Inundaciones en Pakistán, Australia y América Latina apuntan hacia la Niña

París, 6 ene  (AFP) Las inundaciones en Pakistán, Australia y América  Latina han llevado a los expertos a apuntar sus miradas hacia la Niña, un fenómeno sin relación comprobada con el calentamiento del planeta, pero cuyos efectos podrían ser considerables.

La Niña está de regreso desde julio. Contrariamente a El Niño, al cual sucede con frecuencia, La Niña es un fenómeno meteorológico caracterizado por temperaturas anormalmente bajas en las aguas de la superficie del sector central y oriental del Pacífico.

Este fenómeno provoca generalmente fuertes fluctuaciones del clima en el planeta: más ciclones en el Atlántico, sequías en ciertas regiones de América  del Sur y lluvias en el sur de Asia.

En julio, Pakistán sufrió lluvias torrenciales sin precedente que dejaron 21 millones de damnificados.

Dos meses más tarde, el norte de América Latina tuvo la peor estación lluviosa de toda su historia, y a finales de diciembre, un territorio más grande que Francia y Alemania juntas fue inundado en el noreste de Australia, en estado de Queensland.

En cada una de esta ocasiones, las miradas de los expertos apuntaron hacia La Niña.

“El episodio actual contribuye a que 2010 sea el tercer año de lluvias récord en Australia” desde principios de 1900, mientras que el segundo semestre  de 2010 es el más lluvioso de todos, constató el miércoles la oficina de meteorología del gobierno australiano.

Las lluvias torrenciales posteriores al ciclón tropical Tasha se  precipitaron en “zonas que ya estaban saturadas de agua” pues los niveles que  se habían registrado durante los últimos meses superaban el nivel normal.

Y el “grave” episodio actual de la Niña debería continuar durante todo el otoño del hemisferio sur, según la misma oficina australiana.

El último episodio de la Niña remonta a 2007-2008.

En el siglo XX hubo en total 17 episodios de la Niña y 25 del Niño, cuyas intensidades fluctuaron entre moderadas y fuertes.

El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) dijo en su último reporte de 2007 que “no existe actualmente una indicación  sólida de cambios perceptibles en la amplitud y la frecuencia” de los fenómenos del Niño y la Niña del siglo XXI.

“Es muy difícil evaluar la relación entre ambos”, explicó a la AFP Baylor Fox-Kemper oceanógrafo e investigador de la Universidad del Colorado.

“Varios modelos muestran que hay una relación con el calentamiento del  planeta pero no hay certeza alguna en cuanto a la naturaleza de los cambios”  que se producirán, indicó.

“Y como el número de datos fiables es limitado -en total un siglo de  observaciones directas-, no podemos saber cuál de estos modelos es el más cercano a la verdad”.

Sin embargo, fenómenos como El Niño y La Niña, relacionados con la variablilidad natural del clima, podrían acumularse por los cambios climáticos causados por el calentamiento global.

“En un mundo más caliente, podemos esperar que la atmósfera retenga más humedad, es decir que, cuando llueva, las precipitaciones sean más abundantes”,  explicó a la AFP el meteorólogo neocelandés Jim Salinger, quien concluyó que “las lluvias relacionadas con la Niña deberían ser más intensas”.