Chikungunya, zika y microcefalia, tres desafíos para Brasil
Con más de 880 ciudades enfrentadas a la posibilidad de soportar epidemias de dengue, Zika y Chikungunya, Brasil cierra un año 2016 en el cual estas tres enfermedades representaron un verdadero desafío para las autoridades sanitarias.
La situación de alerta o riesgo, según el Ministerio de Salud, está planteada para 885 localidades, cifra que representa un 37,4 % de las dos mil 284 participantes en el Sondeo Rápido de Índices Referentes al Aedes aegypti (LIRAa), agente transmisor de esos padecimientos, realizado entre los meses de octubre y noviembre.
Según el estudio, entre las capitales de los 22 estados que participaron en el muestreo solo Cuiabá, en Mato Grosso, está considerada en situación de riesgo. Otras nueve se encuentran en estado de alerta y 12 tienen una condición satisfactoria, entre ellas Sao Paulo, Río de Janeiro y Brasilia.
El sondeo reveló asimismo que hasta el pasado 22 de octubre el número de casos de dengue registrados en todo el país llegó a un millón 458 mil 355, lo cual representa un decrecimiento de 5,5 por ciento respecto a igual periodo de 2015, cuando se reportaron un millón 543 mil enfermos.
La enfermedad provocó la muerte de 601 personas, lo cual representa una reducción del 35,6 por ciento con relación a la misma etapa del pasado año, cuando fueron 933 los decesos registrados. También se redujeron a la mitad los casos de dengue grave, cayendo de mil 616 a 803 entre uno y otro año.
De todas las regiones del país, el Sureste y el Noreste fueron las que contabilizaron el mayor número de notificaciones, con 848 mil 587 y 322 mil 067 casos, respectivamente. Luego aparecen las regiones Centro-Oeste (177 mil 644), Sur (72 mill 114) y Norte (37 mil 943).
Por el contrario, la fiebre Chikungunya mostró en el transcurso de este año un alarmante crecimiento. Mientras en 2015 se contabilizaron 26 mil 763 casos sospechosos, de los cuales ocho mil 528 fueron confirmados, las cifras del corriente son de 251 mil 051 y 134 mil 910, respectivamente.
El padecimiento ocasionó el fallecimiento de por lo menos 138 personas en los estados de Pernambuco (54), Paraíba (31), Río Grande do Norte (19), Ceará (14), Bahía (5), Río de Janeiro (5), Maranhao (5), Alagoas (2), Piauí (1), Amapá (1) y el Distrito Federal (1).
En la actualidad, y de acuerdo con estadísticas de la propia cartera, en dos mil 281 de los cinco mil 570 municipios existentes en Brasil se reportaron casos de infección por el virus Chikungunya.
Los casos confirmados de esa dolencia aumentaron 15 veces de 2015 para este año y los sospechosos casi 10 veces, dijo el ministro de Salud, Ricardo Barros, y anticipó que ‘estamos preparándonos para un aumento significativo de casos de Chikungunya en el 2017′.
Con relación al Zika, el Sondeo Rápido de Índices Referentes al Aedes aegypti puso de manifiesto que hasta la última decena de octubre pasado fueron identificados más de 208 mil casos probables, con una tasa de incidencia de 102,2 por cada 100 mil habitantes.
Del total de registros, más del 65 por ciento fueron notificados en mujeres y alrededor de un 70 por ciento en féminas en edad fértil.
La mayor concentración de casos ocurrió entre los meses de febrero y marzo y las entidades con mayor incidencia de la epidemia fueron Mato Grosso, con 925,9 casos por cada 100 mil habitantes; Rio de Janeiro (471) y Bahía (449,6).
En lo que va de año, se produjeron solo tres muertes por Zika, una enfermedad cuya
transmisión autóctona en Brasil fue confirmada a mediados de abril de 2015 en la región metropolitana de Salvador, en el nordestino estado de Bahía, y siete meses después, en noviembre, el Ministerio de Salud decretó la epidemia del virus como Situación de Emergencia en Salud Pública de Importancia Nacional.
Asociado al Zika, se produjo también un alarmante crecimiento del número de bebés nacidos con microcefalia (dos mil 100), una cifra que de acuerdo con estimados de la Organización Mundial de la Salud (OMS) podría incrementarse en un millar más en los próximos meses, pues todavía existen más de tres mil casos bajo investigación.
En Brasil todos los meses son identificados entre 150 y 200 casos de microcefalia, puntualizó la entidad y advirtió que aun cuando este cuadro no constituya más una emergencia global en salud pública en términos oficiales, sigue siendo una gran preocupación para el mundo.
Según la OMS, en los dos últimos años 69 países registraron casos de Zika y ‘estamos hablando de un virus que causa daños neurológicos y potencialmente deficiencia a lo largo de toda la vida, lo cual representa un duro golpe para esas familias’, ponderó.
OLIMPICOS EN RIESGO
La emergencia sanitaria internacional declarada por la OMS a raíz del notorio aumento en Brasil de los casos de microcefalia asociados a la infección de gestantes por el virus Zika llegó a constituir una amenaza para los Juegos Olímpicos de Río-2016.
Tanto fue así, que la propia Organización Mundial de la Salud se vio obligada a rechazar la solicitud de un grupo de científicos e investigadores de unos 15 países que en carta abierta reclamaban posponer o cancelar la magna fiesta del deporte mundial.
En base a la evaluación actual del virus del Zika, que circula en casi 60 países globalmente y 39 en las Américas, no hay ninguna justificación de salud pública para posponer o cancelar los Juegos. La OMS seguirá monitoreando la situación y actualizando las recomendaciones, si es necesario, dijo entonces la entidad en un comunicado.
Durante la III reunión del Comité de Emergencia, a mediados de junio en Ginebra, la organización insistió en que el riesgo de propagación internacional del virus como resultado de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos en Río era muy baja, pues las justas transcurrirían durante el inverno, cuando histórica y epidemiológicamente los índices de las enfermedades transmitidas por el Aedes aegypti alcanzan su menor nivel.
En ese sentido, y en un esfuerzo por tranquilizar a deportistas, técnicos y turistas, el Ministerio de Salud dio a conocer un estudio de la Universidad de Cambridge, según el cual considerando de entre 500 mil turistas que viajaran al evento menos de uno (0,8) estaría en riesgos de contraer una enfermedad transmitida por ese mosquito.
En ese sentido, el titular del ramo recordó que durante la Copa del Mundo de fútbol, acogida por Brasil en 2014, llegaron al país alrededor de un millón 400 mil turistas extranjeros, de los cuales apenas tres fueron infectados con dengue.
Lo cierto es que pese a algunas declinaciones minoritarias de deportistas clasificados para los Juegos, los mensajes tranquilizadores de la OMS y los organizadores surtieron efecto y Río se convirtió en agosto y septiembre pasados a despecho del Aedes aegypti y sus serias amenazas, en glamorosa capital del deporte mundial.