Australia: inundaciones se extienden y amenazan la Gran Barrera de coral

Rockhampton, Australia, 5 ene  (AFP) Las inundaciones sin precedentes que afectan al estado de Queensland, noreste de Australia, se extendían el  miércoles a unas cuarenta ciudades y amenazaban la Gran Barrera de coral debido  a los desechos y pesticidas vertidos hacia el mar.

Los desechos y pesticidas arrastrados y vertidos en el mar por las aguas  barrosas constituyen un “cóctel” peligroso para el equilibrio frágil de este  ecosistema único, inscripto en el patrimonio mundial de la UNESCO e importante  atracción turística de la costa este.

El miércoles, el número oficial de comunas directamente afectadas por las  inundaciones pasó de 22 a 40, anunció la primera ministra de Queensland, Anna  Bligh.

Entre éstas, Saint George, una localidad de unos 2 500 habitantes donde,  frente a los desbordes del río Balonne, los pacientes de un hospital tuvieron  que ser evacuados y la población trabajaba para levantar diques improvisados.

Según el Buró australiano de meteorología, el nivel del río Fitztroy que  cruza la ciudad damnificada de Rockhampton debería llegar al máximo este  miércoles.

Rockhamtpon, 75.000 habitantes, situada a 500 kilómetros de Brisbane (costa  este), es una de las principales ciudades de esta región agrícola y minera, que  sufre inundaciones que afectan a más de 200 000 personas en una zona  equivalente a la suma de las superficies de Francia y Alemania.

El nivel del río Fitzroy debería mantenerse muy por encima de su nivel de  alerta durante una semana después de haber llegado a su máximo, precisaron los  servicios meteorológicos.

Para agravar aún más una situación dramática, los servicios meteorológicos  lanzaron una alerta de tempestad para el sur de Queensland, con riesgo de “muy  fuertes precipitaciones y un rápido aumento del nivel de las aguas”.

El cauce de los ríos a niveles récord en numerosos lugares amenazan ahora  ciudades del Estado vecino de Gales del Sur.

Otros dos helicópteros del ejército fueron movilizados para ir en ayuda de  los damnificados y de las poblaciones aisladas.

“El impacto a largo plazo es aún difícil de determinar pero hay miles de  nuestros conciudadanos que necesitan de nuestra ayuda”, declaró la primera  ministra Anna Bligh, citada por la agencia AAP.

Las inundaciones ya han costado 1 000 millones de dólares australianos a la  industria minera local, que provee la mitad de la demanda mundial de coke  necesario para la industria siderúrgica.

Según el ministro de Recursos del Estado, el sector está perdiendo 100  millones de dólares diarios.

“Nuestras minas están paralizadas en un 75 por ciento debido a las inundaciones, y  ésto significa un gran impacto sobre los mercados internacionales y sobre la  producción mundial de acero”, declaró Anne Bligh, para la que “esta catástrofe  no tiene precedentes por su extensión en el Queensland”.

Los servicios de socorro temen que el nivel de las aguas permanezca elevado  durante al menos dos semanas, favoreciendo la proliferación de mosquitos  vectores de enfermedades.

También ha advertido a los habitantes contra las serpientes y los  cocodrilos.

“Las serpientes plantean un grave problema. He cerrado todas las puertas  para evitar que entren” en búsqueda de lugares secos, señaló Suzanne Miller,  propietaria de un pub en Rockhampton.

El martes, las Naciones Unidas indicaron que el secretario general Ban Ki-moon seguía de cerca la situación aún cuando Australia no solicitado ayuda.