Por: Qi Zhao, MD, PhD, Dongfeng Gu, MD, PhD, James E. Hixson, PhD, De-Pei Liu, PhD, Dabeeru C. Rao, PhD, Cashell E. Jaquish, PhD, et, al. y for the Genetic Epidemiology Network of Salt Sensitivity Collaborative. Common Variants in Epithelial Sodium Channel Genes Contribute to Salt Sensitivity of Blood Pressure The GenSalt Study.pdf
Rare mutations of the epithelial sodium channel (ENaC) lead to mendelian forms of salt-sensitive hypertension or salt-wasting hypotension. We aimed to examine the association between common variants in the ENaC genes and salt sensitivity of blood pressure (BP).
Los tratamientos antihipertensivos administrados en un paciente al acostarse reducen “significativamente” el riesgo cardiovascular en comparación a un tratamiento convencional matutino, y con independencia del fármaco utilizado, según revela un estudio de la Universidad de Vigo presentado recientemente en Sevilla en el marco del XLI Congreso Nacional de Nefrología.
Este trabajo, al que ha tenido acceso Europa Press, sostiene que cuando el tratamiento se administra al acostarse –en concreto los antagonistas de los receptores de la angiotensina II (ARA-II)–, “aumentan significativamente” la supervivencia sin evento cardiovascular con respecto a la utilización nocturna de cualquier otro fármaco.
De hecho, esta investigación partió de la premisa de que diversos ensayos clínicos ya han documentado diferencias en función de la hora de administración de las diferentes familias de antihipertensivos en su eficacia para reducir la presión arterial, la duración de acción, el perfil de seguridad y los efectos sobre el perfil circadiano de la presión arterial.
Además, aluden a los resultados del reciente estudio MAPEC, que también han documentado que la administración de uno más fármacos al acostarse, en comparación con la estrategia habitual de administrar toda la medicación al levantarse, mejora el control de la presión arterial, reduce la prevalencia del patrón ‘no-dipper’ y, sobre todo, reduce el riesgo cardiovascular.
Por ello, los autores de este estudio han evaluado la posible diferencia sobre la reducción de riesgo cardiovascular entre las diferentes familias de antihipertensivos utilizados en el estudio MAPEC.
Para tal fin, se analizó a un total de 2.156 personas hipertensos (1.044 hombres y 1.112 mujeres), que fueron aleatorizadas a tomar toda su medicación antihipertensiva al levantarse o a tomar uno o más fármacos al acostarse.
Esta aleatorización se hizo de forma independiente para cada fármaco permitido en el estudio, La presión arterial se monitorizó durante 48 horas consecutivas a la inclusión y de nuevo anualmente, o con mayor frecuencia (cada 3 meses) si era necesario ajustar el tratamiento antihipertensivo.
Entre los principales resultados extraídos de este trabajo, cuya mediana del tiempo de seguimiento fue de 5,6 año, fue que las personas tratadas con uno o más fármacos al acostarse evidenciaron un riesgo cardiovascular (ajustado por sexo, edad y diabetes) significativamente menor que los sujetos tratados al levantarse, con independencia de la familia de antihipertensivos utilizada para su tratamiento.
Del mismo modo, encontraron que “los mayores beneficios” se observaron con la administración al acostarse frente al levantarse y que, cuando el tratamiento se administró a la hora levantarse, el riesgo cardiovascular fue “similar para las diversas familias de antihipertensivos”. Sin embargo, cuando los fármacos se utilizaron al acostarse, los ARA-II fueron “significativamente superiores” en términos de reducción de riesgo cardiovascular a las demás familias.
Por todo ello, estos autores sostienen en su trabajo recogido por Europa Press que el tratamiento antihipertensivo administrado al acostarse “reduce significativamente el riesgo cardiovascular en comparación al tratamiento convencional matutino, con independencia del fármaco utilizado”.
Los resultados indican, además, que no existen ventajas significativas de una familia frente a otras en términos de reducción de riesgo cardiovascular cuando el tratamiento se administra al levantarse. Cuando el tratamiento se administra al acostarse, los ARA-II aumentan significativamente la supervivencia sin evento cardiovascular con respecto a la utilización nocturna de cualquier otro fármaco.
(Fuente: Tomado de la página de cardiocirguía de Infomed)
Quizás sea mejor tomar los antihipertensivos antes de irse a la cama
Un estudio muestra que los pacientes que lo hacían tenían una mejor salud cardiaca que los que seguían un horario matutino.
Millones de estadounidenses toman antihipertensivos, y un estudio reciente sugiere que tomárselos antes de irse a la cama podría ser lo mejor.
Se sabe que tomar antihipertensivos a distintas horas del día puede afectar los patrones de presión arterial de los pacientes, pero no se conocía el impacto sobre la salud.
El nuevo estudio español incluyó a 661 pacientes de enfermedad renal crónica e hipertensión. La mitad se tomaba el antihipertensivo recetado antes de irse a la cama y la mitad inmediatamente tras levantarse en la mañana.
Tras un seguimiento promedio de 5.4 años, los investigadores hallaron que los pacientes que tomaban al menos un antihipertensivo antes de acostarse tenían un mejor control de su presión arterial y tenían alrededor de un tercio menos de probabilidades de sufrir un evento relacionado con el corazón, como un ataque cardiaco, insuficiencia cardiaca o un accidente cerebrovascular.
El equipo de la Universidad de Vigo también halló que la presión arterial durante el sueño provee una medida mucho más precisa de la salud cardiaca que la presión arterial durante la vigilia.
El estudio aparece en la edición en línea del 24 de octubre de la revista Journal of the American Society of Nephrology.
“Nuestros resultados indican que las tasas de eventos cardiovasculares en los pacientes de hipertensión se pueden reducir en más de 50 por ciento con la estrategia sin costo alguno de administrar los antihipertensivos antes de irse a dormir en lugar de en la mañana”, escribió el autor del estudio Ramón Hermida en un comunicado de prensa de la revista.
Un médico de EE. UU. dijo que aprovechar la “cronoterapia”, o sea programar la administración de fármacos según los biorritmos de un paciente, podría tener un valor real.
“Los médicos por lo general no especifican a qué hora del día los pacientes deben tomar sus medicamentos. Sin embargo, la mayoría de pacientes de hipertensión se toman sus antihipertensivos por la mañana. Con frecuencia, los pacientes se quejan de efectos secundarios al tomar estos medicamentos, y los más comunes son fatiga y somnolencia”, anotó el Dr. Robert Graham, internista del Hospital Lenox Hill en la ciudad de Nueva York.
Cree que el estudio revela un “abordaje sin costos en que todos salen ganando” con una mejor adherencia a los antihipertensivos y una mayor eficacia cuando se toman en la noche en lugar de la mañana. “Como resultado, la cronoterapia podría ayudar a minimizar los efectos secundarios y maximizar los efectos beneficiosos de los antihipertensivos”, aseguró Graham.
Otro experto estuvo de acuerdo.
“La idea del uso nocturno de los medicamentos no es nueva”, apuntó el Dr. Howard S. Weintraub, director clínico del Centro de Prevención de la Enfermedad Cardiovascular del Centro Médico Langone de la NYU, en la ciudad de Nueva York. “Esta estrategia podría ser particularmente eficaz en el uso de [antihipertensivos como] los inhibidores de la ECA, los bloqueantes del receptor de la angiotensina o los inhibidores directos de la renina”.
Weintraub añadió que “aunque tomarse un diurético antes de irse a la cama podría interrumpir el sueño, en general creo que muchos lo hemos estado haciendo por un tiempo con la intención de controlar mejor la presión arterial nocturna y también para mitigar parte del aumento en la presión arterial que ocurre usualmente a principios de la mañana (más o menos a partir de las 5 am)”.
En Estados Unidos, alrededor de un tercio de los adultos tienen hipertensión.
(Fuentes: Journal of the American Society of Nephrology, news release, Oct. 24, 2011)
Comentarios recientes