agosto 2010 Archivos

KANO, NIGERIA, 16 (ANSA) – Al menos 87 personas murieron en  un mes y otras 1.315 fueron contagiadas por la epidemia del  cólera en dos estados del norte de Nigeria, informaron hoy los  servicios sanitarios locales.

Los estados afectados son los de Bauchi y de Borno, donde las  condiciones sanitarias son pésimas y en los pozos a cielo  abierto el agua está contaminada.

En los últimos tres meses de 2009 en la misma zona murieron  de cólera más de 260 personas.

La enfermedad del cólera causa diarrea, vómito y  deshidratación que, por falta de una curación adecuada, pueden  ser fatales. .

FORTALEZA, Brasil, 16 Ago  (AFP) – Una de cada tres personas en el  mundo, totalizando 2.100 millones, viven en tierras secas o áridas, y 1.000  millones tienen su subsistencia amenazada por la desertificación, una situación  que se extiende por todos los continentes, según datos de la Convención de la  ONU para el Combate a la Desertificación (UNCCD).

Las tierras secas, que abarcan desde desiertos a zonas semiáridas y  subhúmedas, con lluvias escasas e irregulares, ocupan más del 40% de la  superficie del planeta, acogen un tercio de las cosechas y la mitad del ganado.

La degradación de esas tierras representa un problema a gran escala con  consecuencias económicas, sociales y ambientales en un centenar de países del  mundo, que llevó a la ONU a lanzar este lunes la Década de Lucha contra la  Desertificación, en la ciudad de Fortaleza (árido nordeste de Brasil).

La UNCCD agrupa por regiones, con sus múltiples características, las  grandes zonas secas del planeta.

ÁFRICA:

La desertificación tiene su mayor impacto en África, donde dos terceras  partes son desiertos o tierras secas. Datos de la UNCCD revelan que 65% de las  tierras agrícolas de África y un tercio de sus praderas están degradadas por la  la erosión, utilización de químicos o mal uso, lo que agrava la pobreza y  dificulta la subsistencia. La desertificación de África está estrechamente  vinculada a la pobreza, a la migración y a la falta de seguridad alimentaria.

AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE:

Aunque conocida por sus selvas y bosques, América Latina y el Caribe tienen  una cuarta parte de tierras desérticas y áridas que totalizan cinco millones de  km2, situación que se agrava con la pobreza y la presión sobre los recursos.

En la costa del Pacífico, las tierras áridas van del sur de Ecuador y Perú,  hasta el norte de Chile; tierra adentro, los altiplanos de la cordillera andina  cubren extensas zonas de Perú, Bolivia, Chile y Argentina.

Otra región árida va del Chaco paraguayo a la Patagonia argentina. En  Brasil, el semiárido del noreste ocupa un millón de los ocho millones de km2  del país y acoge a 30 millones de personas. En México, la mayor parte es árida  y semiárida.

En el Caribe, República Dominicana, Cuba, Haití y Jamaica tienen zonas  áridas, y numerosas islas sufren erosión y falta de agua.

ASIA:

En Asia, 17 millones de km2 (de un total de 43) son tierras áridas,  semiáridas y subhúmedas. Incluyen los desiertos progresivos de China, India,  Irán, Mongolia y Pakistán, las dunas de arena de Siria, las montañas de Nepal,  y los altiplanos de Laos.

En China, un 27% de las tierras están desertificadas y cada año esa  superficie aumenta en 2.460 km2. En ellas habitan cerca de 400 millones de  personas.

MEDITERRÁNEO NORTE:

Buena parte del Mediterráneo Norte es semiárida, padece sequías  estacionales y un régimen de lluvias muy variable, con densidades de población  elevadas, alta concentración industrial y agricultura intensiva. La degradación  de las tierras suele estar vinculada a prácticas agrícolas o pecuarias  deficientes, sequías, crecidas e incendios forestales.

EUROPA CENTRAL Y ORIENTAL:

La degradación de los suelos es elevada en gran parte de Europa central y  del Este. El mal uso y la contaminación química contribuyen al agotamiento de  los acuíferos. La deforestación por la contaminación y los incendios forestales  son también un problema serio.

CHICAGO, ago 16 (Reuters) – Los médicos de la región del Golfo de México deben estar alerta respecto a los efectos que el derrame de petróleo de BP tendrá a corto y largo plazo sobre la salud, dijeron el lunes expertos sanitarios estadounidenses.

Derrames previos de crudo han mostrado que el contacto con el petróleo y los químicos puede afectar a los pulmones, los riñones y el hígado, además de incrementar las tasas de ansiedad, depresión y estrés postraumático hasta seis años después.

La magnitud del derrame de BP es una preocupación bastante importante, dijo la doctora Gina Solomon, experta en medicina ambiental de la Universidad de California, en San Francisco, y destacada científica del Consejo de Defensa de los Recursos Naturales, un grupo de defensa medioambiental.

“El vertido de petróleo ha sido comentado detenidamente como un desastre ecológico. Las discusiones sobre los efectos para la salud han sido hasta ahora limitadas”, dijo Solomon, quien escribió un comentario en Journal of the American Medical Association.

Sobre la base de una revisión de estudios del desastre del Exxon Valdez en Alaska, en 1989, y otros en España, Corea y otras partes, Solomon citó cuatro áreas principales de preocupación desde una perspectiva sanitaria.

“El número uno es la calidad del aire, que fue quizás la principal preocupación en un primer momento cuando el pozo aún tenía una fuga, pero afortunadamente está mejorando ahora que la salida de crudo se ha detenido”, dijo Solomon en una entrevista telefónica.

“El segundo es el contacto del petróleo con la piel”, añadió sobre un problema que afecta principalmente a los trabajadores de limpieza de las playas del Golfo de México.

Solomon apuntó que la contaminación del pescado también era una preocupación importante ya que la pesca ha sido reabierta.

“Entre las principales capturas en el Golfo están la gamba y las ostras, que suelen ser muy difíciles de limpiar en vertidos relacionados con el petróleo”, dijo.

Y los problemas de salud mental también se están volviendo una preocupación importante, ya que miles de pescadores del Golfo de México afrontan la ruina económica por el derrame.

“Esa zona estaba empezando a recuperarse del (huracán) Katrina. Se vieron afectados de nuevo por la crisis económica.

Realmente es un triple mal de ojo”, resaltó Solomon.

“Los problemas psicológicos se incrementarán”, añadió.

Un sondeo entre 599 residentes locales realizado un año después del derrame del Exxon Valdez halló que las personas que habían quedado expuestas al mismo tenían 3,6 veces más posibilidades de sufrir trastornos de ansiedad, 2,9 veces más de desarrollar estrés postraumático y 2,1 veces más de mostrar signos de depresión.

Ninguno de esos problemas es nuevo, dijo Solomon.

“El objetivo es notificar a quienes proporcionen cuidados sanitarios y a los médicos del Golfo de México lo que deberían buscar”, añadió.

La experta señaló que los médicos deberían centrarse principalmente en la piel, en el tracto respiratorio y en el sistema nervioso, siguiendo cualquier síntoma que pudiera estar relacionado con el derrame.

La investigación sobre los efectos sobre la salud de los derrames es muy irregular y son comunes las peticiones de una mayor indagación tras cada vertido importante, pero Solomon indicó que esta vez puede ser diferente.

El director de los Institutos Nacionales de Salud (NIH por sus siglas en inglés), Francis Collins, ha prometido al menos 10 millones de dólares para estudiar los potenciales efectos sobre la salud del vertido.

Y el martes, los NIH celebrarán su primera teleconferencia pública en la que se lanzará el “Estudio sobre el trabajador del Golfo”, que echará un vistazo a los efectos sobre la salud a corto y largo plazo en los voluntarios y trabajadores de limpieza del vertido.

El estudio se centrará en la exposición al crudo y a productos dispersantes y en las consecuencias potenciales para la salud, como problemas respiratorios, de comportamiento, cancerígenos y condiciones inmunológicas. También examinará las preocupaciones de salud mental.

“Lo peor que podemos hacer ahora es dejar que ocurra este vertido y no aprender la lección”, concluyó Solomon.

Islamabad, 17 ago (EFE).- La ONU reconoció hoy que ya se han detectado numerosos casos de cólera y brotes de otras epidemias que están causando muertos entre la población afectada por las inundaciones en Pakistán, y apostó por reforzar la prevención.

“Los casos de diarrea aguda están siendo tratados como si fueran cólera. No estamos buscando la confirmación, el cólera es endémico en Pakistán”, dijo en rueda de prensa el director de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el país surasiático, Guido Sabatinelli.

Horas antes, una fuente de las Naciones Unidas había asegurado a Efe bajo condición de anonimato que ya se había detectado esta enfermedad en al menos 20 pacientes, pero matizó que el Gobierno de Pakistán es reacio a confirmar públicamente el extremo.

“Veinte casos de cólera no es nada, hay muchos más”, subrayó a Efe tras su comparecencia ante la prensa Sabatinelli, quien justificó el silencio de las autoridades paquistaníes alegando que ellos “tienen su política” en este ámbito.

El representante de la OMS alertó de que la situación es “muy peligrosa” y que “el problema aumentará cuando el agua retroceda”, por lo que se debe esperar una alta mortalidad.

Sabatinelli se mostró optimista por el hecho de que las organizaciones de salud han controlado por ahora los brotes epidémicos, aunque el coordinador de emergencias de Unicef, Oscar Butragueño, había reconocido poco antes a Efe que ya hay “muertes” por epidemias.

Según datos recogidos por la ONU, hasta la fecha hay detectados al menos 86.761 casos de diarrea aguda, 83.050 de enfermedades respiratorias y 113.045 de enfermedades cutáneas.

Las peores inundaciones de los últimos 80 años en el territorio, que empezaron a finales de julio y continúan extendiéndose hacia nuevas tierras, han afectado a unos 20 millones de personas y dejado más de 1.600 muertos en Pakistán.

Tegucigalpa, 17 ago (PL) El dengue persiste en Honduras, donde ha cobrado la vida de 56 personas en lo que va de año, insistieron hoy las autoridades sanitarias ante el incremento de las lluvias y por tanto del mosquito aedes aegypti transmisor de esa enfermedad.

Un funcionario del régimen, Víctor Hugo Barnica, admitió ante la prensa nacional que al menos un cuarto de millón de hondureños están expuestos al agente transmisor y, por tanto, a adquirir la enfermedad.

Por su parte Francis Contreras, asesor del Frente de Lucha contra el Dengue, exhortó a la población a mantener las prácticas habituales en la exterminación del zancudo y asistir al centro sanitario más cercano a los primeros síntomas de la patología.

Advirtió que el período de incubación del mal se ha acortado de seis a tres días por lo cual la atención médica debe ser ahora con mayor urgencia a fin de no perder tiempo y preservar la vida de los pacientes.

Honduras ha reportado en lo que va de año mil 299 casos de dengue hemorrágico y 44 mil 866 del común.

Lagos, 17 ago (EFE).- Una epidemia de cólera ha matado a cerca de noventa personas en los estados nigerianos de Bauchi y Borno, en el norte del país, informaron hoy fuentes oficiales.

El presidente de la Agencia de Asistencia Sanitaria del Estado de Bauchi, Musa Dambam, anunció que unas cuarenta y siete personas han fllecido a causa del cólera en la región desde el pasado junio y extendido a ocho localidades, han muerto cuarenta personas más.

Los expertos aseguran que el brote de cólera está motivado por las inundaciones que se han registrado en el norte de Nigeria en los últimos meses y que han contaminado muchas de las lagunas a donde los habitantes de la zona acudían en busca de agua.

Seúl, 17 ago (EFE).- Corea del Sur hizo hoy llegar a Corea del Norte un cargamento de ayuda contra la malaria por valor de 400 millones de wones (340.000 dólares, 265.000 euros), pese a la tensión entre ambos países tras el hundimiento del buque surcoreano “Cheonan” en marzo.

Según la agencia surcoreana Yonhap, la entrega del material médico representó la primera visita de un grupo de civiles surcoreanos a Corea del Norte desde que Seúl prohibió los viajes al país comunista, hace tres meses, en protesta por el caso del “Cheonan”.

El buque se hundió el pasado marzo en el Mar Occidental (Mar Amarillo) supuestamente alcanzado por un torpedo norcoreano que mató a 46 marinos, algo que Pyongyang niega pese a que un equipo internacional de investigadores alegó en mayo que las pruebas son “abrumadoras”.

Aquel suceso disparó la tensión entre ambos países y llevó a Seúl a prohibir los intercambios comerciales con el Norte y los viajes a ese país, aunque mantuvo el principio de seguir enviando ayuda humanitaria.

La malaria persiste en la zona de la frontera intercoreana, donde más de 360 surcoreanos han sufrido infecciones este año, según datos oficiales recogidos por Yonhap.

La ayuda fue entregada hoy por un grupo de cinco civiles surcoreanos, entre ellos un médico, que viajó hasta Kaesong para explicar a las autoridades norcoreanas cómo utilizar el material, según el Ministerio surcoreano de Unificación.

Tras el deterioro de las relaciones bilaterales por el hundimiento de la corbeta, Seúl había permitido sólo unos pocos envíos de ayuda humanitaria a Corea del Norte, principalmente dirigida a niños.

El país comunista atraviesa una fuerte crisis económica y alimentaria, agravada por el fracaso de la reforma de su moneda el pasado noviembre y las sanciones internacionales impuestas a raíz de una prueba nuclear en mayo del pasado año.