Trabaja la UNAM de México en parche transdérmico para la hipertensión arterial
Investigadores de UNAM buscan desarrollar un parche transdérmico de liberación controlada para personas diagnosticadas y tratadas por hipertensión arterial, toda vez que sólo seis por ciento tiene la presión controlada, debido a una inadecuada administración de medicamentos, el olvido de tomarlos, o porque los fármacos no fueron diseñados específicamente para la población mexicana.
Luisa Martínez Aguilar, responsable del Laboratorio de Farmacología del Miocardio, de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Cuautitlán, comentó que un grupo multidisciplinario se mostró interesado en éste y otros problemas de salud con gran impacto, como los infartos al miocardio y la hipertensión.
Encabezados por Enrique Ángeles Anguiano, responsable del Laboratorio de Química Medicinal, desarrollan nuevos compuestos para el tratamiento de esos padecimientos.
Al respecto, Martínez Aguilar indicó que en el laboratorio realizan estudios farmacológicos de nuevas sustancias con actividad cardiovascular (arritmias cardiacas, infarto al miocardio e hipertensión arterial), denominadas LQM300s, una serie de 53 compuestos sintetizados por Ángeles Anguiano.
(Fuente: El Sol de México) [publicada: 07 de enero de 2013]
Los fármacos contra la hipertensión ¿útiles contra el Alzheimer?
Según un nuevo estudio, las personas que toman los fármacos contra la hipertensión denominados betabloqueantes tienen menos probabilidades de desarrollar cambios en el cerebro asociados a la enfermedad de Alzheimer y a otros tipos de demencias.
Hipertensión, betabloqueantes y Alzheimer
Tales son las conclusiones de un estudio publicado esta semana que será presentado en marzo en el 65º congreso anual de la Academia Americana de Neurología (San Diego, California, del 16 al 23 de marzo de 2013). El estudio, realizado por investigadores del Pacific Health Research and Education Institute de Honolulu (Hawaii, EE.UU), analizó los datos de 774 ancianos estadounidenses de origen japonés. Sobre un total de 774 hombres, 610 sufrían de hipertensión y/o estaban recibiendo medicación contra la tensión alta. Unos 350 estaban recibiendo tratamiento farmacológico, de los cuales el 15% recibían un bloqueador beta, un 18% un bloqueador beta más algún otro tipo de fármaco, mientras que el resto recibían otros tipos de fármacos contra la hipertensión.
El estudio reveló que los ancianos que recibían bloqueadores beta o una combinación de bloqueadores beta con otros tipos de fármacos tenían menos lesiones en el cerebro que los que no recibían betabloqueantes. Las lesiones cerebrales analizadas eran de dos tipos: las asociadas a la enfermedad de Alzheimer, y las causadas por micro infartos, también denominados infartos silentes, pues no tienen síntomas y pueden quedar inadvertidos durante meses o años. Las personas que sufren este tipo de infartos tienen mayores posibilidades de desarrollar demencia vascular o Alzheimer. Por otro lado, numerosos estudios han demostrado que padecer hipertensión a partir de mediana edad es un factor de riesgo muy importante para desarrollar demencias durante la vejez.
Los autores del estudio subrayan la importancia de identificar elementos que puedan ayudar a prevenir o ralentizar la enfermedad, pues el número de afectados por Alzheimer y otros tipos de demencias seniles está en aumento en todo el mundo. Los betabloqueantes podrían ser una opción muy interesante, pues es uno de los tratamientos contra la hipertensión de uso más común.
Los betabloqueantes
Los betabloqueantes o bloqueadores β son un tipo de fármacos que emplean como diana terapéutica el denominado receptor Beta. Estos receptores se encuentran en las células de los músculos del corazón, vías respiratorias, arterias, riñón y otros tejidos que forman parte del sistema nervioso simpático, y su función es la de provocar respuestas a situaciones de estrés, en especial cuando son estimulados por adrenalina. Los bloqueadores Beta impiden o bloquean la unión entre el receptor Beta con la adrenalina y otras hormonas provocadas por situaciones de estrés, debilitando así los efectos de dichas hormonas.
Descubiertos en 1962 por el escocés J. W. Black, los bloqueadores Beta revolucionaron el tratamiento de las arritmias cardíacas y de diversos tipos de afecciones cardíacas como la angina de pecho, además de servir para el tratamiento de la hipertensión arterial.
(Fuente: http://www.medicina21.com) [publicada: 09 de enero 2013]
Por: Sally M. Kerry, MSc,Hugh S. Markus, MD, Teck K. Khong, MD, Geoffrey C. Cloud, MBBS, Jenny Tulloch, BSc, Denise Coster, MSc, Judith Ibison, MSc y Pippa Oakeshott, MD. CMAJ January 8, 2013 vol. 185 no.1.
Adequate control of blood pressure reduces the risk of recurrent stroke. We conducted a randomized controlled study to determine whether home blood pressure monitoring with nurse-led telephone support would reduce blood pressure in patients with hypertension and a history of stroke. Overall, home monitoring did not improve blood pressure control in patients with hypertension and a history of stroke. It was associated with a fall in systolic pressure in patients who had uncontrolled blood pressure at baseline and those without disability due to stroke. [publicada: 09 enero 2013]
Por: Groning Roque, José Ernesto (2010). Repositorio de Tesis Doctorales. 2010.
Con el propósito de clarificar el enfoque de tratamiento óptimo para pacientes hipertensos con cardiopatía isquémica y para valorar el papel de los bloqueadores de los canales de calcio como parte del tratamiento y control de la hipertensión arterial en pacientes diabéticos, de la raza negra y con hipertensión sistólica se diseñó este estudio que tiene como objetivo evaluar los efectos sobre el control de la presión arterial de dos estrategias de tratamiento en hipertensos con cardiopatía isquémica, una basada en un bloqueador de los canales de calcio (verapamil), la otra consistente en un tratamiento tradicional con un beta-bloqueador. [publicada: 09 enero 2013].
Dos vías de inflamación, nueva estrategia en la hipertensión arterial
El exceso de radicales libres de oxígeno y de productos derivados de la ciclooxigenasa-2 actúa para inducir alteraciones vasculares en enfermedades cardiovasculares como la hipertensión arterial (HTA).
Esta relación puede representar una nueva ruta relevante para entender el papel de la inflamación en dichas enfermedades.
Así ha concluido un trabajo colaborativo desarrollado por dos grupos pertenecientes a la Red de Investigación Cardiovascular (Recava), el coordinado por Mercedes Salaices, de la Universidad Autónoma de Madrid y del Instituto de Investigación Hospital Universitario la Paz, y el dirigido por Juan Miguel Redondo, del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC); los resultados serán publicados en el número de enero de la revista Antioxidants and Redox Signalling (doi: 10.1089/ars.2011.4335).
Nueva ruta
Los investigadores afirman que incidir sobre estos dos mediadores inflamatorios podría conducir a nuevos tratamientos de las enfermedades cardiovasculares. A su juicio, éstos son los que producen “alteraciones vasculares”. Por ello, consideran que esa relación puede representar “una nueva ruta relevante” para entender el papel de la inflamación en esas enfermedades. Así, podrían encontrarse nuevas formas de tratar la HTA.
(Fuente: Diario Médico – publicada noticias al día – Infomed) [publicada: 11 enero 2013]
A manera de editorial. Los trabajos y opiniones que aquí se exponen son orientadores de lo que se publica en Cuba y en el mundo sobre aspectos relevantes de la hipertensión arterial.
Dilemas éticos en el diagnóstico de hipertensión arterial
Por: Sandra Santana López y Rolando Montero Díaz. Revista Finlay, vol 2, No 4;229-235. (2012).
Se realizó una revisión sobre los dilemas éticos en el diagnóstico de la hipertensión arterial, así como de algunos elementos en el surgimiento del concepto de bioética. Se identificaron los conflictos éticos que aparecen en cada etapa del diagnóstico de la hipertensión arterial: en el momento de suministrar la información, en el instante de la indicación y realización de las pruebas diagnósticas, en la comunicación del diagnóstico y en la toma de decisiones posteriores. Se concluye que el desarrollo tecnológico va a introducir nuevas decisiones éticas en el diagnóstico de la hipertensión arterial que van a involucrar cada vez más los intereses de la sociedad y crear de una manera u otra conflictos éticos y morales en la toma de decisiones. [actualizada: 14 enero de 2013]
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