Las metas del ODM 6 relacionadas con el sida —frenar y comenzar a reducir la propagación del VIH— se han alcanzado y superado, según un informe publicado hoy por el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA). Las nuevas infecciones por el VIH han disminuido en un 35 % y las muertes relacionadas con el sida en un 41 %. La respuesta mundial al VIH ha evitado 30 millones de nuevas infecciones por el VIH y casi 8 millones (7,8 millones) de muertes relacionadas con el sida desde 2000, cuando se establecieron los ODM.
El mundo ha cumplido el compromiso de frenar y comenzar a reducir la epidemia de sida, dijo Ban Ki-moon, secretario general de las Naciones Unidas. Ahora hemos de comprometernos a poner fin a la epidemia de sida, en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
FUwnte: ONUSIDA
En el Día Internacional de la Vacuna contra el VIH, ONUSIDA hace un llamamiento para reafirmar el compromiso global para hallar una vacuna eficaz contra el VIH. Una vacuna sería un gran paso hacia el fin de la epidemia del sida. En los últimos tiempo hemos asistido a prometedores avances científicos, que constituyen un motivo de esperanza para el futuro desarrollo de una vacuna contra el VIH, dijo el director ejecutivo de ONUSIDA, Michel Sidibé
ONUSIDA se compromete a no dejar a nadie atrás en la respuesta al VIH. Una gran ventaja de las vacunas es que promueven la equidad y pueden utilizarse eficazmente en todas las comunidades y entornos, también donde resulta difícil ofrecer muchos servicios sanitarios.
Los estudios muestran que una vacuna contra el VIH es posible. En 2009, el ensayo de la vacuna RV144 redujo la tasa de infección por el VIH en un 31 %. Hay muchos motivos para confiar en el éxito de las investigaciones actuales basadas en ese ensayo. También se están estudiando nuevas vacunas experimentales, así como anticuerpos neutralizantes. Las vacunas han erradicado la viruela y la poliomielitis está cerca de ser erradicada. También han controlado eficazmente la difteria, la tosferina, el tétanos, las paperas, el sarampión y la rubéola, entre otras enfermedades infecciosas.
Fuente: ONUSIDA
El mundo está embarcándose en una estrategia de aceleración para poner fin a la epidemia de sida para el año 2030. Para alcanzar esta meta visionaria tras tres décadas de la más grave epidemia que se recuerde, los países deberán hacer uso de las poderosas herramientas con las que se cuenta, exigirse mutuamente resultados y garantizar que nadie quede en el olvido.
Fuente: ONUSIDA
En el documento El Estado Mundial de la Infancia de UNICEF, publicado el 20 de noviembre, se analiza el empleo de la innovación como herramienta para mejorar las vidas de los millones de niños más desfavorecidos del mundo y para abordar la división existente entre aquellos que lo tienen casi todo y aquellos que no tienen prácticamente nada.
En el marco del 25 aniversario de la Convención sobre los Derechos del Niño, el informe presenta un programa para el cambio en la que los gobiernos, la sociedad civil, las empresas, los organizadores comunitarios y un amplio abanico de actores trabajen juntos para encontrar soluciones creativas a los problemas más apremiantes a los que se enfrentan los niños. Se aboga por que estas soluciones crucen fronteras, traspasen los límites y forjen nuevas redes globales en un mundo cada vez más interconectado con el propósito de desafiar a la iniquidad y la injusticia.
En el informe se señala que es preciso actuar de inmediato, ya que millones de niños siguen haciendo frente a la discriminación, el abuso físico y sexual y el abandono. El 20% de los niños más pobres tienen el doble de posibilidades que el 20% de los más ricos de morir antes de que cumplan cinco años; además, casi una cuarta parte de los niños que viven en los países menos desarrollados son víctimas del trabajo infantil.
Fuente: ONUSIDA
En el Día Mundial del Sida 2014, alcaldes de todo el mundo han firmado en París una declaración para poner fin a la epidemia de sida en sus ciudades. En dicha declaración, denominada Declaración de París, los alcaldes se comprometen a adoptar una serie de compromisos para acelerar la respuesta al sida en las ciudades con el objetivo de poner fin a la epidemia. Entre tales compromisos se encuentra alcanzar los objetivos 90-90-90 de ONUSIDA, que consisten en que el 90 % de las personas que viven con el VIH conozcan su estado serológico, que el 90 % de quienes conocen su estado serológico positivo sigan un tratamiento y suprimir la carga viral del 90 % de las personas en tratamiento, para que se mantengan sanas y se reduzca el riesgo de transmisión del VIH.
Poner fin a la epidemia de sida es posible si las grandes ciudades del mundo actúan de manera inmediata y decisiva para acelerar su respuesta al sida para el 2020, afirmó Michel Sidibé, director ejecutivo de ONUSIDA. Una Respuesta Rápida al sida en las ciudades también fomentará que surjan nuevos programas avanzados de prestación de servicios, que facilitará a las ciudades el tratamiento de otros problemas de salud pública, como la tuberculosis, la salud sexual y reproductiva, la salud materna e infantil, la violencia de género y las enfermedades no transmisibles.
Fuente: ONUSIDA
Un nuevo informe elaborado por ONUSIDA revela que 19 de los 35 millones de personas que viven con el VIH en todo el mundo no saben que son VIH-positivas.
La vida o la muerte de una persona no debería depender de la posibilidad de acceder a una prueba del VIH, afirma Michel Sidibé, director ejecutivo de ONUSIDA. Se requiere un escalamiento eficaz para eliminar las diferencias entre las personas que conocen su condición de VIH-positivas y las que no, las personas que pueden acceder a servicios y las que no y las personas que reciben protección y aquellas a las que se les castiga.
El Informe de déficits y diferencias de ONUSIDA revela que, cuando las personas conocen su estado serológico positivo, solicitan recibir un tratamiento que puede salvarles la vida. En África subsahariana, casi el 90 % de las personas VIH-positivas tienen acceso al tratamiento antirretrovírico (TAR). Además, existen investigaciones que demuestran que en África subsahariana, el 76 % de las personas que reciben TAR ha logrado la supresión vírica, lo que reduce las probabilidades de que transmitan el VIH a sus parejas sexuales. El análisis de nuevos datos demuestra que por cada incremento del 10 % en la cobertura del tratamiento, se produce una disminución del 1 % de las nuevas infecciones entre las personas que viven con el VIH.
Fuente: ONUSIDA