La cirugía de catarata, cualquiera que sea la técnica empleada, modifica el conteo endotelial y provoca una disminución de su diversidad celular. El número de células que se perderán será directamente proporcional al grado de estabilidad previo y a las manipulaciones transoperatorias.
La queratoplastia en niños fue considerada por mucho tiempo una técnica quirúrgica sin éxito, e incluso contraindicada, por el alto índice de falla y rechazo. No obstante, el resultado de esta queratoplastia ha mejorado en la últimas décadas, aunque el resultado visual es inferior a la alcanzada en los adultos.
El dermoide es un tipo de coristoma (tejido embrionario normal en una localización anormal). Son tumores congénitos y benignos que afectan con frecuencia la córnea, formados por inclusiones epidérmicas resultantes del cierre defectuoso de las hendiduras faciales embrionarias.
Guerra Almaguer M et al. Quiste dermoide corneal bilateral. Rev. Cub. Oft. Vol; 2015: 28 (2).
La queratopatía cristalina es una forma de queratitis infecciosa cuyos agentes causales más frecuentes son los Streptococcus del grupo viridans. El Streptococcus mitis es el que se ha aislado preferentemente. Otros microrganismos, como Haemophilus aphrophilus, Peptosreptococcus, Staphylococcus epidermidis, Alternaria y Candida tropicalis,aunque con menor frecuencia, pueden producir este tipo de queratopatía infecciosa.
Cárdenas Díaz T et al.Queratopatía cristalina en EL-DSEK. Rev. Cub. Oft. Vol; 2015: 28 (1).
Las indicaciones de un trasplante de córnea son fundamentalmente: óptica, tectónica, terapéutica y cosmética y en cuanto a la técnica quirúrgica estas pueden ser penetrantes o lamelares, estas últimas anteriores o posteriores. El éxito del trasplante puede ser atribuido a los privilegios inmunológicos de la córnea, y por eso los niveles de éxito del injerto corneal al cabo de un año se encuentran en torno al 90 %.El trasplante corneal contribuye de manera importante a ofrecer un adecuado nivel de recuperación visual en pacientes con opacidades corneales y prevención de ceguera de origen corneal.
La queratopatía bullosa se ha reportado como una de las complicaciones más frecuentes producida por la injuria endotelial durante el acto quirúrgico, agravada por la pérdida celular que ocurre durante el proceso de envejecimiento. Su tratamiento puede ser sintomático u óptico. En el primer caso, el objetivo es el alivio del dolor. El tratamiento con fines ópticos de elección es la queratoplastia, que puede ser penetrante o lamelar posterior. Esta última técnica es la preferida actualmente, ya que permite el cambio selectivo del endotelio dañado.
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