diciembre 2010 Archivos

Tokío, 30 nov (Xinhua) Un potente terremoto de 6,9 grados de magnitud en la escala de Richter sacudió este martes la región japonesa de Kanto, según informó la Agencia Meteorológica de Japón.

El sismo tuvo lugar a las 12:25 hora local (0325 GMT) en el mar a 480 km al oeste de las islas de Ogasawara.

Hasta el momento, no se dispone de información sobre víctimas o daños materiales. Tampoco se ha advertido de la posibilidad de un tsunami.

Rabat, 30 nov (Telesur) Al menos 18 personas murieron y varias resultaron heridas este martes en un accidente de autobús al sur de Rabat, provocado por las fuertes lluvias, indicó una fuente policial.

“El balance actual es de al menos 18 muertos y tres heridos”, según un responsable de la policía de Buznika (a 40 km al sur de Rabat), donde se produjo el siniestro.

“Dieciocho cadáveres fueron enviados a la morgue de Buznika y tres personas están desaparecidas, entre ellas un bombero”, declaró Ahmed Zaidi, diputado de Buznika.

Berlín, 29 nov (EFE) Más de 112 000 personas han fallecido en Europa por catástrofes naturales debido a causas meteorológicas en los últimos 20 años, anunció hoy en Bonn la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Tan sólo la fuerte ola de calor registrada en el año 2003 se cobró la vida de al menos 70 000 personas en el viejo continente, dijo un portavoz de la OMS durante un congreso sobre cambio climático coincidiendo con el inicio de la cumbre de Cancún.

Asimismo comentó que se desconoce aún si la fuerte ola de calor registrada este verano en Rusia y que causó docenas de grandes incendios costó la vida a 30 000 o incluso 50 000 personas.

Los expertos en meteorología, sanidad y política reunidos en Bonn y convocados por el secretariado del Cambio Climático de las Naciones Unidas debaten sobre las consecuencias para la salud del calentamiento de la tierra.

El subdirector del Servicio Meteorológico Alemán, Paul Becker, comentó que las situaciones meteorológicas extremas como las olas de calor, lluvias torrenciales y tormentas huracanadas serán cada vez mas frecuentes como consecuencia del cambio climático.

París, 30 nov (PL) La nieve y el granizo mantienen paralizadas hoy algunas regiones de Francia, donde se registraron esta mañana temperaturas récords en la ciudad de Orleans de menos 15,3 grados Celsius, según Meteo Consult.

El antiguo reporte de caída de la temperatura en esta urbe, ubicada en el centro del país data de 1956 con menos 9,5 grados Celsius.

También en las localidades centrales de Chateaudun, con menos 13,4 grados Celsius (menos 10,9 grados en 1993) y en Chartres con menos 11,3 grados Celsius( menos 9,7grados en 1947) se constataron records .

No obstante, las temperaturas más bajas sin que constituyeran marcas excepcionales se registraron en Mouthe y Maiche , comunas de Franco Condado (centro-este) con menos 22 y menos 18 grados centígrados respectivamente.

Meteo Consult señaló que las regiones de centro y centro-este están cubiertas actualmente de capas de nieve de entre 20 y 25 centímetros.

Por su parte, Meteo France emitió un boletín de alerta naranja por la nieve para 15 departamentos a partir de esta tarde y hasta mañana por la noche.

De acuerdo con el organismo estos episodios podrían interrumpir las actividades habituales, pues se esperan caídas de nieve de hasta 30 centímetros al término del evento meteorológico.

Redacción internacional, 29 nov (EFE) Desde la segunda mitad del siglo XIX la temperatura media de la Tierra ha subido más de 0,74 grados y en los próximos cien años se espera un aumento de entre 1,8 y 4 grados.

La temperatura incluso podría subir en 6,4 grados, según el cuarto y último informe de evaluación del Grupo Intergubernamental de expertos en Cambio Climático (IPCC) de la ONU publicado en 2007, que advierte del peligro que supondría cualquier calentamiento por encima de los dos grados.

El proceso de calentamiento de la Tierra es lento y se remonta al siglo XIX.

Desde la Revolución Industrial se ha producido un aumento aproximado de un 25 por ciento en la concentración atmosférica de Dióxido de Carbono (CO2), un 19 por ciento de óxidos nitrosos, un 100 por ciento de metano y más de un 200 por ciento de Clorofluorocarbonos (CFC), causantes del llamado “efecto invernadero”.

Desde entonces, la temperatura media se ha elevado 0,8 grados centígrados sobre los niveles preindustriales y los expertos advierten de que si suben las temperaturas globales por encima de la variabilidad natural del clima será imposible detener y evitar consecuencias en ocasiones catastróficas y sobre todo desconocidas.

El cuarto informe del IPCC, presentado en Valencia (España) en noviembre de 2007, afirma que el cambio climático es un fenómeno “inequívoco” y que algunos de sus efectos son ya irreversibles.

El IPCC cita como ejemplos el aumento de las muertes durante las olas de calor, la extensión de las enfermedades tropicales, las amenazas a los hábitats indígenas y el riesgo creciente de incendios forestales, así como la desaparición de muchos sistemas biológicos.

El informe destaca zonas y ecosistemas vulnerables, como los arrecifes de coral, los polos, la tundra, los bosques boreales y las regiones del sur de Europa, entre ellas España, país para el que las predicciones auguran para 2020 más olas de calor, incendios y una reducción considerable de los recursos hídricos.

De este fenómeno, “inequívoco” según el IPCC, es responsable la actividad humana, y serán más vulnerables las naciones en desarrollo, que sufrirán sus efectos de forma más desproporcionada.

En esos países se intensificarán los ciclones tropicales, los daños causados por los vientos, las lluvias torrenciales y las inundaciones, según el informe del IPCC.

Se agravará la actual escasez de agua en muchas regiones del sudeste asiático y África, y aumentará la propagación de diversas enfermedades como la malaria, el dengue, la fiebre amarilla y el cólera, especialmente en Asia, África y América Latina.

Algunos países de Latinoamérica sufrirán una mayor pérdida de producción agrícola por el cambio climático, al tiempo que otros verán incrementar sus cosechas.

En Oceanía, varias poblaciones costeras estarán en peligro por la subida del nivel del mar y las fuertes tormentas; sin embargo, si la temperatura no sube más de dos grados, algunas zonas del sur de Australia y Nueva Zelanda se beneficiarán por la disminución de las heladas, se alargarán las estaciones agrícolas y disminuirá la demanda energética.

Especialmente vulnerables serán las pequeñas islas a las que el IPCC dedica un capítulo aparte. En ellas, la subida del nivel del mar pondrá en peligro los recursos naturales, así como las infraestructuras para la supervivencia de las comunidades isleñas y sus atractivos turísticos.

El IPCC recomienda que en 2020 las emisiones se reduzcan entre un 25 y un 40 por ciento respecto a 1990 para evitar que las temperaturas suban más de 2 grados, lo que podría tener consecuencias catastróficas para el planeta.