¡Gracias por la vida!
Diego nació con una malformación digestiva y precisó ser operado a solo instantes de llegar a este mundo; Yuli tuvo labio y paladar hendido; y la madre de Jorgito no lo pudo amamantar pues se confirmó como seropositiva durante el embarazo. Estos tres pequeños, a pesar de sus diferentes historias, tienen algo en común: ninguno pudo disfrutar del pecho de sus progenitoras; los primeros porque no podían succionar, y el tercero por el alto riesgo de infectarse con el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH). Sin embargo, todos tuvieron el acceso a la leche materna: otras mujeres la donaron.
El 19 de mayo es la fecha seleccionada a nivel internacional para promocionar la donación de leche materna y explicar sus beneficios, así lo expresó la Dra. Yofaidis Pérez Medina, jefa de la Sección del Programa de Atención Materno Infantil (PAMI) en el territorio santiaguero, quien explicó además: Esta donación no implica que las madres resten la leche de sus bebés; al contrario, son aquellas que tienen excesos luego de alimentar a sus niños. Esa es la leche que ellas donan.
Para nadie es desconocido que la lactancia materna resulta indispensable para el desarrollo de los recién nacidos, pues es la manera natural idónea de aportarles nutrientes y anticuerpos para que crezcan fuertes y sanos; contiene agua, minerales, proteínas, vitaminas, todo tipo de inmunoglobulinas, y más.
De ahí la importancia del gesto altruista de donar leche materna: un líquido que se le brinda a los infantes que nacen bajo peso extremo con menos de 1 500 gramos, por alguna patología de la madre o por un parto pre-término, antes de las 32 o 34 semanas; también la reciben los niños con un Crecimiento Intrauterino Retardado (CIUR); así como los pequeños operados entre uno y 28 días de nacidos. [Por: Odette Elena Ramos Colás]
Fuente: Periódico Sierra Maestra. Santiago de Cuba. 18/5/2018
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