Association between chlorthalidone treatment of systolic hypertension and long-term survival.
Por: Kostis JB, Cabrera J, Cheng JQ, Cosgrove NM, Deng Y, Pressel SL, y Davis BR. JAMA. 2011 Dec 21;306(23):2588-93.
In the Systolic Hypertension in the Elderly Program (SHEP) trial, conducted between 1985 and 1990, antihypertensive therapy with chlorthalidone-based stepped-care therapy resulted in a lower rate of cardiovascular events than placebo but effects on mortality were not significant.
Por: Toshio Ogihara, Masunori Matsuzaki, Seiji Umemoto, Hiromi Rakugi, Hiroaki Matsuoka, Kazuyuki Shimada, Jitsuo Higaki, Sadayoshi Ito, Akira Kamiya, Hiromichi Suzuki, Yasuo Ohashi, Kazuaki Shimamoto y Takao Saruta for the Combination Therapy of Hypertension to Prevent Cardiovascular Events Trial Group. Hypertension Research (2012) 35, 441–448.
La terapia combinada de la hipertensión para prevenir los eventos cardiovasculares ensayo COPE, demostró que los bloqueadores de los canales de calcio (benidipine) en terapias combinadas con un bloqueador del receptor de angiotensina (ARB), un bloqueador ß-, o un diurético tiazida (tiazida) fueron igual de eficaces en la prevención de eventos cardiovasculares y la consecución del objetivo de presión arterial (BP, 140/90 mm Hg).
Es recomendable tratar la hipertensión arterial en el paciente anciano
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Durante mucho tiempo se puso en duda si el tratamiento antihipertensivo podía mejorar el pronóstico de la hipertensión arterial en el anciano y muchos médicos eran poco propensos incluso a intentar reducir la presión arterial.
La Organización Mundial de la Salud y la Sociedad Internacional de Hipertensión (OMSISH) recoge textualmente que «las personas ancianas son las más afectadas por las enfermedades vasculares relacionadas con la hipertensión arterial».
La hipertensión arterial es un problema frecuente en el anciano, llegando a alcanzar una prevalencia de hasta el 60 al 80%.
Para definir a un anciano como hipertenso se utilizan los mismos criterios señalados para los adultos de 18 años o más, según la clasificación del Joint National Committee (JNC-7), cifras iguales o superiores a 140 mm Hg de presión arterial sistólica y 90 mmHg o mas de presión arterial diastólica . La presión sistólica se incrementa en forma lineal con la edad en contraste con la presión diastólica, por lo que la forma más característica en el anciano es la hipertensión sistólica aislada, respondiendo al 60- 70% de los casos.
Los principales factores de riesgo son: Edad , hombres y mujeres postmenopáusicas, herencia, tabaquismo, dislipemias, diabetes mellitus, hipertrofia ventricular izquierda, nefropatía, enfermedad arterial periférica, retinopatía, obesidad, escasa actividad física, entre otras. Si bien es cierto que la presión arterial aumenta con la edad, esto no ocurre en otras latitudes, como por ejemplo en algunas comunidades tribales lo cual pone en evidencia que factores dependientes del estilo de vida, como la ingestión de sal, influyen en la tendencia a presentarse la hipertensión arterial en pacientes mayores de 60 años.
Los efectos del envejecimiento y la fisiopatología de la hipertensión arterial están interrelacionados y tienden a potenciarse uno a otro: a nivelcardíaco hay hipertrofia de pared posterior del ventrículo izquierdo, además se producen calcificaciones en el aparato valvular. En el árbol vascular vamos a encontrar aumento de ésteres de colesterol que provoca endurecimiento. En el riñón cae el filtrado glomerular y el flujo sanguíneo. A nivel bioquímico encontramos intolerancia a la glucosa, tendencia a la hipercolesterolemia e hiperuricemia, disminución de calcio, magnesio y fosfatos. Todo esto hace que el anciano presente mayor variabilidad tensional, (hipotensión pospandrial, vacios o gapauscultatorios y seudohipertensión).
El diagnóstico de hipertensión arterial se establece cuando se obtienen dos o más determinaciones correctas de presión arterial, tras permanecer el paciente en reposo y relajado durante al menos cinco minutos.
Las pruebas rutinarias de laboratorio recomendadas antes de iniciar la terapia antihipertensiva incluye un electrocardiograma, análisis de orina, glucosa sanguínea y hematocrito, potasio , creatinina , niveles lipídicos ,colesterol y triglicéridos. La Monitorización ambulatoria de la presión arterial (MAPA) proporciona información sobre la Presion arterial durante las 24 horas. La automedición domiciliaria puede ser útil para diagnosticar la hipertensión arterial de bata blanca, valorar la respuesta al tratamiento y aumentar la responsabilidad y participación activa del paciente en su enfermedad.
Se debe insistir en el tratamiento no farmacológico (pérdida de peso, ejercicios moderados, restricción de sal, eliminación de alcohol y tabaco) como coadyuvante ya que potencializa la acción de las drogas antihipertensivas y quizás puede constituir el único tratamiento de pacientes con hipertensión sistólica aislada. La idea estereotipada del anciano como una persona empeñada en sus costumbres e incapaz de modificar sus hábitos de vida debe ir desapareciendo mediante el consejo de forma conceptual e individualizado.
El tratamiento debe iniciarse de forma cautelosa.Se debe comenzar con bajas dosis del fármaco e incrementar paulatinamente espaciando los intervalos al mayor tiempo posible.
En lo que respecta a la elección del fármaco más adecuado, en general, podemos decir que todas las drogas antihipertensivas son efectivas: los diuréticos, los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina , los betabloqueadores, los antagonistas del receptor AT-2 de la angiotensina, los anticálcicos estos, por su mecanismo de acción y tolerancia los convierten en una opción atractiva para el tratamiento de ancianos hipertensos. por cuanto la elección debe basarse en las condiciones clínicas de cada paciente en concreto, hay que ajustar cuidadosamente la dosis y retirar el fármaco en caso de ineficacia o toxicidad.
Algunos de los estudios que sustentan el tratamiento de la hipertensión arterial en el anciano son: el estudio EWPHE, publicado en 1985, en 1991 se publicaron el STOP Hypertension , que incluye pacientes entre 70 y 80 , el SHEP, después el SYST-EUR. Otros estudios realizados en pacientes de edad avanzada son el ELITE, el SCOPE, y el VALISH.
(Fuente: El Jaya)
Eficacia de indapamida SR en el tratamiento de hipertensión sistólica aislada en pacientes ancianos
Por: Miguel Ángel Rivero Navarro, Miguel Ángel Negrete Rivera y Hugo Mendieta Zerón. Revista Latinoamericana de Hipertensión. Vol. 6 – Nº 3, 2011.
La hipertensión arterial sistólica aislada es un padecimiento frecuente en ancianos, y constituye el principal factor de riesgo cardiovascular para enfermedad vascular cerebral (EVC) e infarto agudo del miocardio (IAM) dentro de este grupo de pacientes. Las actuales guías de tratamiento favorecen el uso de terapia farmacológica con diuréticos de tipo tiazídico, grupo al que pertenece la indapamida, como fármacos de primera línea.
Por: Ihab Hajjar, Meaghan Hart, William Milberg, Vera Novak y Lewis Lipsitz.
The AVEC trial is the first study to explore impact of antihypertensives in those who are showing early evidence of cognitive difficulties that did not reach the threshold of dementia.
Success of this trial will offer new therapeutic application of antihypertensives that inhibit the renin angiotensin system and new insights in the role of this system in aging.
Pharmacotherapy for hypertension in the elderly
Por: Musini Vijaya M, Tejani Aaron M, Bassett Ken y Wright James M.
Cochrane Database of Systematic Reviews, Issue 01, 2012.
Treating healthy persons (60 years or older) with moderate to severe systolic and/or diastolic hypertension reduces all cause mortality and cardiovascular morbidity and mortality. The decrease in all cause mortality was limited to persons 60 to 80 years of age.
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