Los médicos cubanos y el silencio de los medios
Puerto Príncipe, 15 may (PL) Durante meses la ayuda médica cubana al pueblo haitiano fue minimizada por la gran prensa, incluso cuando la mayoría de los galenos llegados de otros países tras el sismo tomaron el camino de regreso.
Los cubanos, quienes permanecían en Haití desde diciembre de 1998, poco después del paso del huracán George, fueron los primeros en incorporarse a la atención de los heridos tras el terremoto del 12 de enero.
En la misma noche del movimiento telúrico, cirujanos de Cuba montaron un hospital de campaña en un lugar conocido como el Anexo, un sitio adjunto al hospital militar de Puerto Príncipe.
A la luz de linternas, entre los quejidos de cientos de personas, los médicos de Cuba realizaron decenas de amputaciones, de curas, pasaron por improvisados quirófanos a cientos de haitianos.
En los días siguientes llegaron muchos más y se montaron varios hospitales de campaña en la capital y los alrededores, incluso hasta a sitios distantes de la zona del sismo como Mirebalais y Gonaives fueron personas a consultarse con los especialistas de la isla vecina.
Y allí también se realizaron operaciones, mientras muchos de los trabajadores de la salud donaban su propia sangre para salvar la vida de más de uno de los heridos graves.
A los tres meses del sismo, el barco hospital estadounidense Comfort levó anclas y tomó el camino del regreso, mientras los cubanos se mantenían en las comunas, en los hospitales de campaña o abrían nuevos puestos de salud.
En abril se despidió el contingente español que permaneció en Petit Goave y medios de prensa de todo el mundo se hicieron eco del número de operaciones realizadas y de la cantidad de litros de agua entregados.
Unos días después se abrieron las puertas de un hospital comunitario en Bassin Bleu y ninguno de los grandes medios se dio por enterado, tal vez porque no sabían que en aquel sitio nunca hubo instalación igual. Hasta 23 servicios se prestan ya en el referido lugar, entre ellos de cirugía, ortopedia y estomatología, algo que pudo parecer un sueño para los habitantes de una zona demasiado agreste y de acceso difícil.
Los trabajadores cubanos de la salud, acompañados por graduados de la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM) no se encargaron de proclamar a los cuatro vientos cuánto hicieron en estos meses por el pueblo haitiano.
Tal vez cumplieron su labor con más humildad que lo normal, pero no por eso la gran prensa minimizó su labor o la censuró completamente, sino porque constituyen un ejemplo -tal vez el mejor- de lo que necesita Haití.
Mientras Cuba aporta galenos, medicinas, equipos médicos y construye hospitales en coordinación con Venezuela, el dinero prometido para la reconstrucción del país aún es una quimera.
Cientos de miles de haitianos viven todavía en tiendas de campaña, pasan la noche asediados por las lluvias o buscan desesperadamente un empleo, en espera de la ayuda prometida.
De eso tampoco se hacen eco los grandes medios de prensa, porque Haití hace tiempo dejó de ser noticia, salvo cuando alguna personalidad internacional decide pasar por esta capital o alguien del mundo de la farándula vincula su nombre con el país.
may 17th, 2010. En: Noticias.