mar 29th, 2020. En: Actualidades.
Los brotes de enfermedades afectan a las mujeres y los hombres de manera diferente, y las epidemias exacerban las desigualdades existentes para las mujeres y las niñas, así como la discriminación de otros grupos marginados como las personas con discapacidad y aquellas en situación de pobreza extrema. Es importante tomar en cuenta lo anterior, dados los impactos diferenciales asociados con la detección y el acceso a tratamiento para las mujeres y los hombres, lo mismo que con su bienestar en general, declara UNFPA en su informe técnico COVID – 19: un enfoque de género.
Fuente: UNFPA
COVID-19 es una enfermedad grave y todas las personas que viven con el VIH deben tomar todas las medidas preventivas recomendadas para minimizar la exposición y prevenir la infección por el virus que causa COVID-19. Al igual que en la población general, las personas mayores que viven con el VIH o las personas que viven con el VIH con problemas cardíacos o pulmonares pueden tener un mayor riesgo de infectarse con el virus y sufrir síntomas más graves. Todas las personas que viven con el VIH deben dirigirse a sus proveedores de atención de la salud para asegurarse de que disponen de reservas adecuadas de medicamentos esenciales.
A pesar de la ampliación del tratamiento del VIH en los últimos años, 15 millones de personas que viven con el VIH no tienen acceso a la terapia antirretroviral, lo que puede comprometer su sistema inmunológico.
Aprenderemos más de manera activa sobre cómo el VIH y el COVID-19 están afectando a las personas que viven con el VIH a partir de las respuestas de los países y las comunidades a ambas epidemias. Se compartirán e imitarán las lecciones aprendidas con relación a la puesta en marcha de innovaciones y a la adaptación del sistema de suministro con el fin de minimizar el impacto sobre las personas que viven con el VIH. Hasta que se disponga de más información, las personas que viven con el VIH, sobre todo quienes se encuentren en un estado avanzado de la enfermedad o aún no la tengan muy controlada, deberán ser cautas y prestar atención a las medidas de prevención y las recomendaciones. Es igualmente fundamental que la gente que vive con el VIH cuente con una reposición multimensual de sus medicamentos para el VIH.
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Lo que las personas con VIH deben saber sobre la COVID-19. Infografías
Fuente: ONUSIDA
mar 27th, 2020. En: Actualidades.
ONUSIDA insta a los países a adoptar un enfoque basado en los derechos humanos para hacer frente al brote mundial de COVID-19 que sitúe a las comunidades en el centro, y respete los derechos y la dignidad de todas las personas. Con el fin de ayudar a los Gobiernos, las comunidades y otras partes interesadas a planificar y poner en marcha medidas para contener la pandemia, ONUSIDA ha elaborado un nuevo documento a partir de las lecciones clave extraídas de la respuesta a la epidemia del VIH: Los derechos en la lucha contra el COVID-19: lecciones aprendidas del VIH para lograr una respuesta eficaz y liderada por la comunidad. Ver más…
COVID-19 es una enfermedad grave y todas las personas que viven con el VIH deben tomar todas las medidas preventivas recomendadas para minimizar la exposición y prevenir la infección por el virus que causa COVID-19. Es importante subrayar que actualmente no hay pruebas sólidas de que las personas que viven con el VIH tengan un riesgo especialmente elevado de contraer COVID-19 o, si lo contraen, experimentarán un peor resultado. Esto no significa que las personas que viven con el VIH deben tomar COVID-19 a la ligera, por el contrario, deben tomar todas las precauciones para protegerse.
Al igual que en la población general, las personas mayores que viven con el VIH o las personas que viven con el VIH con problemas cardíacos o pulmonares pueden tener un mayor riesgo de infectarse con el virus y sufrir síntomas más graves. A medida que COVID-19 continúa extendiéndose por todo el mundo, será importante que la investigación en curso en entornos con una alta prevalencia de VIH en la población general arroje más luz sobre las interacciones biológicas e inmunológicas entre el VIH y el nuevo coronavirus.
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mar 19th, 2020. En: Actualidades.
Tanto el nuevo virus como la enfermedad eran desconocidos antes de que apareciera el brote en Wuhan, en China, en diciembre de 2019.
Los síntomas más comunes de la enfermedad son fiebre, tos seca y dificultad para respirar. Algunos pacientes pueden presentar malestar general, escalofríos, obstrucción nasal, secreción nasal, dolor de garganta y diarrea, entre otros. Estos síntomas suelen ser leves y aparecen de forma gradual. También puede suceder que algunas personas se infecten, pero no desarrollen ningún síntoma. La mayoría de las personas (alrededor del 80%) se recupera de la enfermedad sin necesidad de realizar ningún tratamiento específico. Alrededor de una de cada seis personas que contraen el virus desarrolla una enfermedad grave y tiene dificultad para respirar. Los adultos mayores y las personas que padecen otras afecciones médicas, como hipertensión arterial, problemas cardiacos, diabetes, enfermedad pulmonar crónica, tienen más probabilidades de desarrollar una enfermedad grave. Alrededor del 3% de las personas que han contraído la enfermedad han fallecido.
Una persona puede contraer la enfermedad por contacto con otra que esté infectada por el virus. La enfermedad puede propagarse de persona a persona a través de las goticas procedentes de la nariz o la boca que hayan sido esparcidas por una persona infestada con el virus al toser, estornudar, escupir o hablar. También puede propagarse al ponerse en contacto con objetos y superficies contaminadas con estas secreciones, es decir, que, si las personas que no están enfermas tocan estos objetos o superficies y luego se tocan los ojos, la nariz o la boca pueden contraer la enfermedad.
El período de incubación, que es el tiempo que transcurre entre la infección por el virus y la aparición de los síntomas de la enfermedad, se estima que oscila entre uno y 14 días, y en general se sitúa en torno a los cinco días.
Hasta el momento no hay vacunas ni tratamientos específicos para prevenirla, pero sí podemos adoptar algunas medidas para reducir el riesgo de infección:
· Lavarse las manos regularmente con agua y jabón.
· Cubrirse la boca y la nariz al toser o estornudar con el ángulo del codo o con servilleta de papel y desecharla de inmediato.
· Evitar tocarse con las manos los ojos, la nariz y la boca.
· Limpiar y desinfectar los objetos y las superficies que se tocan frecuentemente. Puede utilizar solución desinfectante a base de hipoclorito de sodio.
· Mantener la ventilación natural de las habitaciones y locales.
· Aunque no se ha confirmado el posible origen animal de la COVID-19, se recomienda mantener la higiene y evitar el contacto directo con los mismos.
· Cocinar bien las carnes y los huevos.
Otros Consejos de Salud que pudiéramos seguir son los siguientes:
· Mantenerse informado sobre el comportamiento de la enfermedad a través de las autoridades de salud pública y de los medios de comunicación, como la radio, la televisión y la prensa.
· Ante cualquier síntoma de la enfermedad acuda de inmediato al médico y siga las instrucciones de las autoridades sanitarias locales.
· Evite viajar si tiene síntomas respiratorios.
· Evite los lugares donde se aglomeran muchas personas.
· Si usted o un familiar arriba al país de alguna zona con trasmisión, cumpla las medidas orientadas por el personal de salud de los aeropuertos, puertos o marinas y acuda al médico de la familia.
· Mantenga una distancia entre uno y 2 metros entre usted y cualquier persona que presente síntomas respiratorios.
· Si está enfermo, quédese en casa, trate, de ser posible, dormir separado del resto de la familia y separe sus utensilios y cubiertos para comer.
· Si usted no tiene síntomas respiratorios, no es recomendable que use nasobuco o mascarilla para protegerse de las enfermedades respiratorias.
· Deben usar nasobuco las personas que muestren síntomas, con el fin de ayudar a evitar el contagio de la enfermedad a otras personas.
· El uso de mascarillas o nasobuco es también esencial para los trabajadores de la salud y las personas que cuidan de algún enfermo con síntomas respiratorios.
· Los antibióticos no se deben utilizar, ya que no son eficaces contra los virus.
· Los organismos, las organizaciones y la población deben colaborar para identificar personas con síntomas respiratorios sin atención médica, declarándolo a las autoridades de salud.
Fuente: Prosalud