papiloma

Con una sola prueba de VPH (virus del papiloma humano) puede predecirse el riesgo de cáncer de cuello uterino por 18 años. En un grupo de más de 20 000 mujeres, la prueba de ADN del virus del papiloma humano (VPH) predijo el riesgo de contraer cáncer de cuello uterino con más precisión que la prueba de Papanicolaou (prueba de Pap), durante un período de seguimiento de 18 años. Aun cuando ambas pruebas pudieron identificar a las mujeres con más probabilidad de presentar lesiones precancerosas de alto grado en el cuello uterino o cáncer cervical escamoso en los dos años siguientes a la prueba, solamente el resultado de la prueba de VPH predijo el riesgo en las mujeres hasta 18 años más tarde.

El doctor Philip Castle, de la Sociedad Americana de Patología Clínica, y sus colegas dieron a conocer sus hallazgos el 30 de julio en  la revista médica Journal of Clinical Oncology.

Los investigadores determinaron que la prueba de VPH estratificó a las mujeres por su riesgo de contraer cáncer de cuello uterino con más precisión que la prueba de Pap. En un período de seguimiento de 18 años, a 199 mujeres se les diagnosticaron neoplasias intraepiteliales cervicales de grado 3 o cáncer de cuello uterino (NIC 3); se presentaron más casos de este tipo en las mujeres que resultaron positivas a la prueba de VPH (112 mujeres) que en aquellas que tuvieron resultados anormales a la prueba de Pap (65 mujeres). Por el contrario, se presentaron menos casos de NIC 3 durante el período de seguimiento en las mujeres con resultado negativo a la prueba de VPH al comienzo del estudio en comparación con las mujeres que obtuvieron resultados normales a la prueba de Pap realizada al mismo tiempo (87 mujeres frente a 134 mujeres).

La prueba de VPH es un factor pronóstico eficaz del riesgo de cáncer de cuello uterino. Este trabajo aporta elementos a favor de intervalos más largos entre los exámenes si las pruebas de VPH y Pap han arrojado resultados negativos, dijo el doctor Wacholder. El muy bajo riesgo durante 10 años en mujeres que resultan negativas a la prueba única de VPH ofrece un margen de seguridad más amplio.

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Ver artículo: Clinical Human Papillomavirus Detection Forecasts Cervical Cancer Risk in Women Over 18 Years of Follow-Up

Fuente: Boletín del Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos

condiloma-gigantepagina2El condiloma acuminado (CA) o verruga genital es una neoformación exofítica, generalmente múltiple y de color rosado o blanco grisáceo. Es producido por el virus del papiloma humano (VPH) del que existen más de 130 genotipos, y de ellos, en más de 80, ha sido posible secuenciar por completo su genoma. Cerca de 40 se transmiten sexualmente e infectan el aparato genital masculino y femenino. Su tamaño es muy variable, desde lesiones prácticamente imperceptibles, hasta llegar a adquirir dimensiones considerables con el típico aspecto de coliflor.

Los VPH según la posibilidad de desarrollar lesiones cancerígenas, se dividen en dos grupos: bajo y alto riesgo. Entre los de menor potencialidad encontramos los subtipos de VPH: 6, 11, 40, 42, 53, 54 y 57. Los VPH de alto riesgo se relacionan con mayor frecuencia con el cáncer cérvico-uterino, siendo los tipos 16 y 18 los más oncogénicos. También se incluyen en este grupo los subtipos 31, 35, 39, 45, 51, 52, 56 y 58. En la mayoría de las mujeres se sospecha la presencia del VPH por los cambios citológicos anormales observados en las citologías orgánicas (Papanicolaou) y la colposcopía. Ambos estudios son las herramientas fundamentales en la detección del cáncer cérvicovaginal o sus lesiones precursoras, los que permiten dirigir el estudio biópsico para el diagnóstico definitivo de estos cambios anormales relacionados con el VPH.

El CA se vincula por lo general a los tipos de cepas números 6 y 11. En raras ocasiones puede evolucionar como un tumor con malignidad local, aunque sin metástasis, equivalente a un condiloma verrugoso. El tumor de Büschke-Löwenstein es un condiloma acuminado de gran tamaño, en forma de coliflor, de crecimiento lento e infrecuente que, a pesar de un tipo histológico benigno, se comporta de forma maligna por su alto índice de recurrencia y transformación ocasional hacia el carcinoma de células escamosas. Es causado por los subtipos 6 y 11 del VPH, y en ocasiones por los subtipos 16 y 18. En este trabajo se presenta un caso de condiloma acuminado del pene de gran tamaño, así como aspectos relacionados con su diagnóstico y tratamiento.

Caso Clínico

Paciente de 19 años de edad con antecedentes de buena salud, que asiste a la consulta de Urología por presentar una tumoración en el pene, que le salió desde hacía 3 meses siendo más pequeña y que, a pesar del tratamiento tópico con ácido tricloroacético, lejos de desaparecer había continuado su crecimiento. En el interrogatorio se recogió además, el dato de la práctica del coito desprotegido y la promiscuidad sexual, aunque en el momento de su atención no tenía pareja sexual estable.

Al examen físico se constató la presencia de un tumor de aproximadamente 3 cm de diámetro, con aspecto de coliflor, con secreción amarillenta espesa, localizado en la región ventral del pene, y que abarcaba el surco balano-prepucial y la región del frenillo.

Se le realizaron exámenes complementarios de la analítica sanguínea, serología y VIH, estando todos dentro de parámetros normales. Teniendo en cuenta el gran tamaño de la lesión y la resistencia al tratamiento habitual ya realizado, se decidió tomar muestra para biopsia en la que se confirmó la presencia de un condiloma acuminado.

Una vez confirmada la naturaleza de la tumoración, se decidió llevar al paciente al salón de operaciones para la exéresis total de la misma más la circuncisión, se obtuvieron buenos resultados estéticos finales. El informe anátomo-patológico final de la pieza quirúrgica fue condiloma acuminado, observándose sus hallazgos típicos, con proyecciones papilares de epitelio pavimentoso, con vacuolización de los queratinocitos (coilocitosis), e infiltrado inflamatorio crónico en el estroma fibrovascular. El paciente tras un año de operado está asintomático, libre de recurrencias de la enfermedad, y con la incorporación de prácticas sexuales protegidas y seguras.

Para efectuar este trabajo se tuvieron en cuenta los principios éticos de la confidencialidad de la identidad personal, y el consentimiento informado para la publicación del artículo y las fotos, que solo enfocarían la lesión en el pene y sus resultados posoperatorios.

Condiloma acuminado gigante del pene. Valdés Estévez Basily, Rodríguez Collar Tomás Lázaro, Casa de Valle Castro Midalys. Rev Cubana Obstet Ginecol. 2012  Mar ;  38(1): 86-92

Virus del papiloma humano. Wikipedia¿Qué es?
Los virus del papiloma humano (VPH) son virus comunes que pueden causar verrugas. Existen más de 100 tipos de VPH. La mayoría son inofensivos, pero aproximadamente 30 tipos se asocian con un mayor riesgo de provocar cáncer. Estos tipos afectan los genitales y se adquieren a través del contacto sexual con una pareja infectada. Se clasifican como de bajo riesgo o de alto riesgo. Los VPH de bajo riesgo pueden causar verrugas genitales. En las mujeres, los VPH de alto riesgo pueden conducir al cáncer en el cuello uterino, vulva, vagina y ano. En los hombres, pueden conducir al cáncer del ano y del pene.

El virus del papiloma humano genital es la infección de transmisión sexual (ITS) más frecuente. Existen más de 40 tipos de VPH que pueden infectar las zonas genitales de los hombres y las mujeres. Estos tipos de VPH también pueden infectar la boca y la garganta.  La mayoría de las personas que se infectan por el VPH ni siquiera saben que lo están.

El VPH no es igual al virus del herpes o al VIH (el virus que causa el sida). Todos estos virus se pueden transmitir durante el contacto sexual, pero causan síntomas y problemas de salud distintos.

El VPH puede hacer que las células normales de la piel infectada se vuelvan anormales. La mayoría de las veces, estos cambios en las células no se pueden ver ni sentir.  El cuerpo combate en forma natural el VPH y las células infectadas vuelven a su normalidad en algunos casos. Pero cuando el cuerpo no elimina el VPH, el virus puede causar cambios visibles como verrugas genitales o cáncer. Las verrugas pueden aparecer semanas o meses después de contraer el VPH. El cáncer suele demorar años en presentarse después de que se contrae la infección. El VPH es la causa principal de la aparición del cáncer del cuello uterino.

Cáncer cérvico uterino. Imagen: Cuba Ahora.cu

¿Cómo se trasmite?
El VPH se transmite por contacto genital, más a menudo por relaciones sexuales vaginales y anales. También se puede transmitir por las relaciones sexuales orales y el contacto entre los genitales. El VPH se transmite entre parejas heterosexuales y homosexuales (gay), aun cuando la pareja infectada no tenga signos ni síntomas.

Una persona puede tener el VPH hasta años después de haber tenido contacto sexual con una pareja infectada.  La mayoría de las personas infectadas no saben que están infectadas o que están transmitiendo el virus a su pareja sexual. También es posible contraer más de un tipo de VPH.

En muy pocos casos, una mujer embarazada que tiene el VPH genital puede transmitir el virus a su bebé durante el parto. Y, en casos muy raros, el bebé puede presentar papilomatosis respiratoria recurrente (PRR) de comienzo juvenil.

¿Cuáles son los síntomas?
La mayoría de las personas infectadas por el VPH no presenta síntomas o problemas de salud por la infección. En el 90% de los casos, el sistema inmunitario del cuerpo elimina el VPH de manera natural en un lapso de dos años. Pero algunas veces, las infecciones por el VPH no se curan, y pueden causar:

  • Verrugas genitales
  • Rara vez, verrugas en la garganta, una afección llamada papilomatosis respiratoria recurrente o PRR.  Cuando se presenta en niños, se le llama papilomatosis respiratoria recurrente de comienzo juvenil
  • Cáncer de cuello uterino y otros cánceres menos frecuentes pero graves, como cáncer de vulva, de vagina, de pene, de ano y cáncer de la cavidad orofaríngea (parte posterior de la garganta, incluidas la base de la lengua y las amígdalas)

Los tipos de VPH que pueden causar verrugas genitales no son los mismos que los que causan cáncer. No hay manera de saber cuáles personas con el VPH padecerán cáncer u otros problemas de salud.

Síntomas y signos relacionados con la infección por VPH:

Verrugas genitales: por lo general aparecen en las zonas genitales como un granito o pequeños grupos de granitos. Pueden ser pequeñas o grandes, planas o elevadas o en forma de coliflor. Los profesionales médicos pueden diagnosticar las verrugas con solo mirar el área genital durante la consulta. Las verrugas pueden aparecer semanas o meses después del contacto sexual con una pareja infectada, aun cuando esta persona no tenga signos de verrugas genitales. Si no se tratan, las verrugas genitales pueden desaparecer, quedarse igual o aumentar en tamaño y en número. Las verrugas no se convertirán en cáncer.

Cáncer de cuello uterino: por lo general no presenta síntomas sino hasta que está en una etapa avanzada. Por esta razón, es importante que las mujeres se realicen periódicamente pruebas de detección del cáncer de cuello uterino. Estas pruebas pueden identificar signos iniciales de la enfermedad para que sean tratados en forma temprana, antes de que se conviertan en cáncer.

Otros cánceres relacionados con el VPH: pueden no presentar signos o síntomas sino hasta que estén avanzados y sean difíciles de tratar.  Esto incluye cánceres de vulva, de vagina, de pene, de ano y cáncer de la cavidad orofaríngea (parte posterior de la garganta, incluidas la base de la lengua y las amígdalas). Para conocer los signos y síntomas de estos cánceres, visite www.cancer.gov.

Papilomatosis respiratoria recurrente: una afección en la que se forman verrugas en la garganta. Algunas veces puede bloquear las vías respiratorias, causando ronquera o dificultad para respirar.

Células con papiloma. Wikipedia¿Cuáles son las pruebas para diagnosticar la infección?

Las pruebas de detección del VPH disponibles en el mercado mundial solo se utilizan para evaluar a mujeres a cierta edad y que hayan tenido resultados específicos en sus pruebas de Papanicolaou para el cáncer de cuello uterino. No existe una prueba general para hombres o mujeres que detecte si una persona tiene el VPH, ni tampoco se cuenta con una prueba aprobada de detección para detectar el VPH en los genitales, la boca o la garganta.

¿Cómo se trata la infección por VPH?
No existe un tratamiento contra el virus, pero hay tratamientos para las enfermedades que el VPH puede causar:

Las verrugas genitales visibles las puede eliminar el propio paciente con el uso de medicamentos recetados,  o también si va al médico para que le dé tratamiento. Algunas personas prefieren no tratarse las verrugas, para ver si desaparecen por sí solas. Ningún tratamiento es mejor que otro.

El cáncer de cuello uterino se puede tratar más fácilmente si se diagnostica y trata en su etapa inicial. Sin embargo, una mujer que se hace en forma periódica la prueba de Papanicolaou y tiene un seguimiento adecuado puede identificar problemas antes de que aparezca el cáncer. La prevención es siempre preferible al tratamiento.

Otros tipos de cáncer relacionados con el VPH también se pueden tratar más fácilmente si se diagnostican y tratan en etapas iniciales.

La PRR se puede tratar mediante cirugía o medicamentos.  En ocasiones, puede requerir de muchos tratamientos o cirugías durante varios años.

¿Cómo puedo protegerme?
Hay muchas formas en que una persona puede reducir su probabilidad de contraer el VPH:

  • Las vacunas pueden proteger a hombres y mujeres contra casi todos los tipos comunes de VPH que pueden causar enfermedad y cáncer. Estas vacunas se administran en tres inyecciones. Es importante recibir las tres dosis para contar con la mejor protección. Las vacunas son más eficaces cuando se dan a los 11 o 12 años de edad.
    Niñas y mujeres:
    Existen dos vacunas (Cervarix y Gardasil) para proteger a las mujeres contra los tipos de VPH que causan la mayoría de los cánceres de cuello uterino.  Una de estas vacunas (Gardasil), también protege contra la mayoría de las verrugas genitales.  Gardasil también ha demostrado proteger contra los cánceres de ano, de vagina y de vulva. Ambas vacunas están recomendadas para niñas de 11 a 12 años de edad y para niñas y mujeres de 13 a 26 años que no hayan recibido ninguna dosis o que no hayan completado la serie cuando eran más pequeñas. Las vacunas también se pueden administrar a niñas a partir de los 9 años de edad. Se recomienda que, en lo posible, las tres dosis de la vacuna sean de la misma marca.
    Niños y hombres:
    Una de las vacunas disponibles (Gardasil) protege a los varones contra la mayoría de las verrugas genitales y los cánceres de ano. Esta vacuna está disponible para varones de 9 a 26 años de edad.
  • Las personas que decidan llevar una vida sexual activa, pueden reducir su riesgo de contraer el VPH si utilizan condones. Para que protejan más, los condones se deben usar en todas las relaciones sexuales, desde el inicio hasta el final. Los condones también pueden disminuir el riesgo de contraer otras enfermedades relacionadas con el VPH, como las verrugas genitales y el cáncer de cuello uterino. Pero el VPH puede infectar las áreas que no queden cubiertas por el condón, por lo que los condones no protegen completamente contra el VPH.
  • Una persona puede reducir la probabilidad de contraer el VPH si permanece en una relación con una sola pareja, limita el número de parejas sexuales o escoge una pareja que no ha tenido parejas sexuales o ha tenido muy pocas.  Sin embargo, hasta las personas que han tenido solo una pareja sexual en la vida pueden contraer el VPH pues no se puede determinar si una pareja que ha sido sexualmente activa en el pasado está infectada actualmente.

Actualizado: octubre/2011

Fuente:
Infección genital por VPH. CDC
Pruebas de detección del cáncer de cuello uterino. CDC
Virus del papiloma humano. MedlinePlus

En Cuba se reportan cada vez más casos de cáncer cérvicouterino en jóvenes y adolescentes, asociados a la infección del virus del papiloma humano. Sexo protegido, diagnóstico temprano y seguimiento médico son las claves para reducir el fenómeno. La periodista Olga Lilia Vilató de Varona  entrevista a la Doctora en Ciencias Médicas Telma Ferrá, especialista de Segundo Grado en Dermatología y profesora consultante de la Universidad Médica Carlos J. Finlay de Camagüey.

El objetivo de su tesis de doctorado fue obtener un algoritmo para el diagnóstico precoz del cáncer cérvicouterino (CCU) en mujeres con condilomas acuminados, determinación avalada por el propósito del sistema de Salud Pública cubano de disminuir en un 20 por ciento las muertes por esta causa, y además reducir en un 15 por ciento la mortalidad en adultos mayores.

“En Cuba se registra una elevada supervivencia de pacientes con esta patología, similar a la de naciones desarrolladas, pero puede ser mejor y eso lo sabemos. Por ejemplo, los condilomas acuminados y el CCU aparecen por transmisión sexual: ambos padecimientos están unidos por el virus del papiloma humano (PVH). El condiloma acuminado es de bajo riesgo oncogénico en el 90 por ciento de los casos, pero podemos tomarlo como indicador de presencia de un virus de alto riesgo, porque hay muchas formas subclínicas que suelen ser causadas por estos últimos. Por eso, mi investigación se encamina a tomar el condiloma acuminado como una alerta. Claro que no toda mujer infectada por un virus de alto riesgo desarrolla un cáncer. Como el organismo trata de defenderse, la evolución la determinan el tipo de PVH, la carga viral y los factores inmunológicos, entre otros”. Ampliar.

Fuente: Periódico Juventud Rebelde (digital). Suplemento.

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Estados Unidos, Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). Un amplio estudio que abarcó el 83% de la población de los Estados Unidos de 1998 al 2003 estimó que cada año ocurren cerca de 24,900 casos de cáncer asociados al VPH. Más de 17,300 de estos casos anuales corresponden a mujeres y 7,600 a hombres. El cáncer de cuello uterino es el cáncer más común asociado al VPH en las mujeres mientras que los cánceres de cabeza y de cuello (cavidad bucal y orofaríngea) asociados al VPH son los más comunes en los hombres. Las cifras que se presentan a continuación provienen del mencionado estudio. Dado que estas cifras se basan en el 83% de la población de los Estados Unidos, es posible que representen una cifra menor que la real de los diagnósticos de cáncer durante ese periodo. A su vez, este estudio utilizó información de los registros del cáncer para estimar el número potencial de casos de cáncer asociados al VPH con base en los análisis del cáncer en distintas áreas del cuerpo y el tipo de células cancerosas que más probablemente son causadas por el VPH.

Ampliar información en el sitio de los CDC.

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Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) actualizaron el 27 de enero de 2011 la informacion sobre estadísticas y prevención del cáncer de cuello uterino.

Virtualmente, todos los cánceres de cuello uterino son causados por el virus del papiloma humano (VPH). El VPH es un virus común que se propaga con facilidad por el contacto epitelial durante la actividad sexual con otra persona infectada. Hay muchos tipos de VPH. Algunos tipos pueden ocasionar cambios en el cuello uterino de la mujer que con el paso del tiempo pueden convertirse en cáncer, mientras que otros pueden causar verrugas genitales.

El VPH es tan común que la mayoría de las personas lo contraen en algún momento de su vida, en particular después de una infección, y por lo general no causa síntomas, por lo cual usted no sabrá si lo tiene. En la mayoría de las mujeres, el VPH desaparece por sí solo; sin embargo, si esto no ocurre, es posible que con el tiempo cause cáncer de cuello uterino u otros cánceres y no hay manera de saber si una persona con el VPH padecerá cáncer u otros problemas de salud.

El cáncer de cuello uterino es prevenible debido a que se dispone de pruebas de detección (para detectar problemas en el cuello uterino tan pronto comiencen) y vacunas (para prevenir infecciones por el VPH). Cuando el cáncer de cuello uterino se detecta en sus etapas iniciales, sus posibilidades de tratamiento son muy altas y está asociado a una larga supervivencia y buena calidad de vida. Las mujeres que han recibido la vacuna de todos modos necesitan hacerse las pruebas de detección del cáncer de cuello uterino (prueba de Papanicolaou).

Los CDC recomiendan que todas las niñas entre los 11 y 12 años de edad reciban las tres dosis (inyecciones) de la vacuna contra el VPH para protegerse contra el cáncer y precáncer de cuello uterino. Las niñas y las mujeres jóvenes entre los 13 y 26 años deben recibir las tres dosis de la vacuna contra el VPH si no han recibido todas las dosis. La vacuna se puede administrar a niñas de 9 años de edad. Los niños y hombres jóvenes de 9 a 26 años de edad también pueden recibir la vacuna contra el VPH para prevenir las verrugas genitales.

Fuente: Información sobre el cáncer cervical. CDC