julio 2010 Archivos

Guantánamo, 30 jun (AIN) Los avances de la provincia de Guantánamo en el combate contra el Aedes Aegypti pueden revertirse rápidamente por descuido o irresponsabilidad, alertó hoy la Unidad de lucha antivectorial del territorio más oriental de Cuba.

Alcides Correoso, director de la entidad, puntualizó que los calores y lluvias del verano “convierten el entorno en Edén para la proliferación del vector”, cuyas larvas se continúan detectando en algunas zonas de la provincia, sobre todo en determinados consejos populares de la ciudad capital.

Explicó que el índice de infestación de las viviendas es inferior a 0,05 por ciento, el cual se asume como de bajo riesgo de transmisibilidad del dengue, sin embargo los consejos populares Sur-Isleta y Sur-Hospital de la urbe extremo oriental cubana superan ese valor.

Midelis Rivero Roja, especialista del programa de erradicación del Aedes, señaló a la AIN que entre la primera y segunda decenas de junio creció la detección de larvas sobre todo en fosas, bebederos de animales y otros hospederos resultantes del descuido humano.

La funcionaria llamó a velar por el ordenamiento del medio ambiental y a elevar la limpieza e higiene de áreas adyacentes a las viviendas y centros laborales, pues la alimaña, a falta de tanques bajos desprotegidos, se reproduce hoy hasta en las pútridas aguas de las fosas.

Por cerrar aún más el cerco al Aedes, las autoridades epidemiológicas de la ciudad promueven la revisión de las bóvedas del cementerio San Rafael, para evitar que posibles filtraciones de las aguas de lluvia las conviertan en reservorios del insecto.

En los municipios de Caimanera y El Salvador también se reactiva la lucha antivectorial por incipientes señales del peligroso alado.

Brasilia, 1 jul (PL) En la misma medida que disminuyen las inundaciones provocadas por un temporal en los estados de Alagoas y Pernambuco aumentan las enfermedades vinculadas a esas condiciones como la diarrea, la leptospirosis y la hepatitis.

La Secretaria Estadual de Salud de Alagoas reportó 129 casos de diarrea y dos confirmados de leptospirosis, así como otros 15 sospechosos de esa dolencia. Esa entidad también notificó 50 personas picadas por cobras o escorpiones y 58 con problemas respiratorios.

El ministro de Salud, José Gomes Temporao, declaró a la prensa que ahora la gran preocupación es atender a las personas en situación crítica por el posible contagio con enfermedades de transmisión debido a la contaminación de las aguas.

Al respecto, el Ministerio de Salud envió a ese estado varios lotes de vacunas y sueros antitetánicos para tratar de prevenir dolencias como hepatitis A, rotavirus, tétanos y cólera, amén de cinco toneladas de medicamentos y 10 ambulancias trasladadas a ese territorio la semana anterior.

En Pernambuco, aunque no se conocen registros de los enfermos están bajo investigación varios casos con síntomas de leptospirosis, mientras aumentó más de 100 por ciento la demanda de la población por atención sanitaria al presentar diarreas y dificultades respiratorias.

Dos semanas atrás un fuerte temporal afectó esos dos estados del nordeste brasileño, donde las intensas precipitaciones provocaron las mayores inundaciones de la historia de esa región e, incluso, produjeron en el río Mundaú una ola parecida a un tsunami que destruyó varios poblados ribereños.

Según el último reporte de la Defensa Civil, 57 personas murieron, 37 de ellas en el estado de Alagoas y 20 en Pernambuco. Mas de 95 municipios de los dos territorios fueron afectados por el temporal, que destruyó más de 14 mil viviendas y 76 puentes, entre otros daños materiales.

En Alagoas, casi 70 personas permanecen desaparecidas y más de 161 mil fueron damnificadas, 15 ciudades decretaron el estado de calamidad pública, cuatro están en situación de emergencia y 28 registran diversos daños.

Buenos Aires, 1 jul (EFE).- Un brote de leptospirosis, una enfermedad transmitida principalmente por roedores, causó la muerte este año de al menos 15 personas en la provincia argentina de Santa Fe, advirtieron hoy fuentes del sector sanitario.

“Es un año bastante atípico. En Santa Fe se han notificado 144 casos y nunca hubo tantas muertes. En la provincia de Entre Ríos se registraron más de un centenar de enfermos y en Buenos Aires, más de 30. Es preocupante”, señaló a Efe la directora general de la Fundación Mundo Sano, Sonia Tarragona.

Para el jefe de Zoonosis del Hospital Muñiz de Buenos Aires, Clarín Alfredo Seijo, se trata del brote epidémico “con la peor mortalidad” notificada hasta el momento en el país.

La zona más afectada se ubica en el centro y noreste del país, perjudicada por la crecida registrada este año del río Paraná, que obligó a la evacuación de varios habitantes.

“Cuando aumentan las lluvias y se producen crecidas del río, la bacteria encuentra mejores condiciones para proliferar”, advirtió al diario Clarín Andrea Uboldi, secretaria de Promoción de Salud de la provincia de Santa Fe, unos 400 kilómetros de Buenos Aires.

Tarragona explicó además que la leptospirosis es una enfermedad bacteriológica “difícil y con problemas serios” para diagnosticar, por lo que no descartó que existan más casos y fallecimientos que no hayan sido detectados aún.

Sostuvo también que la cepa de la enfermedad ha variado y es más agresiva, pero se desconocen todavía los motivos.

La leptospirosis es un mal provocado por el contacto con agua o lama contaminada con orina de animales infectados, principalmente ratas.

LIMA, 1 jul (Xinhua) — Un total de 24 personas han muerto en Perú en lo que va del año a causa de la influenza A (H1N1), informó hoy el Ministerio de Salud.

El ministro peruano de Salud, Oscar Ugarte Ubilluz, señaló que dos millones de personas han sido vacunadas contra esta enfermedad.

A partir del brote de la pandemia a mediados del año anterior y hasta septiembre pasado, el número de fallecidos por el virus de la influenza A (H1N1) ascendió a 159 en todo el país.

Según el ministro Ugarte Ubilluz, la vacunación en el país tiene un avance de 70 por ciento de la meta programada, la cual se spera cumplir antes del próximo 31 de julio.

Por vivian collazo

1 jul (PL).- El pasado 20 de abril una plataforma petrolera perteneciente a la compañía británica British Petroleum (BP) explotó en el Golfo de México, desatando el mayor desastre ecológico que haya afectado las costas estadounidenses.

Miles de barriles de crudo se derraman cada día en la zona, con serias implicaciones para el ecosistema marino y la industria turística, y aún cuando se realizan grandes esfuerzos para contener el vertido, la realidad es que la situación actual es considerada de muy seria.

Mientras especialistas buscan contener la salida de combustible desde el pozo averiado, decenas de personas y efectivos de la guardia nacional de Estados Unidos participan en labores de limpieza y recuperación del litoral, en particular en los estados de Luisiana, Mississippi y Alabama.

Sin embargo, científicos consideran que el problema demorará en solucionarse y peor aún, podría agravarse en los próximos meses, con el paso por la zona de tormentas tropicales y huracanes.

Meteorólogos indicaron que los fuertes vientos y el intenso oleaje provocado por un meteoro dificultarían los trabajos de control y eliminación de la marea negra.

Cuando empiezan a levantarse tormentas, se suspenden todos los esfuerzos para reparar la fuga de petróleo. Los barcos de rescate recalan en puertos seguros y también se suspende la mayoría de los trabajos de limpieza.

También se sabe que los huracanes del hemisferio norte se mueven en sentido contrario a las agujas del reloj, por lo que tendrían efectos especialmente devastadores para la costa sur de Estados Unidos en caso de avanzar desde el este.

La marea negra llegaría a zonas que se venían salvando del petróleo, el cual podría penetrar varios kilómetros tierra dentro.

Además, el viento y la corriente distribuirían la capa de petróleo sobre una superficie aún mayor del mar. Este proceso ocurriría tanto con la mancha que se encuentra acumulada en la superficie como con las pequeñas concentraciones observadas a profundidades medias, señalaron los investigadores.

Por supuesto, todo depende de la trayectoria del sistema, la dirección del viento, y si se traslada por el oeste o por el este, agregaron.

Sin embargo, algunos consideran que la llegada de un ciclón tendría un efecto positivo. Quienes defienden esta teoría afirman que la capa de petróleo arremolinada por los fuertes vientos y corrientes marinas, podría diluirse hasta tener una concentración menos dañina para la naturaleza.

Por ahora habrá que esperar. Alex, la primera tormenta tropical de la temporada ciclónica 2010 para el Atlántico Norte, el Mar Caribe y el Golfo de México desató las alarmas aunque no provocó mayores consecuencias.

Sin embargo, la temporada es larga (concluye el 30 de noviembre y se pronostica de muy activa, pues se espera el desarrollo de entre de 14 a 23 tormentas tropicales, de las cuales de ocho a 14 se intensificarían hasta alcanzar categoría de huracán y de tres a siete llegarían a categoría de gran huracán.

Las condiciones están creadas. Por un lado, las altas temperaturas registradas en las aguas del Océano Atlántico, hasta 1,5 grados centígrados por encima de lo normal; además la desaparición del fenómeno ENOS, oscilación del sur.

Investigadores han constatado que en los años en que se produce el fenómeno, más conocido por El Niño, el número de ciclones tropicales en el Atlántico es mucho más bajo.

Otra razón que justificaría un mayor desarrollo de ciclones es que desde el año 1995 la cuenca del Atlántico se encuentra en un período multi-decadal de mayor actividad.

Así lo demuestra el hecho de que en 10, de las últimas 15 temporadas la cantidad de sistemas meteorológicos fueron superiores a la media, expresaron científicos.

Bishkek, jul 2 (ITAR-TASS).  Catorce personas han quedado hospitalizadas en la región de Dzhalal-Abad de Kirguizia con síntomas del Ántrax. Así comunicaron hoy a ITAR-TASS en el centro de prensa del Ministerio para Situaciones de Emergencia de la república.

Seis lugareños del distrito de Suzak acudieron por ayuda médica. A uno de ellos fue diagnóstico el Ántrax. Los análisis de los demás pacientes siguen estudiándose.

Según portavoces oficiales, siete vecinos del distrito de Nooken también pasan un tratamiento en un hospital distrital. Conforme a unos datos preliminares, el contagio de las personas fue causado por el consumo de carne de un animal enfermo. Además, una mujer está hospitalizada con un diagnóstico análogo en el distrito de Bazar-Korgon.

En opinión de especialistas, en territorio de las regiones sureñas de Kirguizia se encuentran varios focos de Ántrax que periódicamente se hacen causante de esta enfermedad peligrosa.

Hanoi, 2 jul (PL) Un grupo de sismólogos alertó hoy sobre el efecto catastrófico de un posible tsunami en Vietnam, ante la ausencia de un sistema de vigilancia y enfrentamiento de tales fenómenos.

El Instituto de Geofísica advirtió que Vietnam debe prepararse para un embate de olas gigantescas, cuyo impacto sería devastador en este país de tierras bajas, muchas por debajo del nivel del mar.

Nguyen Hong Phuong, subdirector del Centro de Información sobre Terremotos, presentó una propuesta de 25 escenarios en regiones proclives a sufrir sacudidas telúricas y consecuentes tsunamis.

El Instituto también definió las áreas más vulnerables a sufrir temblores, como las montañas norteñas, el valle del Río Ca y las costas del Sur, bañadas por un mar de frecuente actividad sísmica.

De hecho, la semana pasada un sismo de 4,7 grados en la escala Ritcher estremeció la costera provincia vietnamita de Binh Thuan, cercana al llamado Cinturón de Fuego del Pacífico.

El ministro de Agricultura y Desarrollo Rural, Cao Duc Phat, llamó a prepararse para tales fenómenos para minimizar su impacto y garantizar el desarrollo sostenible y la alimentación.

Según estadísticas oficiales, Vietnam ha sido sacudida por mil 650 sismos desde 1914, el 95 por ciento de ellos en la histórica provincia de Dien Bien.

Vietnam sufrió los peores terremotos de su historia en la norteña provincia de Dien Bien, en 1935 (6,8 grados) y en 1983 (6,7), cuyos efectos se sintieron a 470 kilómetros, en Hanoi.