Arremete naturaleza contra Indonesia con cientos de víctimas

Damy Arai Vales Vilamajó

Yakarta, 27 oct (PL) Indonesia encara hoy los embates de la Madre Naturaleza que le ha cobrado este mes más de 300 vidas por un terremoto y una erupción volcánica, y cerca de 150 muertos por inundaciones.

Autoridades indonesias se alistaron este miércoles para socorrer a las víctimas de un fuerte tsunami provocado por un terremoto de 7,5 grados en la escala de Richter y la erupción del volcán Merapi, que ocasionaron más de 300 fallecidos y centenares de desaparecidos.

El tsunami, desencadenado por el sismo que sacudió el oeste indonesio, se registró a 78 kilómetros de Pagai Sur, en las islas Mentawai y dejó al menos 272 muertos y 412 personas desaparecidas hasta el momento.

Aunque las operaciones de rescate se dificultan debido al aislamiento de las islas afectadas, apenas sin comunicaciones, el presidente indonesio, Susilo Bambang Yudhoyono, viajó a Padang, el puerto más cercano a Sumatra, para supervisar las gestiones de socorro.

Imagen activa Poblados como los de la isla de Pagai del Sur, fueron arrasados por olas de tres metros de alto que penetraron hasta 600 metros tierra adentro.

Indistintamente con ese terremoto, el volcán Merapi, el más activo de ese archipiélago, mató al menos 30 personas al entrar en erupción y arrojar su lava el martes por la noche. Además expulsó nubes de humo tóxico y cenizas.

La víspera, la llamada “montaña de fuego”, ubicada a unos dos mil kilómetros al este, en el centro de la isla de Java, entró en actividad cerca de 10 veces con nubarrones de ceniza y gases que se elevan a 1,5 kilómetros de alto.

Fuentes oficiales revelan que más de 29 mil personas se refugiaron en centros de acogida y se han cerrado algunos accesos a las cercanías del cráter, el cual ha entrado en erupción muchas veces en los últimos 200 años.

Imagen activa Pese a ello, al igual que otros volcanes en Indonesia, miles de habitantes se asientan en las fértiles laderas de la montaña.

Dos semanas atrás, esta nación resultó víctima también de fuertes inundaciones al noroeste del archipiélago, tras la llegada de intensas lluvias que provocaron la rotura de una presa, cuyas aguas anegaron miles de viviendas, con un saldo de al menos 150 fallecidos y mas de 100 desaparecidos.

Muchos de los pobladores fueron arrastrados por riadas o sepultados en los corrimientos de tierra que se produjeron en la provincia de Papúa, noreste de Indonesia.

Una semana después de la torrencial lluvia, los equipos de rescate apoyados por soldados aun buscaban personas desaparecidas en la zona, principalmente en el distrito de Teluk Wondama, parcialmente anegado por las aguas.