Crisis ambiental amenaza EE.UU. por derrame petrolero

Washington, 29 abr (PL) A medida que pasan los días, aumenta la amenaza de una crisis ambiental en la costa estadounidense del Golfo de México por el derrame petrolero ocurrido la semana última, estiman hoy expertos.

Los que combaten la mancha de crudo trabajan intensamente para impedir el desastre aunque continúa el lento goteo de la plataforma de la transnacional British Petroleum (BP).

La víspera el canal de televisión CNN daba por hecho la opción de prenderle fuego a la gran mácula, a unos 80 kilómetros al sur de Louisiana, pero aún no se tomó la medida.

Se mantiene latente la amenaza sobre áreas ecológicas sensibles del delta del río Mississippi.

Especialista de la Guardia Costera alertaban el martes sobre el potencial del accidente de convertirse en una de las peores catástrofes de su tipo en la historia estadounidense.

Hasta ahora los equipos y trabajadores no pudieron taparla brecha por donde salen al mar unos mil barriles diarios de petróleo.

La BP despliega un amplio operativo para tratar de disminuir los daños, o más bien lo que le costará el accidente, pese a la certeza de que el problema puede haber sido técnico.

Según dijo Tony Hayward, el presidente ejecutivo de la firma, informó que desplazaron a la zona 32 buques, dos plataformas, cinco aviones y más de 1.000 personas para enfrentar la tragedia.

El accidente tiene implicaciones políticas ya que amplios sectores estadounidenses se oponen a la exploración y explotación del crudo en las costas por temor a derrames que pongan en peligro el medio y la industria turística.

El presidente Barack Obama valora expandir la perforación en el mar, lo que es considerado por muchos la última frontera del petróleo.

El derrame de más graves consecuencias en Estados Unidos lo protagonizó el carguero Exxon Valdez, que vació en 1989 unos 419 mil 100 barriles de crudo frente a las costas de Alaska.

Ese riesgo ecológico lo enfrenta hoy la región pantanosa del sur de Mississippi y Louisiana. La brecha de la plataforma Deepwater Horizon continuará abierta unos 259 días más, según los que tratan de taponar el escape.