En Sancti Spíritus no se paralizó la solidaridad
Juan Antonio Borrego
Sancti Spiritus, 8 nov (Granma) El avión estaba plano, parecía que iba a caer aquí mismo, entonces empezó a dar tumbos, a bajar rápidamente y se fue pegando al suelo hasta que explotó como una bomba. Salí y me encaramé en un tanque y vi que todo se encendió, relata José Martín, del batey La Vanguardia, al sur de Sancti Spíritus, localidad muy próxima a donde cayó en la tarde noche del pasado jueves el avión de la línea cubana Aerocaribbean, con 68 personas a bordo.
Con la guía de los vecinos, el buldócer conducido por Mariano Carrera abrió en apenas horas el camino de casi dos kilómetros hasta el avión.
LA ODISEA DE LLEGAR
En un recodo de la vereda el guía se agacha de súbito y dibuja sus dudas sobre el fango del camino. El dedo índice se clava en la tierra húmeda y conforma en poco rato el mapa de la zona ante los socorristas desorientados que buscan desesperadamente llegar lo más rápido posible hasta donde flamean las llamas. El hombre no necesita nada más que su improvisado plano para validar una verdad que anuncia sin miramientos:
Vámonos rápido para Vanguardia —dice— que por aquí no llegaremos nunca a donde está el avión.
El ATR-72-212 que cubría la ruta entre Santiago de Cuba y La Habana había ido a caer en el fondo de los marabuzales impenetrables que cubren esa parte del territorio espirituano, una zona ganadera situada en las inmediaciones de las comunidades de Vanguardia y Mayábuna, a un costado de la presa Zaza.
Hasta ese sitio, afortunadamente deshabitado, pero de muy difícil acceso, intentaban llegar de inmediato decenas de pobladores de lugares cercanos, rescatistas venidos desde Sancti Spíritus, fuerzas del MININT, las FAR, y las principales autoridades de la provincia.
TODO SE PONÍA BLANCO
“Fuimos a tratar de ayudar, pero aquello estaba explotando, era una bola de ‘candela’ que se veía a varios kilómetros y no se podía hacer nada”, cuenta el lugareño Jorge Luis Rosendo.
“Nunca había visto una ‘candelá’ tan grande —recuerda Lisvany Pérez, otro de los vecinos que llegó hasta el avión siniestrado enfrentando el marabú con el pecho de su caballo—, las llamas eran de un amarillo fuerte y después todo se ponía blanco como si fuera de día”.
Hensy David Portal no se avergüenza de reconocer sus miedos: “Yo salí asustado, vi el avión pasando por arriba de la casa, un poco más adelante empezó a dar vueltas y después se cayó. Fuimos para allá a caballo, pero cuando llegamos todo estaba envuelto en llamas con un olor insoportable, al ratico ya estaban allí también las autoridades, los bomberos”.
SE ESTÁ CAYENDO UN AVIÓN
Eneida Sánchez Borroto, que atiende el teléfono público en la localidad de Vanguardia, está convencida de que desde su casa jamás se ha transmitido una noticia más dramática que la del pasado jueves: “Marqué el 105 y dije como loca: ‘Se está cayendo un avión’, pero en ese momento sentí que explotó aquello y les grité: ‘oigan, no es que se está cayendo, es que ya se cayó’, ellos entonces me viraron la llamada y fue que pude explicar un poco mejor.
No fue el único aviso, también lo hizo la maestra del batey, un joven que traía un celular en ese momento y varias personas más que desde sus comunidades avistaron la nave al momento de caer.
Luego vendría el corre corre de bomberos, de socorristas, de ambulancias, de carros, de gente a caballo, a pie, algunos hasta descalzos, tratando de abrirse paso en una selva espinosa que dejó marcas a casi todos. Merelda Borroto, una de las mujeres que llegó hasta el fuego, muestra las suyas como testigos de una noche muy difícil de olvidar.
Encomiable la labor de Mariano Carrera, el buldozero de la brigada 30 del Grupo Empresarial de la Construcción en Sancti Spíritus, que en cuestión de horas abrió el camino de casi dos kilómetros, un sendero imprescindible para que los medios de transporte pudieran llegar a media noche hasta el punto exacto del siniestro.
Arrastrados por la fuerza de la humanidad, nadie se paralizó de pánico la tarde noche en que Vanguardia, Mayábuna y todo el sur de Sancti Spíritus se trastocaron en un infierno.
nov 9th, 2010. En: Noticias.