El 27 de abril del 2012, la Administración de Alimentos y Medicamentos (Food and Drug Administration, FDA) aprobó las recomendaciones para la dosificación del Lexiva (fosamprenavir) en suspensión oral para los pacientes pediátricos.
Los datos propuestos para la FDA incluyeron tres estudios para apoyar una nueva dosificación del tratamiento con Lexiva, con ritonavir, en combinación con otros medicamentos antirretrovirales para el tratamiento de la infección por el VIH-1 en pacientes pediátricos con más de 4 semanas de nacidos y menos de 6 años de edad.
La ficha técnica del Lexiva incluye ahora la dosificación para pacientes pediátricos entre por lo menos 4 semanas de nacidos y 18 años. La dosificación del Lexiva debe calcularse con base en el peso corporal (kg) y no debe exceder la dosis recomendada para los adultos.
La actualización de la ficha técnica estará disponible en el sitio web de la FDA (disponible solamente en inglés).
Fuente: Boletín inf0SIDA Al Instante No. 18. Mayo 9/2012
Un americano que vivía en Berlín se convirtió hace unos años en el paciente más solicitado del mundo. Había vencido al sida y a la leucemia después de someterse a una terapia génica. Esta estrategia, que aún se aplica de forma experimental, consiste en manipular genes y células del organismo para corregir una enfermedad. En su caso se lograron curar dos graves dolencias, tras un tratamiento radical que incluyó quimio y radioterapia, trasplante de médula ósea y terapia génica.
Su caso era excepcional y el tratamiento muy agresivo para aplicar a todos los pacientes con VIH, pero se abría la puerta a una solución definitiva en un horizonte en el que no hay una vacuna contra el sida y los fármacos generan resistencias y graves efectos secundarios.
La historia de la terapia génica es como una montaña rusa, una historia con altibajos, plagada de éxitos y fracasos. Ahora once años después de los primeros pacientes de VIH tratados con este procedimiento, Carl June, uno de los investigadores pioneros, demuestra que es eficaz y segura. June ha reunido los resultados de tres ensayos clínicos, entre 1998 y 2002. Tenemos 43 pacientes y están todos sanos, explica. Los resultados, que se publican en la revista Science Translational Medicine, confirman la seguridad de esta técnica y la posibilidad de contar con esta poderosa herramienta. No solo para luchar contra el virus del sida sino contra el cáncer y una gran variedad de enfermedades.
Los pacientes seropositivos fueron tratados con células de su sistema inmune, modificadas genéticamente . Se transforman en una especie de misil teledirigido para actuar contra el VIH. Y para lograr que llegaran a su blanco se transportaron en un virus del sida inactivado, sin capacidad de infectar. En este caso, el virus se convierte en un vehículo para transportar el arma genética contra el sida. Cada paciente recibió una o más infusiones con millones de estas células modificadas, un ejército de células asesinas contra el VIH. En ninguno de los pacientes tratados surgieron cánceres ni otros problemas.
Después de una década, esas células modificadas aún persisten en el organismo, preparadas para acabar con nuevas células infectadas con el VIH. Por eso, June cree que es el momento de iniciar tratamientos similares para enfermedades que no sean mortales, como la artritis.
Fuente: Boletín Epidemiológico del IPK, Vol.22 Núm.17 Pág. 134, abril 28/2012
Las mujeres que han sido infectadas por dos cepas diferentes del VIH a partir de dos parejas distintas, una condición conocida como superinfección, parecen tener una mayor respuesta inmune, capaz de bloquear la replicación del virus, en comparación con aquellas que sólo han sido infectadas una vez.
Hemos visto que aquellas mujeres que habían sido infectadas dos veces, no sólo tenían una respuesta más potente, sino que sus anticuerpos tenían una actividad de elite, que les permitía neutralizar una amplia variedad de cepas del VIH durante un periodo de tiempo prolongado, explica Julie Overbaugh, Centro Hutchinson (EE.UU.) y coordinador del trabajo que se publica en PLoS Pathogens.
Se estima que sólo alrededor del 1 por ciento de las personas con VIH son los llamados neutralizadores de élite, que son capaces de neutralizar múltiples subtipos del virus. Estos sujetos, dice el investigador, representan una oportunidad única para estudiar la respuesta de los anticuerpos ante el VIH y ayudar así a desarrollar una vacuna contra el VIH.
Los resultados también sugieren que la infección con dos cepas diferentes del VIH no sólo conduce a una respuesta firme, sino también una respuesta más rápida que es capaz de reconocer muchas otras cepas del VIH.
Mujeres superinfectadas
Los investigadores analizaron la actividad inmunológica de 12 mujeres superinfectadas en Kenia durante un periodo de cinco años y la compararon con un grupo control de mujeres infectadas. Overbaugh y su equipo valoraron la capacidad de los anticuerpos presentes en las mujeres infectadas «superinfectadas» para neutralizar un amplio espectro de variantes del VIH.
El estudio encontró que las mujeres superinfectadas tuvieron, en promedio, 1,68 veces más anticuerpos neutralizantes que las no superinfectadas; además, tenían una capacidad mucho mayor para neutralizar el virus.
El santo grial de una vacuna contra el VIH sería obtener anticuerpos contra el virus ya que se ha demostrado que los anticuerpos so capaces de bloquear la infección por el virus. Sin embargo, los fracasos en esta dirección han sido constantes; por eso, el estudio de las personas infectadas por el VIH que tienen potentes respuestas de anticuerpos contra el virus podría arrojar nuevas pistas sobre el mejor enfoque para diseñar una vacuna que sea capaz de inducir una respuesta inmune efectiva.
Fuente:
HIV-1 Superinfection in Women Broadens and Strengthens the Neutralizing Antibody Response. Valerie Cortez, Katherine Odem-Davis, R. Scott McClelland, Walter Jaoko, Julie Overbaugh. PLoS Pathog 8(3): e1002611. doi:10.1371/journal.ppat.1002611
Compactado y editado:
Prof. Juan Enrique Yara Sánchez
Forum Cubano de Cirugía Vascular
Madrid. Domingo, 6 de mayo de 2012
Si bien la exposición al tenofovir (TDF) ha estado relacionada con una disminución de la densidad ósea, todavía no está claro si aumenta el riesgo de fracturas osteoporósicas.
Entre 1988 y 2009 se procedió a identificar a los pacientes con cualquier fractura osteoporósica (de la muñeca, las vértebras o la cadera) ocurrida después de un diagnóstico del VIH con el código de la Clasificación Internacional de Enfermedades, 9ª revisión (CIE-9), en el Registro de Casos Clínicos del Departamento de Asuntos de los Veteranos. Se examinó el riesgo de fracturas osteoporósicas relacionado con la exposición acumulativa al fumarato de disoproxilo de tenofovir (TDF) y a otros medicamentos antirretrovirales en un análisis de una sola variable y en un primer modelo de variables múltiples (designado en forma abreviada como MV1, en el cual se controló la raza, la edad, el uso de tabaco, la diabetes, el índice de masa corporal y el estado de infección por el virus de la hepatitis C) y en un segundo modelo (designado en forma abreviada como MV2, en el cual se controlaron las variables del MV1 y la exposición concomitante a medicamentos antirretrovirales).
Osteoporotic fracture risk associated with cumulative exposure to tenofovir and other antiretroviral agents. Bedimo R, Maalouf NM, Zhang S, Drechsler H, Tebas P. AIDS. 2012 Apr 24;26(7):825-31. Disponible en Hinari, para los usuarios de la red sld.cu.
Fuente: infoSIDA Al Instante No. 18. Mayo 2/2012
La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (Food and Drug Administration, FDA) ha notificado al público que en este momento no se recomienda la administración simultánea de Victrelis (boceprevir), un inhibidor de la proteasa del virus de la hepatitis C (VHC), junto con ciertos inhibidores de la proteasa del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), reforzados con ritonavir, por la posibilidad de reducción de la eficacia de los medicamentos, lo cual permite que aumente la concentración del VHC o del VIH en la sangre (es decir, la carga viral). Los inhibidores de la proteasa del VIH reforzados con ritonavir incluyen Reyataz (atazanavir/ritonavir), Prezista (darunavir/ritonavir) y Kaletra (lopinavir/ritonavir).
Los pacientes no deben dejar de tomar ninguno de sus medicamentos contra el VHC ni contra el VIH sin hablar primero con el profesional de atención de salud que los trate, y a quien deben dirigir cualquier pregunta o preocupación.
Los profesionales de atención de salud que hayan comenzado a administrar Victrelis a los pacientes con el VHC y el VIH en fase crónica mientras toman un tratamiento antirretroviral que contenga uno de esos inhibidores de la proteasa reforzados con ritonavir deben vigilarlos estrictamente para determinar si hay alguna respuesta al tratamiento (para observar si no se detecta el VHC en la sangre) y si existe un posible rebote virológico del VHC o del VIH (para observar si se vuelve a detectar el VHC o el VIH en la sangre después de no haberlo detectado anteriormente).
Más información:
Anuncio de inocuidad (disponible solamente en inglés).
Información sobre boceprevir (Victrelis) (disponible solamente en inglés)
Fuente: infoSIDA Al Instante No. 18. Mayo 2/2012











