La Sociedad Argentina de Nefrología (SAN) manifestó la importancia de controlar la salud renal en la población con hipertensión y diabetes, para evitar casos de enfermedad renal crónica (ERC).
Un informe de la SAN hizo hincapié en que las complicaciones renales aumentan un 6 por ciento cada año y que las personas con elevada presión arterial y altos niveles de azúcar en sangre, representan un grupo de riesgo que debe ser controlado.
Cristina Vallvé, médica nefróloga y presidenta de la SAN, precisó que “entre el 30 y 40 por ciento de los diabéticos enferman del riñón, por lo cual deben tener un control estricto del nivel de azúcar en la sangre, de su presión arterial y el colesterol”.
Vallvé sostuvo que “los riñones son cruciales para la supervivencia humana, por lo que un deterioro en su funcionamiento impacta seriamente en la salud”.
Explicó que “localizados hacia la mitad de la espalda, los riñones tienen el tamaño de un puño y dentro de cada uno existen alrededor de 1 millón de pequeñas estructuras llamadas nefronas que filtran la sangre y eliminan el exceso de agua y las toxinas convirtiéndolas en orina”.
Además, señaló que “los riñones producen hormonas que regulan la presión arterial, la producción de glóbulos rojos y de vitaminas y cuando no pueden cumplir con esas funciones, el agua y las toxinas se acumulan en la sangre y aparecen síntomas como dolor lumbar y cólico renal, hinchazón de ojos, manos y pies, y complicaciones al momento de orinar como mayor frecuencia especialmente a la noche”.
Vallvé añadió que “también debe prestarse atención a síntomas como el dolor o ardor en la micción y a la aparición de espuma o cambios en el color de la orina”.
Alertó que “en los niños, un síntoma frecuente de enfermedad renal es el retardo en el crecimiento y existen condiciones o enfermedades que aumentan las chances de padecer disfunciones renales”.
En ese sentido, aludió “a la hipertensión arterial como una de las enfermedades que, si no se controla adecuadamente, puede afectar el funcionamiento de los riñones”.
Los datos difundidos por la SAN a principio de este año, indican que “en Argentina existen 26.000 pacientes en diálisis y cerca de 1 millón con diagnóstico de ERC”.
Pero se estima que hay otros 3 millones de personas que padecen alguna disfunción en los riñones y que desconocen esa condición.
Para prevenir las afecciones en los riñones se aconseja: mantener una dieta equilibrada y saludable con una ingesta de proteínas en cantidad moderada y un consumo diario de sodio que no supere los seis gramos por día.
También, realizar actividad física, tener una hidratación adecuada ingiriendo al menos 2 litros de líquidos por día, no fumar ni consumir drogas o medicamentos sin prescripción médica.
En tanto, si alguna persona tiene algún síntoma renal debe consultar con un nefrólogo, para establecer un diagnóstico adecuado y un tratamiento para evitar el deterioro renal, con el objetivo de que el paciente no llegue a la fase de diálisis.
(Fuente: Telam.com)
Hypertension: Understanding patients’ perceptions could improve therapy
Por: Alexandra King. Nature Reviews Cardiology 9, 494 (September 2012)
The perception that stress is the primary cause of hypertension, and that symptoms are a reliable indicator of blood pressure, is common among patients worldwide. The belief that medication needs to be taken only at times of stress or when the patient feels unwell is also widespread. Furthermore, many individuals intentionally stop taking their medication because of fears about addiction and adverse drug-related effects. These findings from a systematic review by researchers in the UK have been published in the BMJ.
Por: Eduardo Pimenta. Hypertension Research (2012) 35, 148–152.
La hipertensión es un importante factor de riesgo modificable de enfermedad cardiovascular (CV), la morbilidad y la mortalidad, y una condición de alta prevalencia en hombres y mujeres. Sin embargo, la prevalencia de hipertensión se prevé que aumente más en mujeres que en hombres. Anticonceptivos orales combinados (AOC) se puede inducir la hipertensión arterial en un grupo pequeño de mujeres, y aumentar el riesgo cardiovascular, especialmente entre las personas con hipertensión. Tanto los AOC relacionados con un mayor riesgo de CV y la presión arterial (PA) regresa a los niveles previos al tratamiento a los 3 meses siguientes a su suspensión. Los efectos de la menopausia y la terapia de reemplazo hormonal (TRH) sobre la presión arterial son controvertidos, y AOC y TRH que contiene la progestina drospirenona generación nueva se prefieren en las mujeres con hipertensión establecida. A pesar de la alta incidencia de cáncer en las mujeres, la enfermedad cardiovascular sigue siendo la causa principal de muerte en las mujeres y los beneficios del tratamiento antihipertensivo han sido demostrados en mujeres y hombres.
Investigaciones expone trabajos que pueden aún no tener evidencias suficientes por su actualidad.
Por: Pedro Morillas, Helder de Andrade, Jesus Castillo, Juan Quiles, Vicente Bertomeu-González, Alberto Cordero, Estefanía Tarazón, Esther Roselló, Manuel Portolés, Miguel Rivera y Vicente Bertomeu-Martínez. Rev Esp Cardiol. 2012;65:819-25
Los pacientes con lesión de órgano diana presentaban valores plasmáticos significativamente más elevados de interleucina 6, receptor soluble tipo 1 del factor de necrosis tumoral alfa y receptor soluble tipo 2 del factor de necrosis tumoral alfa que los pacientes hipertensos sin lesión orgánica. Además se objetivó un incremento progresivo de estos marcadores a medida que aumentaba el número de lesiones con las cifras plasmáticas más elevadas en los pacientes con lesión de órgano diana a tres niveles (cardiaco, renal y vascular).
Las dietas hipocalóricas equilibradas, las más indicadas para perder peso
Los especialistas advierten de que las dietas desequilibradas tienen secundarios nocivos.
Las dietas hipocalóricas equilibradas son las más recomendables para perder peso, según han explicado los expertos del Grupo de Revisión, Estudio y Posicionamiento de la Asociación Española de Dietistas (GREP-AEDN) tras establecer una comparativa entre los diferentes regímenes existentes.
En la clasificación de dietas realizada por estos expertos, figuran, asimismo, las dietas hipocalóricas desequilibradas, que permiten una pérdida de peso “debido a que se consumen menos calorías de las que el cuerpo necesita”. “Pueden provocar enfermedades crónicas como osteoporosis, cálculos renales, insuficiencia renal, cáncer, patologías cardiovasculares y, a medio plazo, obesidad”, señalan.
En cuanto a las dietas disociadas, indican que “pueden llevar a las personas a padecer carencias y a pasar hambre porque está muy limitada y cada organismo tiene diferentes necesidades”.
Por último, los nutricionistas han tildado de “negativas” las dietas excluyentes, consistentes en el consumo de un único alimento o en la total eliminación de algún nutriente, lo que puede ocasionar la aparición de “cansancio, pérdida de masa muscular en lugar de grasa y desequilibrios en el metabolismo”.
(Fuente: Jano.es)
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