La hipertensión arterial, aumentará en 60% en el año 2025
Los niños también son vulnerables a este tipo de enfermedades debido a que cada día hay más y más niños con sobrepeso y obesidad y por lo tanto corren el riesgo de padecer enfermedades cardiacas. Los niños dependen en mucho de la guía de los adultos en sus conductas saludables.
Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), durante los próximos diez años se estima que ocurrirán aproximadamente 20.7 millones de defunciones por enfermedades cardiovasculares en América, de las cuales 2.4 pueden ser atribuidas a la Hipertensión Arterial (HTA).
Cada año mueren alrededor de 17 millones de personas en el mundo por enfermedad cardiovascular y se estima que cada cuatro segundos ocurre un evento coronario y cada cinco segundos un evento vascular cerebral.
En el marco del Día Mundial del Corazón, se dio a conocer en conferencia de prensa que en la actualidad, son las principales causas de muerte y discapacidad, lo que representa más de 3.9 millones de muertes anualmente.
La plana mayor de las instituciones de cardiología se reunieron con los medios de comunicación donde señalaron que la cardiopatía isquémica afecta a hombres de edad mediana y avanzada; su mortalidad es 20% más alta que en las mujeres, siendo los mayores de 65 años los más afectados. Se considera que en el mundo existen 1,000 millones de personas con hipertensión arterial, y esto asociado al incremento del sobrepeso y la obesidad.
Se predice que para 2025, el número de adultos con Hipertensión Arterial, aumentará en aproximadamente 60%, lo que equivaldría a un total de 1.56 billones de adultos con este padecimiento.
Se explicó que en el 2005 causaron 35 millones de defunciones, 16 millones fueron en menores de 70 años, lo que representa el 60% de las muertes en el mundo y aumentarán 17% en los próximos 10 años.
Desde 2000 hasta el 2011 las Enfermedades del Corazón son la primera causa de defunción en la República Mexicana con 53 mil 842 y 89 mil 530 respectivamente lo cual corresponde a un incremento del 60%.
En 2011, dentro de las Enfermedades del Corazón, la Enfermedad Isquémica de Corazón fue la primera causa de defunción con 65 mil 776 muertes. Se estima que para el año 2020, habrá 40.749.080,83 personas con hipertensión arterial en nuestro país.
En ese sentido, los especialistas en cardiología, a través de los medios de comunicación, alertaron que las mujeres se afectan en forma semejante que los hombres y que los niños también son vulnerables, alrededor del mundo enfrentamos una crisis, con más y más niños con sobrepeso y obesidad y por lo tanto en riesgo de padecer enfermedad cardiaca.
Los niños dependen en mucho de la guía de los adultos en sus conductas saludables. El Día Mundial del Corazón 2012 está centrado en los niños para alertar sobre su salud cardiaca y promover acciones que protejan a las generaciones futuras y cambiar el curso de la epidemia de enfermedad.
Los esfuerzos para proteger a las personas de los factores de riesgo que causa la enfermedad cardiovascular requiere un enfoque de ciclo vital, desde la concepción hasta el final de la vida, señalaron los expertos.
(Fuente: Radioformula México)
Una dieta salada durante la infancia causa adultos hipertensos
Muchos menús de comida rápida, que incluyen hamburguesa, patatas medianas y refresco, contienen casi 4g de sodio.
Demasiada sal durante la infancia puede ser un peligroso factor de riesgo para tener la tensión arterial elevada de adultos. En un estudio publicado en la revista Pediatrics, un equipo de investigadores de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) aseguran que algunos niños están consumiendo tanta sal como los adultos, lo que eleva el riesgo de desarrollar hipertensión, un factor de riesgo para la enfermedad cardíaca y la muerte prematura. En el caso de EE.UU. el riesgo de tener hipertensión arterial de adulto es del 37% en los niños con sobrepeso u obesidad.
Según la Academia Americana de Pediatría, las recomendaciones diarias de sodio, para niños de 1 a 3 años, estarían por debajo de los 1.500mg diarios, menos de 1.900mg en los de 4 a 8 años, menor a 2.200mg en los de 9 a 13 y inferiores a 2.300mg en los de 14 a 18 años. Sin embargo, muchos menús de comida rápida, que incluyen hamburguesa, patatas medianas y refresco de medio litro, contienen casi 4g de sodio en una sola comida, algo que claramente supera las dosis recomendadas.
Los científicos han revisado datos de 6.235 niños de entre 8 y 18 años en EE.UU. Se contemplaron aspectos como la dieta y la presión arterial. Sus datos muestran que los más de 6.200 niños que participaron en la investigación consumieron de media 3.400 miligramos de sal diariamente, es decir 1.000 miligramos más (47%) que la dosis máxima recomendada (2.300 mg). El estudio revela que un 15% sufría una presión arterial elevada.
Los niños mayores tienden a consumir más sal que los más pequeños. Y, dicen los autores, a mayor cantidad de sal, mayor presión arterial. Así, el informe afirma que los niños con el mayor consumo de sodio tenían el doble de probabilidades de tener pre-hipertensión o hipertensión que los que consumían la menor cantidad de sal. Además, los niños que consumían más sal y tenían sobrepeso o eran obesos triplicaban el riesgo de hipertensión.
Los expertos, coordinados por Quanhe Yang , advierten que la hipertensión es un factor de riesgo para la enfermedad cardiovascular. Si eso se le añade el sobrepeso o la obesidad, podemos estar hablando de una generación de adultos más cardiovulnerables.
La buena noticia, sin embargo, es que la reducción en la ingesta de sal entre los niños puede tener un profundo efecto en la presión arterial y disminuir el riesgo de hipertensión que la pérdida de peso sea o restricción de sodio solo. «Si podemos reducir la ingesta de sal inicio en la infancia, ello se traduciría en un cambio significativo en la presión arterial de la población, tanto ahora como en el futuro», señalan.
Otro dato del estudio señala que más del 75% de la sal consumida por los estadounidenses proviene de alimentos industrializados y de restaurantes. En España, según la Sociedad Española de Hipertensión – Liga Española para la Lucha contra la Hipertensión Arterial (SEH-LELHA), el 80% de la sal que consumimos proviene de las conservas y precocinados.
(Fuente: ABC)
Aumenta la hipertensión arterial en niños por el consumo de sal
Los casos se relacionan, además, con el sobrepeso y el sedentarismo. La OSEP lanzará un plan para mitigar el fenómeno.
La hipertensión arterial es una enfermedad que va en aumento –especialmente en niños– entre los mendocinos. Esta afección, relacionada normalmente con la adultez, afecta en la actualidad al seis por ciento de los niños y jóvenes.
La estadística que puede cuantificar la progresión de esta enfermedad surgió de una investigación del Instituto Superior de Ciencias de la Salud, en la provincia de Buenos Aires (publicada el año pasado), comparando los porcentajes de controles realizados a adolescentes escolarizados de 12 a 18 años en 1999 y 2011. El porcentaje de hipertensión en 1999 era del 2,7, en tanto que en el 2011 ascendió a 6%.
Al respecto, la doctora Ana Schroh, jefa del Servicio de Cardiología Infantil del hospital Humberto Notti, afirma que en los últimos años, en los consultorios de ese centro también se ha advertido un incremento de hipertensión en niños, situación que vincula a la prevalencia cada vez más alta de chicos con sobrepeso u obesidad. “En nuestro país, casi el 21% de chicos entre 10 y 19 años tienen sobrepeso, el 5,4% tiene obesidad y de ellos, el 14% tienen problemas de hipertensión arterial”, especifica.
Cómo detectar casos en niños
A diferencia de lo que ocurre con los adultos, el índice no se mide con el promedio de tensión arterial máxima sistólica de 140mm Hg (milímetros de mercurio) o una tensión arterial mínima o diastólica de 90mm Hg. De allí la importancia de que el control sea realizado por el pediatra en su consultorio y en las condiciones apropiadas (el paciente sentado, en reposo al menos 5 minutos, etcétera). El médico tomará la presión y atento al sexo, edad y talla del paciente, verificará en la tabla de percentiles –las curvas de normalidad en los controles– que no superen el máximo para la edad, talla y sexo.
Sin embargo, un control solo no determina que el niño sea hipertenso. En este sentido, Schroh argumenta que se necesitan al menos, tres determinaciones en los controles médicos para comenzar a inferir que el niño sufre este problema. “Primero hay que descartar que esa hipertensión no sea esencial, que no tenga una causa específica o que sea secundaria, es decir, como consecuencia de otras enfermedades que pueden ser renales, endócrinas, de la piel o, por ejemplo, una coartación de la aorta”, explicó la profesional.
Causas remediables
La obesidad, el consumo excesivo de sal y el sedentarismo están influyendo marcadamente en la edad en que aparece la hipertensión. El estrés es otro factor, pero es difícil medirlo y hablar de sus consecuencias. En cambio, la obesidad está claramente en aumento y se sabe que sube la presión; tanto es así que cuando un obeso baja de peso, inicialmente la presión se normaliza un tiempo, pero aún manteniéndose delgado, tiene mucho riesgo de ser hipertenso más tarde.
Sal menos, sal más
El director general de la Obra Social de los Empleados Públicos (OSEP), Alberto Recabarren, presentó la semana pasada la campaña ‘Sal menos, Sal más’ sobre la prevención de la hipertensión.
Con ésta se busca concientizar sobre la importancia de esta silenciosa enfermedad y tratar de disminuir la presión media que tiene la población. “El nombre de la campaña hace referencia a consumir menos sal en los alimentos y a la mayor realización de actividad física y deportes”, explicó Recabarren.
En este sentido, la OSEP realizará controles de presión y talleres de reanimación cardiopulmonar en todo el territorio provincial. Durante los próximos meses se ubicarán en distintos puntos de la provincia, equipos de profesionales para cuidar y capacitar a los mendocinos.
“Es muy importante modificar pautas, ya que es una enfermedad relacionada con la conducta. La hipertensión no viene sola, pues deriva en otras enfermedades como la obesidad, la dislipidemia (aumento de triglicéridos y colesterol) y la diabetes, entre otras. También es índice de complicaciones de salud, como infarto de miocardio”, agregó el funcionario.
(Fuente: www.ciudadanodiario.com)
Obesidad e hipertensión arterial en la infancia.
La obesidad está alcanzando porcentajes epidémicos tanto en los países desarrollados como en los emergentes o en vías de desarrollo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de mil millones de individuos sufren sobrepeso en el mundo, de los cuales casi trescientos millones pueden ser considerados obesos.
En la actualidad la evidencia científica y epidemiológica demuestra e identifica al sobrepeso y la obesidad como factores de riesgo para el desarrollo de enfermedades crónicas denominadas “no transmisibles”, tales como la hipertensión arterial, la diabetes mellitus tipo II, la dislipemia, etc.
Un aspecto últimamente estudiado es la relación que cabe entre sobrepeso, obesidad e hipertensión arterial fundamentalmente en edades tempranas de la vida como la niñez y la adolescencia, donde la prevalencia de las mismas en este grupo etáreo en particular se incrementa progresiva y paralelamente al aumento de las puntuaciones del índice de masa corporal. Por lo tanto, la hipertensión arterial es ya una realidad constatable hasta en un 30% de los niños obesos.
Precisamente en los últimos años se demostró que la presencia de los factores de riesgo mencionados en la niñez ya se asocian a cambios ateroscleróticos en la pared de los vasos arteriales y en este sentido la OMS llamó la atención acerca de la importancia de la medición rutinaria de la presión arterial, la talla y el peso en niños y adolescentes para la detección temprana de la hipertensión arterial y la obesidad.
La clasificación del “Fourth Report on the Diagnosis, Evaluation, and Treatment of High Blood Pressure in Children and Adolescents” (considera presión arterial normal alta a lecturas reiteradas entre valores comprendidos en los percentilos 90 y 95 para edad y sexo, e hipertensión arterial a valores iguales o superiores al percentilo 95 en al menos tres visitas consecutivas.
Aunque la incidencia general de hipertensión arterial en niños es baja, en número creciente son hoy identificados como portadores de factores de riesgo genéticos ó metabólicos para desarrollar futura hipertensión arterial, lo que hace necesario que estos factores de riesgo sean conocidos y manejados por el médico a temprana edad, para aplicar medidas cuando todavía el niño está normotenso, previniendo la aparición de hipertensión arterial o finalmente retardándola lo más posible. Véase el trabajo publicado.
Resulta entonces de fundamental interés conocer la prevalencia de la misma como así también la relación con otros factores de riesgo cardiovascular en este grupo etáreo, para establecer una óptima estrategia preventiva y terapéutica tal como queda demostrado en el trabajo publicado en este volumen de la Revista de la Federación Argentina de Cardiología: “Hipertensión Arterial y su asociación con variables antropométricas en adolescentes escolarizados de la ciudad de Salta”, donde precisamente se describe la estrecha relación entre hipertensión arterial y la obesidad infantil.
(Fuente: Revista Argentina de Cardiología)
Método robusto de medición de la presión sanguínea arterial en niños (Tesis doctoral)
Por: Rodríguez Arias, Sergio de Jesús. Repositorio de tesis doctorales BVS, 2009.
Últimamente, ha tomado auge la medición automatizada pues minimiza los errores introducidos por el observador y el efecto de bata blanca, siendo el método oscilométrico el más empleado en la medición no invasiva. No obstante, posee insuficiencias en presencia de artefactos de movimiento, que alteran la envolvente de la señal oscilométrica, agudizándose en niños, por ser menos colaborativos. En esta investigación se presenta un nuevo método, denominado Contorno de la Imagen Tiempo Latido Oscilométrico (CITLO), para la medición de la presión sistólica y diastólica
¿Dispositivos de mercurio o aneroides para medir la tensión arterial en los niños?
Hay escasas diferencias entre las mediciones de la tensión arterial con esfigmomanómetros de mercurio o aneroides en pacientes pediátricos, según el grupo de estudio SEARCH for Diabetes in Youth.
La Dra. Amy S. Shah del Cincinnati Children’s Hospital, University of Cincinnati College of Medicine, Cincinnati, Ohio, dijo a Reuters Health en un mensaje de correo electrónico: «Nuestros hallazgos indican que se puede utilizar cualquiera de los dos tipos de dispositivos para determinar con exactitud la tensión arterial». «En comparación con los esfigmomanómetros de mercurio, las diferencias son escasas y es improbable que tengan importancia clínica».
Los esfigmomanómetros aneroides rápidamente están reemplazando a los dispositivos de mercurio para medir la tensión arterial debido a problemas de seguridad y ambientales.
El nuevo estudio se ha llevado a cabo en 193 niños y adolescentes (edades de 4 a 19 años) que tuvieron una media de duración de diabetes de 9,2 meses.
En general, hubo una correlación del 94% entre las determinaciones de la tensión arterial sistólica con dispositivos de mercurio y aneroide y una correlación del 82% para la tensión arterial diastólica, comunicaron la Dra. Shah y sus colaboradores recientemente en un artículo publicado en la versión en línea de Pediatrics.
En los niños menores de 10 años, no hay ninguna diferencia significativa entre las determinaciones de la tensión arterial sistólica y diastólica con los dos tipos de esfigmomanómetro.
En los sujetos mayores hubo una diferencia significativa en las tensiones arteriales sistólicas según se determinaron con los dos dispositivos, pero la tensión arterial diastólica promedió 1,8 mmHg menos con los dispositivos aneroides que con los de mercurio.
El equipo de investigación recomienda: «Por consiguiente, para igualar las tensiones arteriales entre los dispositivos se podría añadir un factor de corrección de +1,8 a una determinación de la tensión arterial aneroide en individuos de 10 y más años de edad».
Las tensiones arteriales diastólicas fueron un poco más altas en no blancos y en niños con una calificación de la z creciente en el índice de masa corporal, pero en los modelos completamente ajustados ningún factor pronóstico explicó la diferencia en las mediciones de la tensión arterial diastólica con los dos dispositivos.
La Dra. Shah terminó diciendo: «Nuestros hallazgos indican que, pese a que los esfigmomanómetros de mercurio siguen siendo los instrumentos de referencia, los dispositivos aneroides son una alternativa exacta». «Hay escasas variaciones clínicas entre las lesiones arteriales obtenidas con los dos dispositivos, lo que indica que se puede utilizar cualquiera de los dos en un contexto de investigación o clínico.
(Fuente: www.medcenter.com)
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