VIH/Sida: Rostros de un sin rostro

El 80 por ciento de los cubanos que se mantienen con vida. Imegn: Vladia Rubio. CuabSíRené S. Conde se inscribe entre el 80 por ciento de los cubanos que se mantienen con vida, de los más de 17 mil diagnosticados por infección del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) desde 1986, cuando dio comienzo la epidemia, a la fecha. Sus 76 años fornidos y dinámicos no delatan que en su sangre circula el temible microrganismo, mantenido a raya por los antirretrovirales y otros medicamentos. Jubilado y en la actualidad custodio de un central azucarero, René no ahorra sonrisas para darle gracias a la vida y, sobre todo, al gobierno cubano, que le ha permitido ver crecer a sus nietos y su biznieta.

Nacido en un humilde hogar de Ciro Redondo, Ciego de Ávila, se pregunta cómo le hubiera sido posible sobrevivir si no existiera un sistema de salud pública como el de esta Isla, que no duda al invertir en medicamentos para pacientes como él, sin contar la dieta reforzada que reciben cada mes de manera subsidiada.

Pero no todos son conscientes de estas realidades reconocidas por el avileño, de ahí que el doctor Jorge Pérez Ávila, director del Instituto de Medicina Tropical Pedro Kouri (IPK), declarara en el pasado año a la televisión cubana: «Los cubanos sabemos lo que nos falta, pero no lo que tenemos».

Un bien pensado y añejo spot televisivo indicaba que el sida no tiene rostro, pueden estar contagiados y contagiar, lo mismo una joven de figura angelical que un abuelo que un muchachón de porte atlético. Es sabido que no hace distinciones de edad, sexo, raza o procedencia social.

Sin embargo, esta Isla puede preciarse de exhibir la más baja tasa de prevalencia del sida en el Caribe. A la vez, en Cuba se eliminó como problema de salud la transmisión materno-infantil del VIH, según declaró al periódico Trabajadores María Isela Lantero, jefa del Departamento de ITS/sida del Ministerio de Salud Pública, quien subrayó la voluntad política que apoya este y otros empeños relacionados con la epidemia.

Ello es debido, entre otras razones, a la estrategia multisectorial aquí desplegada para la prevención y control de esa enfermedad, en lo que juegan importantes roles la propia concepción y organización del sistema de salud pública cubano así como sus promotores y activistas. Merece un subrayado especial lo logrado por el programa Línea Ayuda y los medios de comunicación. También ha resultado importante la contribución de organismos internacionales, en especial, del Fondo Global de Lucha contra el VIH/Sida.

Aun así, aunque es posible que Cuba esté comenzando a controlar la epidemia, según declaró a la prensa el doctor Pérez Ávila durante el reciente congreso Biotecnología Habana, «…tenemos que seguir trabajando, porque es una enfermedad que causa dolor, tristeza y muertes». (Vladia Rubio)

Fuente: CubaSí. Diciembre 3/2012