Parten Brigadas médicas pinareñas hacia lugares apartados

Pinar del Río, 13 de oct (Guerrillero) El sistema de salud pública en Pinar del Río, la provincia más occidental de Cuba, ha formado ocho brigadas médicas de emergencia, de las que dos parten de inmediato para los municipios de Mantua y Guane, en el extremo oeste.

Cada brigada está integrada por un cirujano, un anestesista, un obstetra, un técnico en anestesia, un médico epidemiólogo y un técnico en higiene.

El propósito de estas brigadas es asentarse en lugares que pudieran quedar aislados por inundaciones y el personal que las forma posee los conocimientos necesarios y la experiencia para situaciones de este tipo.

Del total de grupos dos quedan en reserva, mientras que los demás partirán progresivamente para los territorios de Sumidero, Minas de Matahambre, Bahía Honda, La Palma y La Coloma.

La Coloma es un puerto pesquero ubicado a unos 25 kilómetros al sur de la capital pinareña, pero ante abundantes lluvias su carretera puede interrumpirse.

El sistema de salud continúa funcionando en normalidad, pero con las previsiones necesarias de si fuera necesario alistar 548 camas inicialmente, para hacer frente a cualquier contingencia.

De igual forma la dirección de Higiene y Epidemiología cursa instrucciones a la población, que deben ser aplicadas antes, durante y después del paso del huracán.

Uno de los principales pasos es asegurar la calidad del agua de consumo, que después de hervida a 100 grados Celsius debe estar guardada en recipientes bien tapados. Si se tratará de agua proveniente de ríos, cisternas o presas las medidas deben extremarse.

Si se trata de depósitos de almacenamiento colectivo como cisternas, tanques y otros, estos deben ser higienizados, porque dicho líquido se usará en el baño y procesamiento de alimentos.

Para evitar la aparición de enfermedades infectocontagiosas deben extremar las medidas higiénicas como el lavado de las manos antes de manipular alimentos, lavar las frutas y vegetales previos al consumo, garantizar temperaturas adecuadas de conservación de alimentos y tapar los recipientes desechos sólidos para eliminar el acceso y procreación de vectores, entre otras.

Pasado el cataclismo la casa debe estar limpia, ordenada y ventilada; los recipientes de agua higienizados y tapados, al igual que los depósitos de basura, que han de situarse preferiblemente fuera de la cocina. Si se tienen animales domésticos, es conveniente que estén aseados, así como sus recipientes para el agua y la comida, y también vacunados.