San Diego, 27 dic (Notimex) La secretaria de Salud de California, Kimberly Belshé, reveló hoy que los estadunidenses desechan al año 45 600 toneladas de colillas de cigarrillos, lo cual se traduce en un importante contaminante ambiental.
Luego de anunciar una nueva campaña contra el hábito de fumar en California, la funcionaria dijo que son 100 millones de libras de colillas de cigarros que afectan al ambiente.
Belshé expresó que las colillas de cigarros son la basura que más se encuentra en el país, desde las orillas de las carreteras a las playas, y en las calles y caminos de cualquier poblado y ciudad.
Señaló que éstas concentran químicos tóxicos de los cigarros, toda vez que están hechas con acetato de celulosa y plásticos que no son biodegradables.
La nueva campaña de California se basa en comerciales de televisión en los que participa la señora Debi Austin, una activista contra el tabaquismo, quien apareció por primera vez en un anuncio televisivo en 1997.
“Fumé mi primer cigarrillo cuando tenía 13 años; traté de dejarlo, pero no pude. Dicen que la nicotina no es adictiva; cómo pueden decir eso”, decía Austin al dar una aspirada a un cigarrillo a través de un agujero que cirujanos le hicieron en el cuello para salvarla de un cáncer que le surgió en la faringe.
La secretaria de Salud de California explicó que las campañas en este estado han ayudado a reducir en más de 40 por ciento el tabaquismo entre adultos y esta nueva ofensiva con anuncios está enfocada en el daño que el tabaco hace al medio ambiente.
Uno de los mensajes dice que cuando una persona acostumbra a fumar en interiores, además de poner en riesgo a otras personas, las partículas de químicos y tóxicos que desprende el cigarro permanecen
dic 28th, 2010. En: Noticias.
Río de Janeiro, 27 dic (IPS) La agricultura, ya acosada por sequías, calor excesivo y eventos meteorológicos extremos, debe prepararse para las novedades que traerá el calentamiento de la Tierra en materia de plagas y enfermedades.
En Brasil, el proyecto Impacto del Cambio Climático Global sobre Problemas Fitosanitarios (Climapest) reúne a 134 investigadores de 37 instituciones, dedicados a evaluar posibles efectos y riesgos futuros y a orientar políticas y alternativas de adaptación para esta potencia agrícola sudamericana y mundial.
Los cambios “no necesariamente agravan las enfermedades” agrícolas, el aumento de la temperatura o del gas carbónico pueden favorecer o no la proliferación de ciertos microorganismos, pero es importante prever escenarios futuros ya que “generar soluciones demanda tiempo”, explicó Raquel Ghini, líder del proyecto.
Los pequeños problemas de hoy pueden convertirse en causa de grandes pérdidas en las futuras condiciones, advirtió a Tierramérica la agrónoma y fitopatóloga Ghini, del Centro de Medio Ambiente de la estatal Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria (Embrapa, por sus siglas en portugués).
Los hongos, virus y otros agentes de daños agrícolas están entre los organismos que reaccionan con más rapidez a los cambios, por su corto ciclo de vida y por su capacidad de multiplicarse a gran velocidad.
El Climapest comenzó en enero de 2009 y tiene un plazo de cuatro años para estudiar 85 problemas fitosanitarios de 16 cultivos, entre ellos productos de gran exportación como el café y la soja, frutales –banano, manzana y uva– además de palma africana y ricino, que empiezan a ganar importancia como materia prima del biodiésel.
Los aspectos a evaluar serán los efectos del aumento del dióxido de carbono atmosférico, de la temperatura y de la radiación ultravioleta B sobre microorganismos, enfermedades, plagas y especies invasoras.
La futura distribución geográfica y temporal de esos enemigos de la productividad agrícola es otro objetivo de las investigaciones.
Por ejemplo, las zonas proclives a la enfermedad que más afecta el rendimiento del banano disminuirán en forma gradual en Brasil -especialmente en la hipótesis más pesimista de aumento de los gases invernadero-, dijo Ghini. Esto se debe a que habrá menos humedad, necesaria para el hongo que la causa, la sigatoka negra (Mycosphaerella fijiensis), explicó.
En cambio, el nemátodo Meloidogyne incognita y otra plaga conocida como “bicho-mineiro” (Leucoptera coffeella) se volverán más dañinos para el café, porque el aumento de la temperatura les permitirá tener generaciones más cortas y por tanto una infestación más intensa.
El proyecto está elaborando mapas que indican la evolución geográfica de los enemigos de cada cultivo, según los mejores y peores escenarios climáticos trazados para 2020, 2050 y 2080 a partir de los cinco modelos globales del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (conocido por sus siglas en inglés IPCC).
Hacia fines de 2012, el Climapest espera disponer de un conjunto de mapas e informaciones sistematizadas sobre riesgos fitosanitarios, para orientar estrategias de toma de decisión en los distintos sectores, señaló Emília Hamada, segunda de Ghini en el proyecto y encargada de escenarios futuros.
Estos materiales son importantes también para “dirigir investigaciones complementarias” y para el mejoramiento genético destinado a generar resistencia a las plagas y enfermedades más graves, dijo a Tierramérica Hamada, investigadora de Embrapa Medio Ambiente.
Investigar “uno por uno” los principales problemas fitosanitarios de cada cultivo y su evolución de acuerdo con las hipótesis climáticas tiene su complejidad. En general, la temperatura en aumento favorece las plagas, pero puede haber “excepciones si se sobrepasa un límite”, observó Hamada.
En el caso del curuqueré (Alabama argillacea), una oruga que ataca el algodón, aún se estudia cómo reacciona al calentamiento, si éste acelera o no sus ciclos vitales y por tanto su reproducción, señaló.
La respuesta a las migraciones y modificaciones de las plagas, enfermedades y especies invasoras será recurrir en primera instancia a los agroquímicos, porque son los productos disponibles, pero “a largo plazo” se debe desarrollar el control biológico, que hace parte de la “nueva cultura” y la tendencia ambiental, reconoció Ghini.
A veces se logran soluciones creativas de “control alternativo”, como el uso de leche diluida en agua contra el oídio, una enfermedad provocada por el hongo Sphaerotheca fugilinea. Es un método “más barato que los fungicidas y con la ventaja de que no genera resistencia”, destacó.
El hongo es vulnerable a los microorganismos existentes en la leche de vaca, y basta una mezcla de cinco por ciento de ésta y 95 por ciento de agua para evitar la enfermedad que blanquea las hojas de la vid, de las leguminosas y de varios cultivos hortícolas, debilitando a las plantas porque reduce su capacidad de fotosíntesis, explicó Ghini.
El oídio es “la enfermedad del cambio climático”: se disemina con el aumento de la temperatura y la menor humedad en las hojas, pero encontró un antídoto muy barato y de fácil acceso, que ya se adoptó en varios países. Además, como no tiene patente, su uso es libre.
La cuestión del clima es una prioridad de Embrapa, un sistema de 42 centros de investigación distribuidos por Brasil que, en sus 37 años de vida, contribuyó en forma decisiva en los rendimientos de este gigante agropecuario, abriendo fronteras para cultivos antes considerados inadecuados al clima tropical, como la soja.
Pero en sus investigaciones falta estudiar el papel de los agrotóxicos en la expansión y proliferación de las plagas, al fomentar la resistencia de hongos y otros microorganismos a los mismos venenos químicos, matizó Jean Marc von der Weid, coordinador de la organización no gubernamental Asesoría y Servicios a Proyectos en Agricultura Alternativa.
Los efectos del clima alterado se presentan en una “naturaleza con desequilibrios provocados por los agrotóxicos” que retroalimentan problemas fitosanitarios, tratados a su vez “con más agrotóxicos”, sostuvo el economista y defensor de la agroecología.
El mismo control biológico desarrollado por Embrapa, aunque es bienvenido, “tiene el vicio de volverse un ‘agrotóxico limpio'”, al introducir nuevos microorganismos en la naturaleza, dijo a Tierramérica. “La mejor prevención es mantener el equilibrio natural, que reduce riesgos y daños”, concluyó.
dic 28th, 2010. En: Noticias.
Washington, 27 dic (PL) Sismos, olas de calor, lluvias torrenciales, volcanes, tifones, aludes, heladas y sequías afectaron al planeta durante el 2010, un período marcado por los más mortíferos y costosos desastres naturales de las últimas décadas.
Más de 250 000 fallecidos, millones de dólares en pérdidas materiales, agricultura, infraestructura, es el saldo inicial de un año que inició con el terremoto en Haití, el más catastrófico, aunque no el único. Turquía, China e Indonesia, padecieron también eventos como este.
Informaciones del Servicio Geológico de Estados Unidos, reportaron que hasta diciembre ocurrieron unos 20 terremotos de magnitud siete o más en la escala de Richter, mientras la media se estima en 16 anuales.
Inundaciones en Paquistán que cegaron la vida de miles personas, una ola de calor en Rusia -que fijó un récord nacional con temperaturas de 43,8 Celsius- , fueron catalogados entre los problemas más graves de los últimos meses.
Este año no hubo huracanes o ciclones de gran magnitud en zonas habitadas, sin embargo, lluvias torrenciales azotaron América Latina, Australia e Indonesia, así como inundaciones en Tailandia y Vietnam, y sequías en la cuenca del Amazonas y el suroeste de China.
Por su parte, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) indicó que existe una tendencia global hacia una elevación de la temperatura del planeta, y es casi seguro que 2010 sea uno de los más calurosos de la historia.
Esos eventos no habrían ocurrido sin el calentamiento global, manifestó Kevin Trenberth, jefe de análisis climático del Centro Nacional de Estudios Atmosféricos en Boulder, Estados Unidos.
La Tierra continúa mostrando evidentes señales de un progresivo e imparable calentamiento global, a expensas de la actividad humana, aseguran investigadores.
dic 27th, 2010. En: Noticias.
Puerto Príncipe, 27 dic (PL) El ministerio haitiano de Salud Pública cifró hoy en 2 707 los muertos por el cólera en el país, también con 128 251 contagiados desde la aparición de la epidemia en octubre pasado.
Esa entidad precisa que la afección intestinal invadió el territorio nacional, pero mantiene mayor presión en el norteño departamento de Artibonite, donde comenzó la enfermedad y se halló la bacteria Vibrio Cholerae en el río homónimo que lo atraviesa.
La sureña provincia de Nippes, la última en registrar fallecimientos, ya contabiliza 44 decesos.
Sin embargo, en Grand Anse, (Suroeste), la situación continúa complicada porque la población asocia el brote con hechicerías y no cumple con las disposiciones establecidas para casos de cólera.
Las autoridades locales prevén intensificar las campañas educativas en ese departamento para sensibilizar e informar al pueblo acerca de las precauciones higiénicas, principales síntomas clínicos y orientaciones a seguir.
Además, distribuirán materiales sanitarios entre los habitantes, reforzarán el envío de especialistas, fármacos y insumos humanitarios, así como las labores de saneamiento y potabilización de agua.
El cólera reapareció en Haití luego de más de un siglo de haber desaparecido y ya llegó a la vecina República Dominicana, con 105 casos confirmados pero sin reportar decesos.
La epidemia avanzó en toda la geografía de la nación antillana por los paupérrimos sistemas hidráulicos y de drenaje, los cuales quedaron devastados tras el sismo del pasado 12 de enero.
A petición del Gobierno, Naciones Unidas investigará el origen de la bacteria Vibrio Cholerae, que, según dos estudios internacionales, abunda en el sur de Asia y se difundió a través de excremento humano, comida o agua contaminada transportada por personas que llegaron desde allí.
La enfermedad tiene un periodo de incubación corto y ocasiona vómitos y diarrea abundante que puede conducir con rapidez a una deshidratación grave y a la muerte.
dic 27th, 2010. En: Noticias.
París, 27 dic (PL) Las aguas del río Sena se mantienen hoy por encima de los 3,70 metros tras un fin de semana de importantes crecidas que provocaron el cierre de algunas calles y un consiguiente caos en la circulación vial.
Según las autoridades el plan de vigilancia ante inundaciones fue activado aunque se aclaró que no se constatarían daños importantes.
Ayer la compañía de Bateaux Mouches canceló los recorridos de los barcos turísticos que hacen excursiones a través del río.
Se espera que las aguas comiencen a bajar a partir del miércoles.
Ciertamente, este evento inusual, está bien lejos del París que 100 años atrás vivió entre el ingenio y el drama una de las más grandes catástrofes naturales de su historia al quedar sumergida gran parte de la ciudad y sus alrededores bajo el agua.
En aquel entones, el emblemático río convirtió 40 kilómetros de calles en verdaderos afluentes.
Algunos registros de la época recogidos en el Larousse mensual ilustrado número 40 de ese año refieren que las aguas alcanzaron 8,50 metros en el puente de Austerlitz, en otras anotaciones de la Biblioteca Histórica de París, se citan 8,62 metros. En cualquier caso, son cifras récord.
A partir del 21 de enero de 1910 la capital sufrió una metamorfosis que perturbó los transportes públicos, la electricidad, el suministro y las comunicaciones y 20 000 inmuebles se vieron sumergidos de los 80 000 existentes en aquel momento.
En los barrios periféricos, las llamadas banlieues, se reportaron unas 30 000 casas devastadas y 150 000 siniestradas.
Este escenario marítimo, donde metros, tranvías y buses desaparecieron para dar paso a caballos con carretas y otras disímiles vías de tránsito resucita cada año y un siglo después se recuerda gracias a imágenes, filmes y documentos expuestos en varios centros culturales de la capital.
El gran desbordamiento del río fue atribuido al impacto de las condiciones meteorológicas (un verano previo muy lluvioso y un invierno con precipitaciones débiles pero continuas) sobre el contexto geológico y urbanístico de la capital.
A pesar de los años no puede asegurarse que una crecida de esta envergadura no se repita, según los expertos.
Por el contrario, París se prepara desde hace algunos años para una similar y puso en marcha un plan de prevención para aminorar la devastación, pero aún así sería un desastre.
dic 27th, 2010. En: Noticias.
Quito, 27 dic (PL) El Ministerio ecuatoriano de Salud reconoció hoy la existencia de un incremento de casos de influencia o gripe, pero lo consideró normal dado el clima frío y la humedad imperante en el país en esta época del año.
Este incremento de casos está dentro los parámetros normales y se pide a la ciudadanía precaución y tranquilidad, precisa una nota del citado Ministerio que aclara mantiene una vigilancia adecuada para el control de la situación.
Si bien, aclara, se han confirmado tres casos de influenza A(H1N1) en la provincia Imbabura, la situación actual corresponde a un incremento de casos debido a las circunstancias climáticas y de ninguna manera se trata de un rebrote.
Las circunstancias actuales, agrega, son totalmente diferentes a las de 2009, cuando este virus apareció en un contexto de pandemia, mientras ya se ha convertido en un virus estacional, por lo tanto se espera se presenten casos en época invernal.
El Ministerio de Salud Pública, afirma la nota, está preparado para enfrentar un aumento de casos de influenza, con abastecimiento suficiente de medicamentos para el tratamiento y los hospitales tienen profesionales preparados, infraestructura y equipamiento.
Entre otras medidas se realiza vigilancia epidemiológica para detectar inmediatamente casos sospechosos, los que serán sometidos a confirmación a través de pruebas de laboratorio y a quienes se administrará el tratamiento específico para influenza.
Así mismo, se cuenta con una vacuna trivalente para la influenza, que cubre entre otros tipos de virus la A(H1N1), la cual se está administrando a personas mayores de 65 años. Desde enero, agrega, también se vacunará a menores de cinco años, como parte del esquema de inmunizaciones que se aplica cada año, y pide a la población reforzar las medidas de lavado frecuente de manos, taparse la boca al toser, no automedicarse y acudir al médico.
dic 27th, 2010. En: Noticias.
Naciones Unidas, 27 dic (PL) La intensa tormenta de nieve que afectó durante las últimas 24 horas al noreste de Estados Unidos motivó hoy el cierre de la sede de Naciones Unidas en Nueva York.
Un anuncio oficial distribuido aquí indica que las instalaciones de la organización mundial permanecerán cerradas el lunes debido al mal tiempo y que fueron canceladas las reuniones previstas para la jornada.
El programa de oficial de este lunes no contemplaba encuentros de la Asamblea General ni del Consejo de Seguridad y solo preveía una sesión de expertos del grupo de los países menos desarrollados.
Nueva York y toda la parte oriental de Estados Unidos sufrió desde ayer y hasta la madrugada del lunes los embates de una severa tormenta de nieve, con vientos de alrededor de 100 kilómetros por hora, rayos y truenos.
El mal tiempo obligó a cancelar unos 1 500 vuelos en los aeropuertos La Guardia y John F. Kennedy y afectó el transporte por ferrocarril, metro y autobuses, además de obstaculizar el tráfico de vehículos por la vía pública debido a la acumulación de nieve.
Según se informó, en el Parque Central de Manhattan la altura de la nieve sobrepasó el medio metro, mientras que en otras partes de la ciudad llegó a los 80 centímetros. A media mañana de este lunes, cesó la precipitación de nieve en Nueva York, mientras que la temperatura se mantiene en los menos cuatro grados centígrados, con una sensación térmica de menos 13, de acuerdo con el canal del tiempo (The Weather Channel).
También se reportaron cortes del servicio eléctrico en varias zonas de los condados de Queens, Brooklyn y Staten Island, entre otros.
dic 27th, 2010. En: Noticias.