CROI 2025: La terapia antirretroviral de acción prolongada logra mejorar el control del VIH en poblaciones vulnerables
Un programa interdisciplinar realizado en el sur de EE UU evidencia cómo dicho tratamiento permite superar barreras que la terapia oral diaria encuentra en entornos complejos.
Entre abril de 2021 y agosto de 2024, 361 personas iniciaron tratamiento con terapia antirretroviral de acción prolongada en la clínica que participó en el estudio, de las cuales 81 (alrededor del 22%) la comenzaron con carga viral detectable. Este subgrupo se caracterizaba por tener ciertos factores determinantes de vulnerabilidad en el contexto estadounidense: el 93% eran personas de etnia negra, el 36% eran mujeres cis y también se incluyeron mujeres transgénero y personas que habían adquirido el VIH por vía perinatal. Además, los participantes presentaban una mediana de ingresos anuales de 25.000 dólares y, frecuentemente, vivían en un entorno afectado por factores como inseguridad alimentaria (51%), dificultades de transporte (72%) y riesgo de inestabilidad habitacional (35%). Muchos de ellos tenían antecedentes de infecciones oportunistas, factor que sugiere un historial de inmunosupresión.
Los hallazgos del estudio tienen implicaciones significativas para las estrategias de salud pública orientadas a controlar la epidemia del VIH, especialmente en el sur de EE UU, donde persisten desigualdades estructurales que afectan a poblaciones con diversos factores de vulnerabilidad tales como tener bajos recursos económicos. El hecho de que la gran mayoría de los participantes lograra, gracias a las herramientas proporcionadas por el estudio, superar las barreras habituales asociadas al tratamiento oral diario —como la adherencia, el estigma o las condiciones de vida inestables— sugiere que la administración inyectable bimestral puede representar una solución práctica y eficaz para lograr la supresión virológica de forma consistente.










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