Estudios presentan el índice neutrófilo/linfocito como indicador inflamatorio en pacientes con trasplante de órganos (riñón y corazón). Sin embargo, su uso es limitado en la oftalmología.
Las alteraciones oftalmológicas asociadas al SARS-CoV-2 se pueden clasificar como efectos directos del virus, por reacción inmunológica o por la vacunación.
A pesar del privilegio inmunitario y la falta de vascularidad de la córnea, el rechazo sigue siendo la principal causa de falla del trasplante corneal en aquellos casos en que no se logra el éxito quirúrgico.
Exactamente 2 años desde el inicio de la pandemia, la «nueva normalidad» muestra que ha aumentado la incidencia de la enfermedad del ojo seco durante la pandemia de COVID-19.
La función visual generalmente se mide por la agudeza visual, pero otros factores ópticos influyen en la calidad de la visión como las aberraciones oculares.