El consumo de alcohol y el sida

Botellas de bebidas alcohólicasEl consumo de alcohol es, por sí solo, un factor de riesgo directamente relacionado con la práctica de relaciones sexuales sin protección. Y como estas prácticas están incluidas dentro de los comportamientos considerados de alto riesgo en la transmisión de ITS, está claro que el papel del consumo de alcohol en la transmisión del VIH y otras ITS debe ser considerado un tema clave en la salud pública.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el uso nocivo del alcohol entre los jóvenes es un motivo de creciente preocupación en numerosos países, porque reduce el autocontrol y aumenta las conductas de riesgo. Según las estadísticas es una causa fundamental de traumatismos (en particular de los causados por el tránsito), violencia (especialmente violencia doméstica) y muertes prematuras.

Aún cuando en la actualidad se ha avanzado mucho en la formulación de políticas y programas de educación y prevención, y en su aplicación, vigilancia y evaluación, cada día se contagian alrededor de 2400 jóvenes, y a nivel mundial hay más de 5 millones de jóvenes afectados por el VIH/sida.

En un trabajo publicado en la revista Addiction se analizaron los datos obtenidos de la revisión sistemática de estudios aleatorios controlados para determinar la asociación entre el contenido de alcohol en la sangre (BAC) y la percepción subjetiva de la probabilidad de usar un condón durante el coito.

Después de analizados los resultados, los investigadores encontraron que el consumo de alcohol afecta la toma de decisiones y que este efecto aumenta con la cantidad de alcohol consumida. Cuanto más alcohol consumieron los participantes en los estudios, mayor fue su voluntad de participar en relaciones sexuales desprotegidas.

Los programas de prevención del VIH/sida deben incluir los resultados de estudios como este. Los esfuerzos para reducir el consumo y, especialmente, para reducir el consumo excesivo de alcohol, no sólo evita poner en peligro el sistema inmunológico, sino que también reduce la posibilidad de participar en prácticas sexuales de riesgo, reduciendo así el número de nuevas infecciones por el VIH.

La prohibición de la publicidad del alcohol y la regulación del acceso al mismo, son estrategias que reducen eficazmente su consumo entre los jóvenes. Las intervenciones breves de asesoramiento y apoyo ante los casos de consumo de alcohol, también pueden ayudar a reducir el uso nocivo del mismo.

Fuentes:
Riesgos para la salud de los jóvenes. OMS.
Revista Addiction. Disponible en Hinari para los usuarios de la red nacional de salud.