Es el momento de dar la alarma. Durante los últimos 3 años, el gonococo se ha hecho menos susceptible a nuestra última línea de defensa antimicrobiana, poniendo en peligro nuestra capacidad para curar la gonorrea y evitar secuelas graves.
La gonorrea es la segunda enfermedad transmisible más comúnmente reportada en los Estados Unidos, con una incidencia estimada de más de 600.000 casos al año. Afecta de manera desproporcionada las poblaciones vulnerables como las minorías que son marginadas por su raza, grupo étnico u orientación sexual. Por desgracia, la resistencia de la Neisseria gonorrhoeae a los agentes antimicrobianos se ha desarrollado rápidamente: se convirtió en resistente a la sulfanilamida en la década de 1940, a las penicilinas y las tetraciclinas en la década de 1980, y a las fluoroquinolonas por el 2007. Cuando la prevalencia de la resistencia a los antimicrobianos en el Gonococcal Isolate Surveillance Project (GISP) excede al 5 %, las recomendaciones nacionales de tratamiento cambian para centrarse en fármacos más eficaces. En este momento las opciones de tratamiento recomendadas por los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), se limita a la tercera generación de cefalosporinas.
Sin embargo, la susceptibilidad a las cefalosporinas se ha ido reduciendo rápidamente. La amenaza de una gonorrea incurable definitivamente es una realidad. Vea más información en el artículo.
The Emerging Threat of Untreatable Gonococcal Infection. Gail A. Bolan, M.D., P. Frederick Sparling, M.D., and Judith N. Wasserheit, M.D., M.P.H. New England Journal of Medicine 366:485-487; February 9, 2012.
A más de un cuarto de siglo del descubrimiento del virus causante del sida por el médico y virólogo francés Luc Montagnier, ¿cómo calificaría globalmente la situación actual de esta enfermedad?, pregunté en La Habana a la doctora María Isela Lantero Abreu, especialista en Epidemiología, jefa del Departamento de ITS/VIH/Sida, del Ministerio de Salud Pública.
Indicó que el programa conjunto de las Naciones Unidas para el sida (ONUSIDA) en su informe mundial del 2011 estimó en 34 millones el número de personas con VIH, en 1,8 millones las muertes a causa del sida y en 2,7 millones los nuevos casos de infección por VIH, entre los que se cuentan casi 400 000 niños.
Aun cuando mundialmente se reflejan avances en el acceso a cuidados y en la disminución de la trasmisión de madre a hijo, solamente el 48 % de las embarazadas recibieron tratamiento efectivo para prevenir la infección.
Al referirse a nuestro país, dijo que se realizan grandes esfuerzos y se destinan cuantiosos recursos para hacer sostenibles los avances alcanzados, disminuir el impacto social y económico de la epidemia, y garantizar la atención y apoyo integral a todos los afectados. La población tiene un alto nivel de información, reconoció, se ha acrecentado en los últimos años el número de personas que usan condones, y se llega con acciones educativas a una progresiva cantidad de personas. Sin embargo, no se ha incrementado a los niveles necesarios la percepción de riesgo de adquirir VIH que tiene la población.
En Cuba, más del 85 % de los diagnosticados tienen entre 15 y 49 años, los restantes se distribuyen entre los mayores de 50, con cierta tendencia al incremento en los últimos años en hombres y mujeres de más de 60 años, y 8 de cada 10 personas con VIH son hombres.
La doctora Lantero informó también que en nuestro país casi 9 de cada 10 hombres han adquirido la infección a través de relaciones sexuales sin protección con otros hombres. Su mayor vulnerabilidad la condiciona la interacción de factores biológicos, psicológicos y sociales.
El sida continúa siendo una enfermedad que no tiene cura. Vivir con VIH no resulta fácil para los afectados, sus familias y allegados. Prevenirlo continúa siendo la mejor opción, resumió la especialista.
Fuente: Periódico Granma digital
La adolescencia es una etapa de grandes y vertiginosos cambios en lo biológico, psicológico y social. La sexualidad aparece en el primer plano de las preocupaciones y de las transformaciones que caracterizan a esta etapa. Se comprenderá por lo antes dicho que los procesos y eventos de la salud sexual y reproductiva para estas edades pueden transcurrir en medios de conflictos, desconocimiento y labilidades, si a ello agregamos la condición de una enfermedad crónica no transmisible como es la diabetes mellitus tipo I, una de las enfermedades crónicas más importante de la niñez y la adolescencia en todo el mundo.
Al focalizarnos al adolescente con DM debemos recordar, que las infecciones de transmisión sexual representan un riesgo más elevado en este grupo que en el resto de los adolescentes, especialmente, si no tienen una educación al respecto adecuada, ya que se añaden a los factores de riesgo de estas infecciones las alteraciones metabólicas existentes en ellos.
Intervención educativa sobre las ITS / VIH/ SIDA en adolescentes con Diabetes Mellitus Tipo 1. Eneisy Basulto Marrero, Edilberto Machado del Risco, Frank Ernesto Medina Alí, Antonio Manuel Gutiérrez Macías. Ciencias Holguín, Año XVIII, No. I, enero 2012.
Rhodococcus equi es un cocobacilo aerobio, grampositivo, intracelular, no móvil y débilmente ácido alcohol-resistente, denominado antes Corynebacterium equi. Este microorganismo está ubicado actualmente dentro del orden Actinomycetales, en el cual están incluidas otras especies bacterianas de importancia médica de los géneros Corynebacterium, Mycobacterium, Nocardia y Gordona.
El género Rhodococcus fue descrito por primera vez por Zopf en 1891 y cuenta con 30 especies, de las cuales R. equi es considerado el patógeno oportunista más importante en los animales, incluido el hombre. El primer caso de infección en humanos fue reportado en 1967 y en la actualidad existen más de 200 casos descritos. En los últimos años, este microorganismo ha emergido como un importante patógeno asociado a infecciones pulmonares, sistémicas e invasivas en pacientes inmunocomprometidos.
Recientemente, Silva y otros encontraron 9,3 % de infección por R. equi en 546 pacientes con sospecha de tuberculosis pulmonar. Estos autores plantearon que este patógeno no es tan infrecuente y sugirieron la posible identificación de R. equi en muestras respiratorias de pacientes con sospecha de tuberculosis/VIH. Este microorganismo en muy raras ocasiones infecta a individuos inmunocompetentes, sin embargo, puede causar la muerte hasta en 55 % de pacientes infectados por el VIH/sida.
La adecuada y definitiva identificación del microorganismo requiere de una batería de métodos bioquímicos y enzimáticos, que en muchas ocasiones no están disponibles en los laboratorios de microbiología clínica. Heidmann y otros plantean la importancia del cultivo del patógeno a partir de lavados transtraqueales y la posterior identificación por métodos citológicos y moleculares. Entre estos últimos, aquellos basados en la reacción en cadena de la polimerasa (PCR, sigla en inglés) y en el polimorfismo en la longitud de los fragmentos de restricción (RFLP, sigla en inglés) muestran excelentes resultados para la identificación de R. equi. Este trabajo tiene como objetivo confirmar la presencia de R. equi en líquido pleural mediante la técnica de RFLP.
Rhodococcus equi en paciente VIH/sida: primera detección molecular en Cuba. Salazar Rodríguez Daniel, Reyes Teresa Migdalia, Rodríguez Delgado Francisco, Bandera Tirado Francisco, Reyes Pérez Angélica, Medina Almenares Vilma Z et al. Rev Cubana Med Trop, 2011 Dic; 63(3): 253-256.
El beneficio de la terapia antirretroviral en niños está bien establecido. En este estudio se compara la respuesta inmunológica y virológica al tratamiento iniciado antes o después de 3 meses de edad.
El grupo que inició temprano el tratamiento ofreció una mejor respuesta a corto plazo, aunque la evolución después de 12 meses de edad fue similar en ambos grupos. Con este hallazgo se sugiere que los bebés con infección perinatal por VIH deberían comenzar con la terapia antirretroviral (ARV) antes de los 3 meses de edad.
El comienzo temprano del tratamiento en los bebés infectados con VIH a través de la madre, actualmente está recomendado en todas las guías. Pero deberían realizarse más esfuerzos para establecer el diagnóstico de la infección lo antes posible después del nacimiento.
Short- and Long-term Immunological and Virological Outcome in HIV-Infected Infants According to the Age at Antiretroviral Treatment Initiation. Tessa Goetghebuer, Jerome Le Chenadec, Edwige Haelterman, Luisa Galli, Catherine Dollfus, Claire Thorne, Ali Judd, Olivia Keiser, Jose Tomas Ramos, Jack Levy, Josiane Warszawski, European Infant Collaboration Groupa. Clinical Infectious Diseases 2011 : cir950v1-cir950.
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