Cuba instó en Ginebra a lograr la paz definitiva, justa y duradera para todos los pueblos en el Oriente Medio, al remarcar que en ese contexto la causa palestina no puede seguir siendo ignorada.
Al intervenir en la Conferencia Internacional de las Naciones Unidas en apoyo de la paz israelo-palestina, Anayansi Rodríguez, representante permanente cubana ante la Oficina de la ONU en esta ciudad suiza, expresó que la Isla reconoce los esfuerzos realizados hasta ahora en materia de iniciativas, dirigidas a resolver esta situación.
Al mismo tiempo, apuntó, reitera que una solución, para que sea realmente viable y sostenible, debe incluir el fin de la ocupación israelí, promover la coexistencia pacífica de dos Estados independientes, sobre la base del establecimiento del Estado soberano de Palestina, con su capital en Jerusalén oriental y según las fronteras previas a 1967, así como una solución justa para el problema de los refugiados palestinos.
Expresamos nuestro pleno respaldo al derecho del Estado de Palestina a ingresar como miembro pleno de las Naciones Unidas y deploramos que tal aspiración siga siendo obstaculizada por los aliados de Israel que con su silencio y actitud cómplice, garantizan la impunidad del primero y la persistencia del status quo, lo que es inaceptable, enfatizó.
Afirmó que la deuda histórica con el pueblo palestino es enorme y debe ser saldada. A la comunidad internacional le compete tomar acciones concretas e inmediatas para poner fin a tan prolongada injusticia, aseveró.
Lograr el cese de los conflictos y el mantenimiento de la paz requieren de la solidaridad, la cooperación y la asistencia internacional renovada y sistemática de la Organización de las Naciones Unidas y de todos sus Estados miembros, precisó.
La representante cubana recalcó que en este caso se incluye exigir a la potencia ocupante, Israel, el reconocimiento de la soberanía, la independencia y la integridad territorial del Estado de Palestina.
A pesar de los reiterados debates sobre el tema, Israel no ha puesto fin a sus políticas agresivas y prácticas colonizadoras, ni a los crímenes de guerra y castigos colectivos cometidos contra el pueblo palestino, al que se le impide el ejercicio de sus derechos humanos fundamentales, todo lo cual constituye una amenaza a la paz y la seguridad regional e internacional.
Mi delegación reitera una vez más su enérgica condena a la campaña israelí de colonización en los Territorios Palestinos Ocupados y a todas las medidas, políticas y prácticas, asociadas a esa campaña, que violan el derecho internacional, el derecho internacional humanitario y las resoluciones de Naciones Unidas, acentuó.
Rodríguez manifestó que la comunidad internacional reclama a las Naciones Unidas que cumpla su responsabilidad y no escatime esfuerzos en adoptar las decisiones necesarias para poner fin a las diversas formas de agresión contra el pueblo Palestino, incluidas acciones que califican como terrorismo de Estado.
Las referidas acciones atentan contra la viabilidad de un Estado Palestino y la posibilidad de solucionar de forma justa y equilibrada el conflicto, añadió.
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