Avanzan en Cuba investigaciones para el desarrollo de candidatos vacunales contra el dengue y el VIH.
Cuba mantiene un proyecto nacional y multidisciplinario de investigaciones para el desarrollo de vacunas profilácticas y terapéuticas contra el dengue y el VIH, con resultados que hasta el momento han sido positivos, aunque aún están en proceso de estudio y fase de prueba, y se requieren varios años antes de tener una respuesta efectiva.
Previo a la inauguración del congreso internacional Biotecnología Habana 2012, dialogamos con varios especialistas del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB), y el Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK), quienes lideran o participan en estos programas. Aunque en Cuba el dengue no es endémico, constituye una enfermedad peligrosa que puede derivar en epidemias y, de no ser tratada a tiempo, puede causar la muerte. Según explicó a JR Guadalupe Guzmán, jefa del Departamento de Virología del IPK, este virus constituye un serio problema en la región de las Américas, donde en el año 2010 provocó más de un millón de infestados.
De ahí que nuestro país haya implementado una estrategia de prevención e investigación, que incluye la búsqueda de una vacuna por vía recombinante que, además de beneficiar la salud, tendrá facilidades de producción, pues el país tiene la capacidad necesaria, señaló la especialista.
Señales alagüeñas pero no definitivas
Aunque el VIH tiene una prevalencia en Cuba de solo un 0,19 por ciento, cifra menor a la de la mayoría de los países del mundo, la lucha contra esta pandemia no cesa, tanto en el campo de la prevención y la educación como en la investigación científica: en la búsqueda de vacunas terapéuticas y profilácticas, así como de terapias antirretrovirales que ayuden a los pacientes.
Para los 15 824 casos de VIH detectados desde 1986 es un anhelo encontrar una cura o terapia que reduzca el nivel de virus en sangre, de modo que se aumente la esperanza de vida y la calidad de la misma. En este sentido, durante más de cuatro décadas, diversos centros científicos del país trabajan en este propósito. Instituciones como el CIGB han liderado importantes estudios, en colaboración con el IPK.
Fuente: Periódico Juventud Rebelde