Hipertensión arterial una enfermedad de riesgo
Cuando la tensión arterial se encuentra de 120 a 139 (la cifra más alta), y de 80 a 90 (la baja), la persona se considera pre-hipertensa, lo que constituye un aviso de que la presión puede alcanzar un nivel más peligroso.
Consideramos que estos sujetos deben estar informados acerca de su condición, no de enfermos, pero sí de personas en riesgo, y conocer que sin tomar medicación alguna, con solo cambiar el estilo de vida, puedan no llegar nunca a desarrollar la enfermedad, aseguró a Prensa Latina Delfín Pérez, presidente de la comisión nacional del Programa de Hipertensión Arterial, del Ministerio de Salud Pública (MINSAP).
Es importante que hagan más ejercicios, ingieran menos sal y bebidas alcohólicas y dejen de fumar, en particular, en quienes concomitan afecciones como la diabetes, o tienen otros factores de riesgo cardiovascular, recomendó el experto.
El profesor Pérez participó en una conferencia de prensa con motivo del Día Mundial de la Salud, a celebrarse el próximo 7 de abril y cuyo tema prioritario este año es la hipertensión arterial.
Uno de cada tres adultos en el planeta padece hipertensión, y después de los 50 años esta proporción está por encima del 40 por ciento, señaló por su parte, Orlando Landrove, jefe del departamento nacional de enfermedades no trasmisibles del MINSAP
En Cuba, la afección tiene una alta prevalencia, pues alcanza al 33 por ciento de la población adulta, y es la primera causa de atención en los servicios de urgencia en todos los territorios, y un factor importante para el infarto del miocardio,-insuficiencia cardíaca, enfermedad cerebrovascular, insuficiencia renal, retinopatía, que causa ceguera-, entre otras.
Además, la hipertensión constituye la mayor causas de discapacidad del país y la mayoría de los gastos de la Salud son provocados precisamente por ese padecimiento.
Destacó la necesidad de que la población adquiera mayor cultura de la prevención de salud y resaltó que hay algo muy positivo: más del 80 por ciento de los medicamentos hipotensores de primera línea se producen en la nación cubana.
También insistió en la incidencia de la enfermedad en niños, y en las embarazadas, dos grupos poblacionales en los que hay que trabajar más desde la atención primaria.
El doctor José Luis Di Fabio, representante en Cuba de OPS/OMS, recordó a su vez, que cada 7 de abril se celebra el Día Mundial de la Salud, en correspondencia con el aniversario de la creación del organismo sanitario internacional, en 1948.
Indicó que este año está dedicado a una dolencia que constituye un problema global, pero es evitable y tratable.
Insistió en la importancia de reducir el consumo de sal, evitar la obesidad y promover la toma de conciencia sobre las causas y consecuencias de la hipertensión, y que es indispensable a modificar los comportamientos de riesgo.
(Fuente: Prensa Latina) [Actualizado: 28 de marzo 2013].
Riesgo cardiovascular e hipertensión arterial crónica en embarazadas
Por: Dr. Jorge Armando Poll Pineda, Dra. Nuris M. Rueda Macías, Dr. Leonardo Ramos Hernández, A. Armando Poll Rueda y Lic. Illis Campos Bestard. Medisan, vol 17, núm 2, febrero 2013.
Se realizó un estudio analítico y observacional de tipo caso-control no pareado de 90 gestantes atendidas en los policlínicos universitarios “Camilo Torres Restrepo” y “Municipal” de Santiago de Cuba, desde junio de 2010 hasta igual mes de 2011, con vistas a determinar el grado de asociación causal entre algunos factores de riesgo cardiovascular y la enfermedad hipertensiva crónica. El grupo de los casos estuvo integrado por 30 embarazadas con hipertensión arterial crónica y el de los controles por 60; estas últimas con características biológicas similares, sin hipertensión, pero con el mismo grado de exposición. Se obtuvo que la malnutrición por exceso, el estrés mantenido y la dislipidemia fueron los factores de riesgo que mostraron mayor asociación causal con la hipertensión arterial crónica. [Actualizado: 22 de marzo 2013]
Encuesta Nacional de Riesgo Cardiovascular 2012. Realizada por el INHEM
Población total mayor de 15 años Más de 9 millones.
Hipertensos calculados: 2 594 741 (30.9%) del total de la población mayor de 15 años.
Mujeres: 31.2% Hombres: 30.6%
Urbano: 31.9% Rural: 28%
Hipertensos conocidos: 1 881 187 del potencial de hipertensos
De la población mayor de 15 años: 27.5%
Hipertensos con tratamiento: 1 668 019 (del total de los hipertensos conocidos: 89.2%)
Hipertensos controlados: 924 585 (55.1% de los tratados: 1 668 019)
(49.2% de los conocidos: 1 881 187)
(37.6% del total de hipertensos potenciales: 2 594 741)
Hypertension: Should thiazides be used for hypertension in obese patients?
Por: Susan J. Allison. Nature Reviews Cardiology 10, 62 (February 2013).
Previous studies of hypertensive patients at high risk of cardiovascular events have reported paradoxically higher event rates in normal-weight patients than in obese individuals. A subanalysis of ACCOMPLISH trial data suggests that this paradox might reflect the differential effects of antihypertensive treatment types, rather than the effect of body size, per se.
The ACCOMPLISH trial aimed to compare the effects of benazepril plus amlodipine versus benazepril plus a thiazide diuretic (hydrochlorothiazide) in hypertensive patients at high risk of cardiovascular events. As a prespecified subanalysis, Michael Weber and colleagues have now assessed patient outcomes on the basis of BMI, by categorizing participants as either obese (BMI ≥30 kg/m2; n = 5,709), overweight (BMI ≥25 to <30 kg/m2; n = 4,157) or normal weight (BMI <25 kg/m2; n = 1,616). [Actualizado: 15 de marzo 2013].
Los primogénitos podrían estar en mayor riesgo de diabetes e hipertensión
Los investigadores creen que un mejor flujo de nutrientes al útero en los embarazos subsiguientes podría explicar el motivo. Los primogénitos podrían estar en mayor riesgo de diabetes o hipertensión, plantea un nuevo estudio de tamaño reducido.
Investigadores de Nueva Zelanda reportan que esos hijos tienen una menor sensibilidad a la insulina y una mayor presión arterial diurna que los niños que tienen hermanos mayores.
Los autores del estudio anotaron que sus hallazgos podrían tener serias implicaciones de salud pública para países como China, donde la política de un solo hijo significa que los hijos primogénitos conforman una gran parte de la población general.
El estudio será publicado en la edición de marzo de la revista Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism.
“Aunque el orden de nacimiento en sí mismo no es un predictor de enfermedad metabólica o cardiovascular, ser el primogénito en una familia puede contribuir al riesgo general de la persona”, señaló en un comunicado de prensa de la Sociedad Endocrina (Endocrine Society) el autor del estudio Wayne Cutfield, de la Universidad de Auckland.
En el estudio participaron 85 niños sanos de 4 a 11 años de edad. Los investigadores señalaron que se enfocaron en niños más pequeños porque la pubertad y los estilos de vida de la adultez pueden afectar independientemente la sensibilidad a la insulina.
De los niños que participaron en el estudio, 32 eran primogénitos. Tras medir los perfiles de lípidos y hormonas en ayunas de los niños, la estatura, el peso y la composición corporal, los investigadores hallaron que los 32 niños primogénitos tenían un descenso del 21 por ciento en la sensibilidad a la insulina y un amento de 4 mm Hg en los niveles de presión arterial, en comparación con los demás niños.
El estudio también mostró que los primogénitos típicamente eran más altos y delgados que sus hermanos menores. Esto fue así incluso tras tomar en cuenta la estatura y el índice de masa corporal de los padres de los niños. El índice de masa corporal es una medida que tiene en cuenta la estatura y el peso.
Los investigadores explicaron que ocurren cambios en el útero después del primer embarazo, y un mejor flujo de nutrientes al feto en los embarazos subsiguientes podría explicar las diferencias metabólicas en los hermanos menores.
“Nuestros resultados indican que los primogénitos tienen esos factores de riesgo, pero se necesita más investigación para determinar cómo se traduce esto en casos de diabetes, hipertensión y otras afecciones en la adultez”, apuntó Cutfield.
(Fuente: The Endocrine Society, news release, Feb. 12, 2013) [Actualizado: 21 febrero 2013]
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