Este espacio refleja la evolución de la epidemia del VIH/sida en el tiempo, en la historia, en el mundo y en Cuba en particular. De consenso general se acepta que la epidemia comenzó en 1981, pero numerosos científicos aseguran que el VIH ya estaba presente antes de que el primer caso fuera reportado. Fue el 5 de junio de ese año que los Centros para el Control de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos reportaron los primeros casos de una rara neumonía en jóvenes homosexuales particularmente.
Desde allá a la actualidad, mucho se ha trabajado y ha cambiado hasta la forma de enfrentar las epidemias y todo lo que de ellas se derivan. De forma breve y concisa se irán reflejando a continuación.
Sobre VIH/sida
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- Medline. Artículos de revistas internacionales
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El Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) ha publicado el informe del Estado de la Población Mundial 2012 titulado By Choice, Not by Chance(Por decisión, no por azar). La nueva publicación pone un nuevo énfasis en la necesidad de aumentar la acción política y programática para asegurar que todas las personas puedan acceder por igual a los servicios de planificación familiar, punto clave para que cada uno pueda ejercer sus derechos reproductivos.
Este enfoque basado en los derechos, dice el informe, podría ser la premisa para el marco mundial de desarrollo sostenible que cumpliría los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) de 2015.
Permitiendo que la persona elija el número de hijos y el espacio de tiempo entre ellos, la planificación familiar ha hecho posible que las mujeres y sus hijos vivan más y más sanos. Sin embargo, no todos pueden planear su vida sexual y reproductiva aún. El informe resalta que la sorprendente cifra de 222 millones de mujeres en edad fértil en países en desarrollo aún no tienen acceso a anticonceptivos modernos. Este hecho hace que tengan un riesgo más alto de contraer VIH. Las mujeres y niñas en edad fértil son las más afectadas por la epidemia de VIH en Zimbabwe, por ejemplo, y el VIH es responsable de en torno a una de cada cuatro muertes maternas. En Malawi, la falta de información, las largas distancias hasta llegar a los servicios y los proveedores poco amistosos contribuyen a unas tasas altas de embarazos no deseados y a la presencia del VIH entre adolescentes y gente joven.
A pesar de los compromisos internacionales para eliminar las barreras a la planificación familiar para todos los grupos de población, la investigación prueba que las necesidades de los jóvenes siguen pasándose por alto en gran medida. El informe apunta que la mayor generación de gente joven de la historia no es capaz de ejercer totalmente sus derechos reproductivos y prevenir embarazos no deseados, mitigar los riesgos del abandono escolar, o protegerse de infecciones de transmisión sexual, incluyendo el VIH.
Cada día, 2500 jóvenes, la mayoría mujeres, se infectan por el VIH, según el informe.
Los sistemas de planificación familiar desatienden a otros grupos de población importantes que, a veces, han de enfrentarse a barreras infranqueables: jóvenes, adultos solteros, personas separadas de sus parejas, hombres mayores, personas con discapacidad, refugiados, personas que viven con el VIH y minorías étnicas. Existe una necesidad imperiosa de proporcionar servicios sostenibles enfocados a estos grupos. El informe muestra que los costes de ignorar el derecho a la planificación familiar agravará la pobreza, la exclusión, los problemas de salud y la desigualdad de género.
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Sí a la opción, no al azar: planificación de la familia, derechos humanos y desarrollo
Fuente: ONUSIDA
Constituyen un un género de bacterias gramnegativas, que poseen una morfología similar y un grupo antigénico común, y solo se multiplican en el citoplasma de las células del huésped. Dado su parasitismo intracelular obligatorio y su pequeño tamaño, estos organismos fueron inicialmente considerados como virus grandes. El grupo incluye algunos patógenos de importancia tanto para el hombre como para algunos animales.
Los patógenos del género clamidia son un grupo de microorganismos que ocasiona lesiones primarias en los genitales e inflamación en los ganglios regionales. La infección por clamidia que es la enfermedad de trasmisión sexual que más abunda en algunos países como por ejemplo Estados Unidos. Es una enfermedad peligrosa pues muchas veces es asintomática, esto representa una amenaza particular a las mujeres y sus hijos, de no tratarse o si el tratamiento es inadecuado, puede surgir embarazos ectópicos e infertilidad en las mujeres, así como parto prematuro, o la muerte en los neonatos.
También ocasiona neumonía, infección en oídos y ojos en lactantes, en las mujeres la clamidia puede infectar el cuello uterino, la uretra, los ojos y la garganta. Sin embargo generalmente ataca el aparato genital alto incluidas las trompas de Falopio, endometrio, y el peritoneo pélvico.
Los síntomas por clamidia que pueden ir de leves a intensos típicamente incluyen la secreción vaginal, sangrado, dolor pélvico, dolor durante el coito, cambios en la micción, fiebre.
¿Qué tan común es la clamidia?
La clamidia es la enfermedad de transmisión sexual bacteriana reportada con mayor frecuencia en los Estados Unidos. En el 2010, los CDC recibieron notificación de 1,307,893 infecciones por clamidia de los 50 estados y el Distrito de Columbia. Una cantidad considerable de casos no se reporta porque la mayoría de las personas con clamidia no sabe que tiene la infección y no se hace pruebas de detección. Además, con frecuencia los pacientes solo se tratan los síntomas sin que se hagan pruebas de detección. Se calcula que todos los años se registran 2.8 millones de casos en los EE. UU. Frecuentemente, las mujeres vuelven a adquirir la infección si sus parejas sexuales no han sido tratadas.
¿Cómo se contrae la infección por clamidia?
La infección por clamidia puede ser transmitida durante relaciones sexuales vaginales, orales o anales. También se puede transmitir de madre a hijo durante el parto vaginal.
Toda persona sexualmente activa puede contraer la infección por clamidia. Entre mayor número de parejas sexuales tenga la persona, mayor es el riesgo de infección. Las adolescentes y las mujeres jóvenes que son sexualmente activas están expuestas a un mayor riesgo de infección porque el cuello uterino (la entrada al útero) no se ha formado completamente y es más susceptible a infecciones. Debido a que la clamidia puede transmitirse durante las relaciones sexuales orales o anales, los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres también están en peligro de contraer la infección clamidial.
¿Cuáles son los síntomas de la infección por clamidia?
A la infección por clamidia se le conoce como la enfermedad “silenciosa” porque la mayoría de las personas infectadas no presentan síntomas. Cuando se manifiestan, los síntomas aparecen generalmente entre 1 y 3 semanas después del contagio.
En las mujeres, la bacteria infecta inicialmente el cuello uterino y la uretra (el conducto urinario). Las mujeres con síntomas podrían presentar flujo vaginal anormal o una sensación de ardor al orinar. Algunas mujeres siguen sin tener signos ni síntomas aun cuando la infección se propague del cuello uterino a las trompas de Falopio (los conductos que transportan los óvulos desde los ovarios hasta el útero); otras mujeres presentan dolor en la parte inferior del vientre, dolor de espalda, náusea, fiebre, dolor durante las relaciones sexuales o sangrado entre los períodos menstruales. La infección clamidial del cuello uterino puede propagarse al recto.
Los hombres con signos o síntomas podrían presentar secreción del pene o una sensación de ardor al orinar; también pueden sufrir de ardor y picazón alrededor de la abertura del pene. El dolor y la inflamación de los testículos es poco frecuente.
Los hombres o mujeres que tienen relaciones sexuales con penetración anal pueden contraer la infección clamidial en el recto, lo cual puede causar dolor, secreciones o sangrado en el recto.
La infección por clamidia también puede presentarse en la garganta de las mujeres y hombres que han tenido relaciones sexuales orales con una pareja infectada.
¿Qué complicaciones puede haber si no se trata la clamidia?
Si no es tratada, la infección puede avanzar y causar graves problemas reproductivos y de salud con consecuencias a corto y largo plazo. Al igual que la enfermedad, el daño que causa la clamidia es a menudo “silencioso”.
En las mujeres, si la infección no es tratada, puede propagarse al útero o a las trompas de Falopio y causar enfermedad inflamatoria pélvica (EIP). Esto ocurre en alrededor del 10 al 15 por ciento de las mujeres que tienen clamidia y no han recibido tratamiento. La clamidia también puede causar infección en las trompas de Falopio sin presentar ningún síntoma. La EIP y la infección “silenciosa” en la parte superior del aparato genital pueden causar daño permanente en las trompas de Falopio, el útero y el tejido circundante. El daño puede ocasionar dolor pélvico crónico, infertilidad o embarazo ectópico (embarazo afuera del útero) que puede resultar mortal (en inglés). La clamidia también puede aumentar la probabilidad de adquirir la infección por el VIH, si hay exposición al virus.
Para ayudar a prevenir las graves consecuencias de la infección por clamidia, se recomienda que las mujeres sexualmente activas de 25 años de edad o menos se realicen una prueba de detección de la clamidia al menos una vez al año. También se recomienda que las mujeres mayores de 25 años con factores de riesgo de contraer clamidia (por ejemplo, si tienen una nueva pareja sexual o múltiples parejas sexuales) se realicen la prueba de detección anualmente. Todas las mujeres embarazadas deben hacerse una prueba de detección de la clamidia.
Las complicaciones entre los hombres son poco comunes. En ocasiones, la infección se propaga al epidídimo (el conducto que transporta el semen desde los testículos) y causa dolor, fiebre y, rara vez, esterilidad.
Fuente: CDC
El cáncer de esófago es uno de los tumores más agresivos, con una supervivencia global inferior al 20 % a los 5 años. Su incidencia está en aumento en los últimos años, a expensas fundamentalmente de aquellos que se localizan en la unión gastroesofágica, por su asociación con la metaplasia de Barrett. Si bien el carcinoma epidermoide de esófago está claramente asociado al tabaquismo y al alcoholismo, la asociación con el Virus del Papiloma Humano (VPH) es aún controversial. El primer reporte sobre la asociación del virus y carcinoma epidermoide la hizo el Syrjanen en 1988. El VPH es un virus DNA epitelio trópico, cuyo ciclo de vida está inseparablemente ligado al proceso de diferenciación del epitelio pluriestratificado de la piel y membranas mucosas.
En esta revisión se reportó positividad en el 22,9 % de los 11 485 casos de carcinomas escamocelulares analizados por hibridización in situ y en el 15,2 % de los 2 020 casos de carcinomas de células escamosas analizados por reacción en cadena de la polimerasa. Existen muy escasos estudios que confirmen la correlación virus del papiloma humano/cáncer de esófago, en el mundo y en Cuba, por lo que aún resulta un tema controversial.
Cáncer de esófago y Virus del Papiloma Humano: breve mirada al tema. Dra. Odalys Durruthy Wilson; Dr. Juan Carlos Piña Napal ; Dr.CM Jorge Santana Álvarez. Rev. Arch med Camagüey Vol16n(5)2012
Expertos en VIH de América Latina y el Caribe han hecho una serie de recomendaciones para mejorar la respuesta de la región a esta epidemia, a través de mejoras en la vigilancia y el monitoreo, así como en el uso de la información que éstos generan. Las recomendaciones se formularon después de la Consulta Regional para América Latina y el Caribe sobre información epidemiológica de la infección por el VIH que se realizó en la Ciudad de Panamá entre el 7 y 9 de noviembre, con expertos de 26 países y de organismos internacionales activos en la región.
La región de América Latina y el Caribe es una de las regiones del mundo, entre los países de medio y bajos ingresos, con mejores respuestas al VIH, en términos de cobertura de tratamiento antirretroviral y de prevención de la transmisión materno infantil. Sin embargo, en la Región se encuentran enormes desigualdades en el nivel de salud, en el acceso al tratamiento con antirretrovirales, en el diagnóstico oportuno, en la prevención y el control efectivo y eficaz de la transmisión, en la exposición a riesgos y, en general, el acceso a la asistencia sanitaria necesaria. La vigilancia epidemiológica y el monitoreo de la respuesta del sector sanitario son elementos clave para encontrar respuestas a estos desafíos, al producir datos e información, para tomar decisiones de forma responsable y con base en la evidencia, expresó en su discurso de apertura el doctor Federico Hernández-Pimentel, Representante de la OPS/OMS en Panamá.
Algunas de estas recomendaciones son:
- La vigilancia de VIH debe estar basada en casos de infección por el VIH (en lugar de casos de sida) y se debe seguir la evolución de cada caso con el transcurso del tiempo (enfoque longitudinal).
- La definición estándar de un caso debe ser “cualquier diagnóstico nuevo de VIH independientemente de la etapa clínica e inmunológica”.
- Los identificadores de casos únicos deben utilizarse para facilitar seguimiento y la integración longitudinal de la información de diferentes fuentes (servicios de salud, laboratorios, farmacias, estadísticas vitales).
- Deben establecerse medidas específicas para proteger la confidencialidad de los pacientes y la seguridad de los datos en los sistemas que usan registros basados en nombres.
- Los datos deben recopilarse para un conjunto mínimo de variables estandarizadas, incluidos los comportamientos de riesgo y los factores (como comportamiento sexual, consumo de drogas inyectables y exposición a transfusión) y las variables inmunológicas y de tratamiento (como carga viral, recuento de células CD4 e iniciación del tratamiento antirretroviral).
- El financiamiento mundial y las organizaciones de cooperación técnica deben armonizar los indicadores que utilizan con el objetivo de reducir la carga de informar, facilitar la investigación y el análisis, y promover que se comparta la información y las experiencias en la vigilancia, la prevención y la atención del VIH.
- La vigilancia debe incluir una evaluación del acceso y la calidad de la atención a través del proceso continuo de la atención, que va desde el diagnóstico hasta la entrada en la atención y el tratamiento, la retención en recibir atención y tratamiento, y el control de carga viral.
- Se debe prestar especial atención a poblaciones claves como los hombres que tienen relaciones con hombres, los profesionales del sexo y los consumidores de drogas inyectables.
- La vigilancia de los niños expuestos debe fortalecerse mediante un mejor seguimiento de madre y lactantes en coordinación con los servicios de salud maternoinfantiles.
Fuente: OPS. Noviembre 20/2012