Por: Graudal Niels Albert, Hubeck-Graudal Thorbjorn y Jurgens Gesche. Cochrane Database of Systematic Reviews. The Cochrane Library, 2011, Issue 11, Art. No. CD004022.
In spite of more than 100 years of investigations the question of reduced sodium intake as a health prophylaxis initiative is still unsolved. To estimate the effects of low sodium versus high sodium intake on systolic and diastolic blood pressure (SBP and DBP), plasma or serum levels of renin, aldosterone, catecholamines, cholesterol, high-density lipoprotein (HDL), low-density lipoprotein (LDL) and triglycerides. [publicada: 11 de diciembre 2012].
Por: M Tohidi, M Hatami, F Hadaegh y F Azizi. Journal of Human Hypertension (2012) 26, 525–532.
Dyslipidemia has been reported as a risk factor for incident hypertension in a few prospective studies, however, no study has specifically assessed different lipid measures including the lipid ratios, that is, total cholesterol (TC)/high-density lipoprotein cholesterol (HDL-C) and triglycerides (TGs)/HDL-C as predictors of hypertension among Middle Eastern women with high prevalences of dyslipidemia and hypertension. The study population consisted of 2831 non-hypertensive women, aged greater than or equal to20 years. We measured lipoproteins, and calculated non-HDL-C and the lipid ratios
Por: Niels A. Graudal, Thorbjørn Hubeck-Graudal y Gesche Jürgens.
The question of whether reduced sodium intake is effective as a health prophylaxis initiative is unsolved. The purpose was to estimate the effects of low-sodium vs. high-sodium intake on blood pressure (BP), renin, aldosterone, catecholamines, and lipids.
Interaction between serum uric acid and triglycerides in relation to blood pressure
Por: F Teng, R Zhu, C Zou, Y Xue, M Yang, H Song y J Liang. Journal of Human Hypertension (2011) 25, 686–691.
El objetivo de este estudio fue examinar la relación independiente entre el ácido úrico sérico (SUA) y la presión arterial, y para evaluar su efecto conjunto sobre la obesidad, glucosa y los lípidos. Las muestras del estudio eran de una encuesta de salud basados en la comunidad de examen en Xuzhou, provincia de Jiangsu de China (2009).
La American Heart Association emite la primera declaración para el tratamiento de los triglicéridos.
La American Heart Association (AHA) ha emitido recientemente su primera declaración sobre el tratamiento de los triglicéridos, en el que se incluyen las recomendaciones para la ingesta de Omega-3 EPA/DHA. Los elevados niveles de triglicéridos llevan mucho tiempo asociados a la enfermedad cardiovascular (CVD). Según la AHA, más del 31% de la población de Estados Unidos ha superado unos niveles elevados de triglicéridos. Además, los datos estadísticos para 2006 de la AHA estiman que 81.100.000 personas de Estados Unidos padecían una o más formas de enfermedad cardiovascular, cobrándose en ese mismo año las vidas de 831.272 personas.
Junto a otros importantes cambios en el estilo de vida, la AHA recomienda una ingesta de 0,5 – 1 g de Omega-3 EPA y DHA para personas con unos niveles de triglicéridos en ayunas en la frontera (150-199 mg/dL), 1 – 2g para personas con elevados niveles de triglicéridos en ayunas (200-499 mg/dL) y 2 – 4g para personas con niveles de triglicéridos muy elevados en ayunas (mayores o iguales que 500 mg/dL). La AHA ha recomendado anteriormente que las personas sanas normales consuman una variedad de pescado (preferiblemente azul) y una toma diaria de 1g de Omega-3 EPA y DHA para pacientes con enfermedad arterial coronaria documentada.
La reciente declaración emitida por la AHA supone un paso muy positivo para mejorar el conocimiento del papel de los triglicéridos en los consumidores de cara al tratamiento de la CVD. A pesar de que la concienciación de los beneficios de Omega-3 es muy elevada entre los consumidores, muchos siguen sin conocer las diversas formas de Omega-3 (EPA, DHA y ALA) o los beneficios de salud de cada una.
Es importante para los consumidores comprender que el pescado proporciona EPA y DHA, mientras que la mayor parte de fuentes de algas solo proporcionan DHA. Además, aunque ALA es un ácido graso esencial, muchos de los beneficios de salud indicados asociados a Omega-3 han sido el resultado de la suplementación con EPA y DHA. A pesar de que el organismo podría en teoría convertir ALA en EPA y DHA, la actual tasa de conversión en muy baja. De hecho, muchos estudios indican que la tasa de conversión podría ser tan baja como del 1% o menor. De este modo, los suplementos de pescado azul y los productos de alimentación enriquecidos con pescado azul son las mejores fuentes de Omega-3 para los consumidores.
Acerca de Omega-3:
Omega-3 es una familia de ácidos grasos esenciales (EFA) entre los que destacan los ácidos EPA (ácido eicosapentaenóico), DHA (ácido docosahexaenóico) y ALA (ácido alfa-linolenico). Los aceites de pescado (como las sardinas, anchoas, caballa y salmón) son las fuentes naturales más conocidas de Omega-3 EPA y DHA. ALA está disponible en plantas, como el lino y la chía. Es importante indicar que EPA y DHA son los contribuidores primarios de los numerosos beneficios de la salud asociados a Omega-3. Aunque el cuerpo puede convertir ALA en EPA y DHA, lo hace de forma poco eficaz (normalmente menos de un 1%), haciendo que sea difícil derivar los beneficios de la salud relacionados de Omega-3 de la planta ALA. Además, aunque Omega-3 EPA y DHA son importantes para la salud general buena, el cuerpo humano no es capaz de producir cantidades suficientes por sí mismo, por lo que el consumo regular de estos nutrientes esenciales es necesario, y se consigue ingiriendo sólo aceites de pescado o alimentos enriquecidos con Omega-3 EPA y DHA, o tomando suplementos de aceite de pescado.
Tomado de la página de Cirugía Cardiovascular de Infomed.
(Fuente: http://www.europapress.es)
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