9 de noviembre 2012).
http://www.sac.org.ar/web_files/download/revista_articulos/files/v80n3a02-pdf-2773.pdf
Por: Mónica G. Díaz. Revista Argentina de Cardiología/ vol 80, número 3, mayo-junio 2012.
La hipertensión arterial de guardapolvo blanco (HTAGB), definida como presión alta en consultorio y normal en el domicilio, bien conocida en la actualidad, durante muchos años se ha considerado como una entidad benigna sin incidencia en el pronóstico cardiovascular del paciente. Poco a poco, este concepto ha ido cambiando, sobre todo a raíz del mejor conocimiento que se tiene de la relación presión arterial (PA) ambulatoria y daño de órgano blanco. (publicado 9 de noviembre 2012).
Investigaciones expone trabajos sobre investigaciones en la hipertensión arterial actuales.
Hipertensión de guardapolvo blanco: evolución a hipertensión sostenida luego de 10 años de seguimiento (pdf: 292 kb).
Por: Olga B. Páez, Pablo A. Puleio, Marta G. Gorocito, Miguel Visser, Miguel Schiavone y Clacudio R. Majul. Rev Argent Cardiolg 2012;80:217-221.
No obstante la amplia información en la bibliografía sobre la caracterización de la hipertensión de guardapolvo blanco (HGB), su evolución alejada es hasta el presente tema de controversia. Las variables edad, sexo, tabaquismo y glucemia de normotensos e hipertensos de guardapolvo blanco fueron similares en el examen basal. Los hipertensos de guardapolvo blanco, por el contrario, presentaron valores significativamente superiores en IMC, colesterol total, hipertrigliceridemia e IMVI. Cuarenta y ocho hipertensos de guardapolvo blanco y 21 normotensos originales evolucionaron a HS. La HGB se asoció en forma independiente con HS a los 10 años de seguimiento [OR: 2,5 (IC 95% 1,2-4,2)]. La evolución a hipertensión sostenida fue mayor en los hipertensos de guardapolvo blanco que en los normotensos. (publicado 9 de noviembre 2012).
Registro Nacional de Hipertensión Arterial. Conocimiento, tratamiento y control de la hipertensión arterial. Estudio RENATA (pdf: 647 kb).
Por: Marcos J. Marin, Guillermo Fábregues, Pablo D. Rodríguez, Mónica Díaz, Olga Paez, José Alfie, Gustavo Caruso, Patricia S. Pantalena, Beatriz Schiavi y Marina González. Rev Argent Cardiolg 2012;80:121-129.
La hipertensión arterial (HTA) es uno de los principales factores de riesgo de enfermedad cardiovascular. Su prevalencia ha aumentado debido a la mayor expectativa de vida y a la mayor prevalencia de obesidad en la población. La escasez de datos epidemiológicos actualizados en nuestro país hizo necesario el diseño del estudio RENATA (REgistro NAcional de hipertensión Arterial). El estudio RENATA actualizó los datos de prevalencia, conocimiento y tratamiento de la HTA en siete ciudades de la Argentina. Se observó que un tercio de la población evaluada es hipertensa y que la HTA es más frecuente en hombres. (publicado 9 de noviembre 2012).
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