Indonesia sufre implacables embates naturales

Yakarta, 29 oct (PL) Mientras las autoridades y los pobladores trataban de paliar los efectos del reciente tsunami provocado por un sismo, el volcán Merapi reinició sus erupciones.

Los cálculos preliminares estiman en más de 400 los muertos causados por ambos fenómenos, además del desplazamiento de miles de personas y la devastación de una cifra superior a las 20 aldeas.

Las olas de más de tres metros provocaron graves daños en las islas Metawai, cerca de Sumatra, adonde arriba a cuentagotas la ayuda en provisiones.

El maremoto, originado tras un sismo de 7,7 grados de magnitud en la escala de Richter el lunes último, arrasó las costas de las islas consideradas las más pobres de Indonesia, con una infraestructura inadecuada para soportar los continuos embates naturales.

A su vez, la erupción del Merapi crea serias dudas acerca de las medidas preventivas, puesto que los evacuados sobrepasan los 50 mil y muchos de ellos regresan a sus lugares amenazados por más erupciones volcánicas.

El volcán, ubicado en Java, desarrolla una actividad muy difícil de evaluar, según la Agencia Nacional de Control de Desastres, ya que se carece de medios técnicos efectivos, tal y como sucedió en las Metawai, donde no funcionó el sistema de alerta por falta de mantenimiento y personal especializado.

Según el jefe de la Cruz Roja Internacional en Sumatra, Hans Bochove, las tareas de rescate enfrentan serias dificultades logísticas para evaluar los daños, encontrar supervivientes y entregar provisiones.

El archipiélago indonesio es una de las regiones de Asia más vulnerables ante los embates de la naturaleza como terremotos, tsunamis y tifones.