ago 14th, 2020. En: Actualidades.
La respuesta al sida ha enseñado al mundo la importancia de proteger los derechos humanos y promover la igualdad de género a la hora de luchar contra una enfermedad. Ahora, la COVID-19 ha ampliado aún más el aprendizaje. Desde el comienzo de la pandemia de la COVID-19, ONUSIDA no ha cesado de instar a los Gobiernos a proteger los derechos humanos y prevenir y abordar la violencia de género, una cuestión más importante que nunca, ya que los confinamientos están haciendo que las mujeres y las chicas corran más riesgo de sufrir violencia sexual y dentro de la pareja. Asimismo, en todo este tiempo ONUSIDA ha defendido que los servicios de salud sexual y reproductiva deberían ser considerados esenciales, pues indudablemente lo son.
Fuente. ONUSIDA
ago 14th, 2020. En: Actualidades.
La pandemia de la COVID-19 está afectando a todo el mundo, incluyéndose aquí los grupos de población clave con mayor riesgo de contraer el VIH. Como consecuencia de los reveses de la COVID-19, corremos el gran riesgo de desandar lo andado y volver atrás en lo que respecta a los avances conseguidos con relación a otras enfermedades infecciosas, incluyéndose aquí el VIH. Ese es precisamente el punto de partida de un nuevo informe publicado por FHI 360, en colaboración con ONUSIDA, en el cual se aconseja sobre cómo minimizar los impactos de la COVID-19 sobre los grupos de población clave.
«Centradas en los grupos de población clave, estas directrices complementan nuestros esfuerzos por apoyar el acceso durante la pandemia de la COVID-19 a los servicios y los productos para la prevención del VIH, así como por acercar a todo el mundo los servicios encargados de la salud sexual y la planificación familiar, la prevención de la violencia de género y el asesoramiento en materia del VIH, y de las pruebas de detección y el tratamiento antirretrovírico», insiste Paula Munderi, coordinadora de la coalición global para la prevención del VIH de ONUSIDA. «Para conservar todo aquello que tanto nos ha costado ganar en la respuesta al sida, es fundamental mantener los servicios básicos del VIH para los grupos de población clave, así como fomentar, y velar por, la seguridad y el bienestar del personal y de los miembros de la comunidad durante esta pandemia de la COVID-19».
Fuente: ONUSIDA
jul 7th, 2020. En: Actualidades.
Un estudio publicado en AIDS ha concluido que los hombres con el VIH tendrían un riesgo de padecer problemas en la función pulmonar superior al observado en hombres sin el VIH. La investigación, llevada a cabo entre 2017 y 2018, contó con participantes del Estudio Multicéntrico de Cohortes del Sida (MACS, en sus siglas en inglés), una cohorte formada por hombres gais, bisexuales y otros hombres que practican sexo con hombres (GBHSH) con o sin el VIH. El objetivo principal del presente estudio fue comparar la función pulmonar de hombres con el VIH con la de hombres sin el VIH por medio de dos técnicas: espirometría (que obtiene dos parámetros: FEV1 [acrónimo en inglés de volumen espiratorio forzado en 1 segundo] y FVC [capacidad vital forzada, en sus siglas en inglés, máximo volumen exhalado partiendo de una inspiración máxima]) y capacidad de difusión de monóxido de carbono (nombrada bajo el acrónimo en inglés DLCO).
Fuente: Grupo de Tratamiento sobre VIH
jun 29th, 2020. En: Actualidades.
Se observarían mayores tasas de hipertensión entre aquellas personas que toman tratamiento antirretroviral, aunque la mayor supervivencia de estos pacientes en tratamiento podría explicar esta diferencia. Un estudio publicado en Journal of Hypertension ha concluido que una cuarta parte de las personas con el VIH tendrían hipertensión. Se trata de un metaanálisis que incluyó 194 estudios a escala mundial. La prevalencia de hipertensión fue máxima en Norteamérica y en Europa central y occidental, aunque más de la mitad de las personas con el VIH e hipertensión vivirían en el África subsahariana. La hipertensión estuvo más presente entre quienes tomaban terapia antirretroviral que entre quienes no la tomaban, aunque ello podría deberse tanto a efectos adversos de los antirretrovirales como a que las personas en tratamiento viven más años y la edad aumenta el riesgo de hipertensión. Ver más…
jun 29th, 2020. En: Actualidades.
Un diagnóstico de endocarditis infecciosa o cualquier infección bacteriana de la piel debería ser un indicador para ofrecer la prueba del VIH y de la hepatitis C. Los diagnósticos de endocarditis infecciosa, una infección bacteriana de las válvulas cardíacas potencialmente mortal, se han hecho más frecuentes en los últimos diez años entre las personas con infección por el virus de la hepatitis C (VHC) y aquellas que presentan un trastorno por consumo de opioides en EE UU; sin embargo, los casos se redujeron entre las personas con el VIH. Esta es la principal conclusión de un gran estudio estadounidense cuyos resultados se han publicado en la revista Clinical Infectious Diseases. Ver más…