ago 14th, 2020. En: Actualidades.
La pandemia de la COVID-19 está afectando a todo el mundo, incluyéndose aquí los grupos de población clave con mayor riesgo de contraer el VIH. Como consecuencia de los reveses de la COVID-19, corremos el gran riesgo de desandar lo andado y volver atrás en lo que respecta a los avances conseguidos con relación a otras enfermedades infecciosas, incluyéndose aquí el VIH. Ese es precisamente el punto de partida de un nuevo informe publicado por FHI 360, en colaboración con ONUSIDA, en el cual se aconseja sobre cómo minimizar los impactos de la COVID-19 sobre los grupos de población clave.
«Centradas en los grupos de población clave, estas directrices complementan nuestros esfuerzos por apoyar el acceso durante la pandemia de la COVID-19 a los servicios y los productos para la prevención del VIH, así como por acercar a todo el mundo los servicios encargados de la salud sexual y la planificación familiar, la prevención de la violencia de género y el asesoramiento en materia del VIH, y de las pruebas de detección y el tratamiento antirretrovírico», insiste Paula Munderi, coordinadora de la coalición global para la prevención del VIH de ONUSIDA. «Para conservar todo aquello que tanto nos ha costado ganar en la respuesta al sida, es fundamental mantener los servicios básicos del VIH para los grupos de población clave, así como fomentar, y velar por, la seguridad y el bienestar del personal y de los miembros de la comunidad durante esta pandemia de la COVID-19».
Fuente: ONUSIDA
Cada vez hay más pruebas que demuestran un vínculo sustancial entre las epidemias de infección por VIH-1 de transmisión sexual y el virus del herpes simple (VHS) -2. Más de 30 estudios epidemiológicos han demostrado que la prevalencia del VHS-2 se asocia con un aumento de 2 a 4 veces el riesgo de adquirir el VIH-1. La mayoría de las personas infectadas por el VIH-1 están coinfectadas por el VHS-2,y la mayoría experimenta reactivaciones clínicas y subclínicas frecuentes de HSV-2. Estos datos muestran que se justifica una mayor atención al diagnóstico y tratamiento del VHS-2 entre las personas infectadas por el VIH-1, especialmente las que continúan siendo sexualmente activas, las que no reciben terapia antirretroviral o aquellas cuya enfermedad no se suprime bien con los antirretrovirales. Dado el número reciente de estudios que documentan las interacciones epidemiológicas, clínicas y biológicas entre el VHS-2 y el VIH-1, realizamos una revisión sistemática de la literatura. Este artículo revisa los datos que sugieren que el VHS-2 aumenta el riesgo de adquirir el VIH-1; HSV-2 aumenta el riesgo de transmisión del VIH-1; El VIH-1 altera la historia natural del HSV-2; HSV-2 acelera la progresión de la enfermedad por VIH-1; y por qué esta evidencia acumulada merece mayor atención y nuevos enfoques por parte de médicos, epidemiólogos y líderes de salud pública.
Fuente: JAIDS Journal of Acquired Immune Deficiency Syndromes: 15 de abril de 2004 – Volumen 35 – Número 5 – p 435-445
jun 29th, 2020. En: Actualidades.
Un diagnóstico de endocarditis infecciosa o cualquier infección bacteriana de la piel debería ser un indicador para ofrecer la prueba del VIH y de la hepatitis C. Los diagnósticos de endocarditis infecciosa, una infección bacteriana de las válvulas cardíacas potencialmente mortal, se han hecho más frecuentes en los últimos diez años entre las personas con infección por el virus de la hepatitis C (VHC) y aquellas que presentan un trastorno por consumo de opioides en EE UU; sin embargo, los casos se redujeron entre las personas con el VIH. Esta es la principal conclusión de un gran estudio estadounidense cuyos resultados se han publicado en la revista Clinical Infectious Diseases. Ver más…
jun 18th, 2020. En: Actualidades.
La pandemia de la COVID-19 está afectando a todo el mundo, incluyéndose aquí los grupos de población clave con mayor riesgo de contraer el VIH. Como consecuencia de los reveses de la COVID-19, corremos el gran riesgo de desandar lo andado y volver atrás en lo que respecta a los avances conseguidos con relación a otras enfermedades infecciosas, incluyéndose aquí el VIH. Ese es precisamente el punto de partida de un nuevo informe publicado por FHI 360, en colaboración con ONUSIDA, en el cual se aconseja sobre cómo minimizar los impactos de la COVID-19 sobre los grupos de población clave.
«Centradas en los grupos de población clave, estas directrices complementan nuestros esfuerzos por apoyar el acceso durante la pandemia de la COVID-19 a los servicios y los productos para la prevención del VIH, así como por acercar a todo el mundo los servicios encargados de la salud sexual y la planificación familiar, la prevención de la violencia de género y el asesoramiento en materia del VIH, y de las pruebas de detección y el tratamiento antirretrovírico», insiste Paula Munderi, coordinadora de la coalición global para la prevención del VIH de ONUSIDA. «Para conservar todo aquello que tanto nos ha costado ganar en la respuesta al sida, es fundamental mantener los servicios básicos del VIH para los grupos de población clave, así como fomentar, y velar por, la seguridad y el bienestar del personal y de los miembros de la comunidad durante esta pandemia de la COVID-19».
Fuente: ONUSIDA
abr 17th, 2020. En: Actualidades.
Un artículo publicado en Science Translational Medicine ha concluido que inicial el tratamiento antirretroviral dentro de las primeras semanas posteriores a la infección por el VIH conllevaría una reducción del reservorio viral del 99% respecto al tamaño que el reservorio tendría si se iniciara el tratamiento en fase de infección aguda muy avanzada o en fase crónica. Ello vendría a significar que durante las primeras fases de la infección el reservorio viral sería sensible a los antirretrovirales (algo que no sucede en fases posteriores). Ver más…