Un informe gubernamental reciente halla que un tercio de los estadounidenses tiene la presión arterial alta y sólo la mitad la tiene bajo control, lo que aumenta de forma drástica su riesgo de posibles ataques al corazón y accidentes cerebrovasculares mortales.
Esto se traduce en 67 millones de estadounidenses con presión arterial alta y sólo 36 millones mantienen su presión arterial en niveles saludables con medicación u otros medios, sugiere el estudio.
“[Casi la mitad] de los estadounidenses con presión arterial alta no tienen esta afección bajo control y, debido a esto, se ha convertido en el enemigo público número dos”, apuntó el Dr. Thomas
Frieden, director de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU. El enemigo público número uno es el tabaco, agregó.
El informe aparece en la edición del 4 de septiembre de Morbidity and Mortality Weekly Report, una revista de los CDC. El informe también subraya que los costos directos de la atención médica de la presión arterial alta ascienden a un total de casi $131 mil millones al año, y la afección es responsable de casi 1000 muertes al día.
Aunque 22 millones de estadounidenses saben que tienen la presión arterial alta, no la están controlando. Para 16 millones de estadounidenses, la medicación no está haciendo su trabajo, debido a que no reciben la combinación de medicamentos adecuada, a que tienen dificultades para pagar la receta o a causa de otro problema, señaló Frieden.
Esto es así a pesar del hecho de que la mayoría de los que tienen la presión arterial alta también han visitado al médico dos veces en el último año.
La presión arterial alta se define como tener una presión arterial sistólica (el número superior) mayor o igual que 140 mmHg y una presión arterial diastólica (el número inferior) mayor o igual que 90 mmHg.
La medicación para la presión arterial alta es eficaz en prácticamente todos los pacientes siempre que sigan las indicaciones del médico, agregó Frieden.
Sorprendentemente, 14 millones de estadounidenses no saben que tienen la presión arterial alta a pesar de las múltiples lecturas llevadas a cabo en los consultorios médicos que revelan que tienen esta afección, señaló el informe.
Aunque los pacientes pueden ayudarse a sí mismos al tomar los medicamentos según las indicaciones, reducir el consumo de sodio, seguir una dieta saludable y hacer ejercicio, los médicos y profesionales de salud, las aseguradoras y los farmacéuticos también desempeñan un papel para ayudar a los pacientes a mantener su presión arterial alta bajo control.
El uso de registros médicos electrónicos puede ayudar a dar seguimiento a la presión arterial, mientras que las reposiciones de medicamentos a 90 días, la ausencia de copagos o bajos copagos pueden ayudar a los pacientes a pagar por los medicamentos que necesitan. “Esto tiene que ser una prioridad en cada visita médica”, señaló Frieden.
La prevención de la presión arterial alta también es un objetivo encomiable, pero debido a que dos tercios de los estadounidenses mayores de 65 años tienen presión arterial alta, Frieden apuntó “Siendo realistas, para el futuro previsible, una de las cosas más importantes que vamos a poder hacer es mejorar el tratamiento”.
Algunos sistemas de atención de la salud han sido capaces de alcanzar una tasa de control de la presión arterial de 80 a 85 por ciento, lo que ha resultado en una reducción drástica de ataques al corazón y accidentes cerebrovasculares, apuntó Frieden. “El tratamiento puede hacer una gran diferencia a corto y mediano plazo”, agregó.
(Fuente: Healthfinder)
Millones de estadounidenses no tienen su presión arterial alta controlada, según el CDC de Atlanta
Un informe gubernamental reciente halla que un tercio de los estadounidenses tiene la presión arterial alta y sólo la mitad la tiene bajo control, lo que aumenta de forma drástica su riesgo de posibles ataques al corazón y accidentes cerebrovasculares mortales.
Esto se traduce en 67 millones de estadounidenses con presión arterial alta y sólo 36 millones mantienen su presión arterial en niveles saludables con medicación u otros medios, sugiere el estudio.
“[Casi la mitad] de los estadounidenses con presión arterial alta no tienen esta afección bajo control y, debido a esto, se ha convertido en el enemigo público número dos”, apuntó el Dr. Thomas Frieden, director de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU.
El enemigo público número uno es el tabaco, agregó.
El informe aparece en la edición del 4 de septiembre de Morbidity and Mortality Weekly Report, una revista de los CDC. El informe también subraya que los costos directos de la atención médica de la presión arterial alta ascienden a un total de casi $131 mil millones al año, y la afección es responsable de casi 1000 muertes al día.
Aunque 22 millones de estadounidenses saben que tienen la presión arterial alta, no la están controlando. Para 16 millones de estadounidenses, la medicación no está haciendo su trabajo, debido a que no reciben la combinación de medicamentos adecuada, a que tienen dificultades para pagar la receta o a causa de otro problema, señaló Frieden.
Esto es así a pesar del hecho de que la mayoría de los que tienen la presión arterial alta también han visitado al médico dos veces en el último año.
La presión arterial alta se define como tener una presión arterial sistólica (el número superior) mayor o igual que 140 mmHg y una presión arterial diastólica (el número inferior) mayor o igual que 90 mmHg.
La medicación para la presión arterial alta es eficaz en prácticamente todos los pacientes siempre que sigan las indicaciones del médico, agregó Frieden.
Sorprendentemente, 14 millones de estadounidenses no saben que tienen la presión arterial alta a pesar de las múltiples lecturas llevadas a cabo en los consultorios médicos que revelan que tienen esta afección, señaló el informe.
Aunque los pacientes pueden ayudarse a sí mismos al tomar los medicamentos según las indicaciones, reducir el consumo de sodio, seguir una dieta saludable y hacer ejercicio, los médicos y profesionales de salud, las aseguradoras y los farmacéuticos también desempeñan un papel para ayudar a los pacientes a mantener su presión arterial alta bajo control.
El uso de registros médicos electrónicos puede ayudar a dar seguimiento a la presión arterial, mientras que las reposiciones de medicamentos a 90 días, la ausencia de copagos o bajos copagos pueden ayudar a los pacientes a pagar por los medicamentos que necesitan.
“Esto tiene que ser una prioridad en cada visita médica”, señaló Frieden.
La prevención de la presión arterial alta también es un objetivo encomiable, pero debido a que dos tercios de los estadounidenses mayores de 65 años tienen presión arterial alta, Frieden apuntó “Siendo realistas, para el futuro previsible, una de las cosas más importantes que vamos a poder hacer es mejorar el tratamiento”.
Algunos sistemas de atención de la salud han sido capaces de alcanzar una tasa de control de la presión arterial de 80 a 85 por ciento, lo que ha resultado en una reducción drástica de ataques al corazón y accidentes cerebrovasculares, apuntó Frieden. “El tratamiento puede hacer una gran diferencia a corto y mediano plazo”, agregó.
(Fuente: Healthfinder)
La presión alta contribuye a la muerte de mil personas cada día en Estados Unidos
Presión alta fuera de control para 36 millones de personas en todo el mundo.
Una de cada tres personas en Estados Unidos padecen de hipertensión y más de la mitad no la tienen controlada, según las últimas estadísticas dadas a conocer ayer por el Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
A las autoridades de salud les preocupa que las personas no controlen su presión arterial porque es uno de los principales factores de riesgo que ocasiona ataques al corazón y derrames cerebrales. Actualmente, la hipertensión contribuye a la muerte de mil personas cada día.
Carmela Rodríguez, residente del sur centro de Los Ángeles, estuvo a punto de padecer un ataque al corazón por no tomar sus medicamentos.
“La doctora me dijo que estuve muy cerca de que me diera un infarto. Por un mes dejé de tomar los medicamentos y me sentía todo el tiempo cansada, con dolor de cabeza y la cara la tenía roja. Si no fuera por una vecina que me llevó a la clínica seguramente estuviera muerta”, dijo Rodríguez, quien acude a la clínica comunitaria St. John’s Well Child and Family Center.
Al igual que Rodríguez, 67 millones de personas en Estados Unidos padecen de hipertensión, pero de éstas sólo 31 millones han logrado controlarla.
“Con la presión alta y con el corazón no se juega. Yo ya dije que no volvería a dejar de tomarme las pastillas, aunque me sienta bien”, dijo Carmela.
Las autoridades de salud federal aseguraron que tienen la meta de ayudarle a controlar la presión alta a 10 de los 36 millones de personas en los próximos 5 años.
“Nos hemos levantado las mangas y hemos puesto el control de la presión alta como una prioridad diaria, con cada paciente, con cada visita al doctor”, declaró durante una teleconferencia el Dr. Thomas Frieden, director de CDC.
El Dr. Juan Silva, especializado en medicina interna del Hospital White Memorial en Boyle Heights, dijo que las personas deben visitar a su doctor si presentan dolores de cabeza constante y recurrente.
“Es muy importante que las personas se tomen la presión. Si la presión es más lata de 140/90, la persona tiene que ir al doctor”, recomendó el Dr. Silva.
En los casos más severos, que seguramente requieren ir al hospital, la persona presenta dolores de cabeza extremos, mareos, señales de ataque al corazón como la pérdida de sensibilidad en el brazo, y a veces, hasta ceguera temporal, agregó el Dr. Silva.
“Entre los peligros más serios están ataques al corazón, infecciones o hasta se puede dañar el riñón”, agregó.
Se estima que la hipertensión tiene un costo directo de 131 mil millones de dólares anuales en el sistema de salud.
Además, las personas deben pedir consejos para hacer cambios importantes a su estilo de vida, que incluya comer saludable, una dieta baja en sodio, ejercicios, mantener un peso saludable y no fumar, concluye el comunicado oficial de los CDC.
(Fuente: La Opinión)
Por: THE CENTERS FOR DISEASE CONTROL AND PREVENTION (CDC). JAMA. 2011;305(15):1531-1534.
Hypertension, a major risk factor for cardiovascular disease, affects approximately one in three adults in the United States. Every year, hypertension contributes to one out of every seven deaths in the United States and to nearly half of all cardiovascular disease—related deaths, including stroke.1 If all hypertensive patients were treated sufficiently to reach the goal specified in current clinical guidelines, 46,000 deaths might be averted each year.2 In addition to the cost in lives lost, hypertension is costly to the health-care system. The American Heart Association recently estimated that direct and indirect costs of hypertension are more than $93.5 billion per year, and that cardiovascular disease and stroke account for 17% of the total health expenditures in the United States annually.
Un grupo de trabajo de EE. UU. publica directrices para la presión arterial
A los pacientes les va mejor cuando reciben atención de un equipo de profesionales de salud.
La “atención basada en equipo” se debe utilizar para mejorar el control de la presión arterial de los pacientes, recomendó el martes el Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos Comunitarios de EE. UU.
La recomendación se basa en una revisión de 77 estudios que mostraron mejoras en el control de la presión arterial de los pacientes cuando recibían atención de un equipo de profesionales de salud, conformado por un médico de cabecera con el respaldo de un farmaceuta, una enfermera, un dietista, un trabajador social o un trabajador de salud comunitaria, en lugar de un médico de cabecera solamente.
El grupo de trabajo halló que la atención basada en equipo aumentaba el porcentaje de pacientes con presión arterial bajo control, llevaba a una reducción en la presión arterial tanto sistólica (cifra superior) como diastólica (cifra inferior), y mejoraba los resultados en los pacientes con diabetes y niveles elevados de grasa en sangre.
Los miembros del equipo ayudan al médico de cabecera al proveer respaldo y compartir la responsabilidad por la atención de la hipertensión (como la gestión de fármacos), dar seguimiento a los pacientes y ayudarles a cumplir con su plan de control de la presión arterial. Esos planes incluyen una monitorización de rutina de la presión arterial, tomar los fármacos según las indicaciones, reducir el sodio en la dieta y aumentar la actividad física.
La revisión halló que las mejoras más notables en la presión arterial ocurrieron cuando los miembros del equipo podían cambiar los medicamentos de forma independiente o con la aprobación del médico de cabecera. Las mejoras no fueron tan grandes cuando a los miembros del equipo solo se les permitió supervisar que los pacientes tomaran los medicamentos.
“La adopción de este modelo por todo EE. UU. mejoraría el control de la presión arterial de los 68 millones de adultos estadounidenses que sufren de hipertensión, y reduciría su riesgo de ataque cardiaco, accidente cerebrovascular y otros problemas de salud”, señaló en un comunicado de prensa de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) el Dr. Thomas Frieden, director de los CDC.
“Este análisis muestra que cuando los médicos de atención primaria y otros profesionales de atención de la salud con distintas áreas de experiencia y métodos trabajan juntos para respaldar a sus pacientes, pueden hallar la fórmula correcta para lograr el control de la presión arterial”, añadió.
Los CDC proveen continuamente respaldo científico y de otros tipos al grupo de trabajo, que publicó sus hallazgos en la revista Guide to Community Preventive Services.
Se espera que los hallazgos completos de la revisión se publiquen en mayo de 2013.
La hipertensión fue la principal causa contribuyente de aproximadamente 336,000 muertes de estadounidenses en 2007. Si todas las personas que sufren de hipertensión fueran tratadas según las directrices clínicas actuales, se calcula que se podrían salvar 46,000 vidas cada año, señalaron los CDC.
La atención basada en equipo es un importante componente de la iniciativa Milllion Hearts (Un millón de corazones), iniciada en septiembre de 2011 por el Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU. La meta de la iniciativa es prevenir un millón de ataques cardiacos y accidentes cerebrovasculares en EE. UU. en un periodo de cinco años.
(Fuente: HealthDay)
La comida rápida es más salada en EE. UU. que en otros países
Las cadenas internacionales venden los mismos artículos en el extranjero, pero con menos sodio, halla un estudio.
Existen grandes diferencias en los niveles de sal de las comidas vendidas en los grandes restaurantes de comida rápida en Estados Unidos y en otros países desarrollados, señala un estudio reciente.
Los investigadores examinaron el contenido de sal de más de 2,100 artículos alimentarios de siete categorías, vendidos por Burger King, Domino’s Pizza, Kentucky Fried Chicken, McDonald’s, Pizza Hut y Subway en EE. UU., Canadá, Australia, Francia, Nueva Zelanda y Reino Unido.
Las categorías de alimentos incluían comida salada de desayuno, hamburguesas, productos de pollo, pizza, ensaladas, sándwiches y papas fritas.
El estudio halló que los niveles de sodio en alimentos similares variaban ampliamente entre los países, y la comida rápida de EE. UU. y Canadá contenía niveles mucho más altos de sodio que en Reino Unido y Francia.
Por ejemplo, los Chicken McNuggets de McDonald’s contenían 2.5 veces más sodio en Canadá que en Reino Unido. Una porción de 99 gramos (3.5 onzas) contenía 600 miligramos de sodio (1.5 gramos) de sal en Canadá, pero la misma porción contenía 240 miligramos de sodio (0.6 gramos de sal) en Reino Unido.
El estudio aparece en la edición del 16 de abril de la Revista de la Asociación Médica Canadiense (Canadian Medical Association), CMAJ.
“Las compañías canadienses afirman que han estado trabajando para reducir el sodio, pero el alto sodio de estos alimentos indica que los esfuerzos voluntarios no funcionan”, señalaron en un comunicado de prensa de la revista Norman Campbell, de la Universidad de Calgary, y colegas.
“Estos altos niveles indican el fracaso del método actual del gobierno, que deja la reducción de la sal exclusivamente en manos del sector”, lamentaron los investigadores. “Los programas de reducción de la sal deben guiar al sector, y supervisarlo con objetivos y metas en el tiempo para los alimentos, monitorización y evaluación, y medidas reguladoras más estrictas si los esfuerzos voluntarios y estructurados no resultan eficaces”.
Los altos niveles de sal en la dieta se han relacionado con hipertensión y otros efectos nocivos para la salud.
“Reducir la sal en la comida rápida parecería algo técnicamente factible, y es probable que produzca avances importantes en la salud de la población. Los niveles [promedio] de sal son altos, y estas comidas se consumen con frecuencia”, concluyeron los investigadores.
(Fuente: Canadian Medical Association Journal, news release, April 11, 201)
Comentarios recientes