Sífilis materna y sífilis congénita en América Latina: un problema grave de solución sencilla

sifilis_congenitaEs bien reconocida la importancia del control de las infecciones de transmisión sexual (ITS) para reducir la frecuencia de la transmisión del VIH (1-4). Paradójicamente, el interés por las ITS no ha crecido en la proporción que supondría el reconocimiento de esa relación. Más aún, las respuestas institucionales ante las ITS han menguado frente a la gravedad de la epidemia de infección por VIH y sida, la cual está poniendo a prueba la capacidad de coordinación de los gobiernos, de los programas de salud y de las diversas organizaciones e instituciones nacionales e internacionales en todos los niveles.

Por otro lado, el énfasis excesivo en la expansión del tratamiento antirretroviral (ARV) podría estar quebrantando los esfuerzos por promover medidas preventivas para evitar la transmisión del VIH, que curiosamente coinciden con las medidas preventivas para evitar la transmisión de las ITS en general.

Según un estudio realizado en los Estados Unidos de América, la probabilidad de adquirir una ITS es mayor en las personas tratadas con antirretrovirales que en quienes no reciben este tratamiento (5). Cabe resaltar también que las lesiones dermatológicas que produce la sífilis facilitan la transmisión del VIH (3, 4). En países como Inglaterra, Francia, Estados Unidos y Alemania, la frecuencia de sífilis está aumentando principalmente en hombres que tienen relaciones sexuales con hombres (HSH). Son características comunes a todas estas infecciones las prácticas sexuales sin protección —incluido el sexo oral—, el vínculo a redes sociales o sexuales de alto riesgo, el uso de drogas durante el coito y la coinfección por VIH (6–10). Cabe considerar esta situación como un preludio de lo que puede suceder en América Latina y el Caribe.

Aunque existen varios factores, principalmente políticos y económicos, que explican por qué se produce esta disociación entre las ITS y la infección por VIH, ella casi sin duda tiene un impacto sumamente adverso en la población en general. Así, los HSH no reconocen la necesidad de acudir periódicamente a realizarse pruebas para la detección (tamizaje) de ITS (4), ni el hecho de que el riesgo de contraer una ITS persiste a pesar de estar en tratamiento con ARV. Tampoco parece del dominio común el hecho de que la sífilis puede transmitirse en la práctica del sexo oral.

La sífilis sigue teniendo un impacto negativo en la Región. La aparición de casos de sífilis congénita pone de manifiesto deficiencias de orden tanto estructural como técnico en los servicios de salud. El objetivo del presente escrito es exponer ante los profesionales de salud de la Región el problema de la sífilis materna y congénita; analizar los factores que contribuyen a la persistencia de la enfermedad; y sensibilizarlos para que emprendan acciones encaminadas a eliminar la sífilis congénita en América Latina y el Caribe.

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Fuente: SCielo