Anuncio de India en Cancún desata polémica nacional

Nueva Delhi, 10 dic (PL) La eventual disposición de India a aceptar un acuerdo vinculante en las negociaciones sobre cambio climático, desató hoy una encendida polémica, que lidera la oposición mediante acusaciones al gobierno de haberse plegado a Estados Unidos.

De acuerdo con versiones de prensa, el ministro indio de Medioambiente, Jairam Ramesh, dijo en la Cumbre sobre el tema en el balneario mexicano de Cancún, que su país aceptaría un documento, en el cual se fijen cuotas de reducción de emisiones de gases contaminantes obligatorias para todos.

En opinión de los principales partidos opositores, esa nueva posición es contraria a la asumida hasta ahora por el gobierno en todos los foros internacionales realizados hasta ahora para tratar de frenar las causas del cambio climático.

Hasta ahora, la India mantenía que el calentamiento global es un problema causado por las naciones industrializadas, por lo que sólo a ellas se les debe obligar a reducir sus emisiones, mientras el resto lo haría de forma voluntaria, tal y como establece el Protocolo de Kyoto.

Lo que Jairam Ramesh dijo aquí fue diferente a lo dicho ahora allá (en Cancún), afirmó Tarum Vijay, del conservador Bharatiya Janata Party, tras considerar que ese cambio de posición dañará los intereses nacionales.

Brinda Karat, dirigente del Partido Comunista de la India (Marxista), acusó al gobierno liderado por el Partido del Congreso, de haberse vendido a Estados Unidos y al resto de los países industrializados.

Esto es totalmente inaceptable, y dañino para el cambio climático y para la India, aseveró la directora del Centro para la Ciencia y el Medioambiente, Sunita Narain, citada por la agencia IANS.

Prodipto Ghosh, del Instituto de Investigaciones sobre la Energía (TERI), recordó, a su vez, que Estados Unidos y la Unión Europea han estado presionando para obligar a la India y China a aceptar un acuerdo legalmente vinculante.

Tanto Nueva Delhi como Beijing ya se comprometieron a reducir, de forma voluntaria, en un 20-25 por ciento y 40-25 por ciento, respectivamente, sus emisiones para 2020.