El 80% de los hipertensos interrumpe el tratamiento total o parcialmente en verano
El incumplimiento terapéutico aumenta un 20% con la llegada del verano, según la SEH-LELHA.
Ocho de cada diez pacientes hipertensos interrumpen total o parcialmente su tratamiento durante las vacaciones de verano, según la Sociedad Española de Hipertensión-Liga Española para la Lucha contra la Hipertensión Arterial (SEH-LELHA), que aconseja a los pacientes hipertensos y a sus cuidadores viajar con el tensiómetro y no olvidar la medicación en casa.
“Además de cumplir con la medicación, es muy importante que se tomen la presión arterial una vez a la semana y que se pesen con la misma frecuencia para que los kilos que se ganen no le pillen por sorpresa”, explica la presidenta de SEH-LELHA, la doctora Nieves Martell.
El incumplimiento terapéutico aumenta un 20% con la llegada del verano, señala la SEH-LELHA, lo que incrementa el riesgo de angina, infarto, insuficiencia cardíaca, ictus o insuficiencia renal.
“Todas las precauciones son pocas para disfrutar de unos días de descanso sin contratiempos”, insiste Martell, quien recuerda que “una mala alimentación con gran carga de grasas y sal, junto con otros factores como el abuso del alcohol, el tabaco o la disminución de la actividad física diaria provoca un descontrol de la tensión arterial”, añade la Dra. Martell, que recomienda tomar zumos naturales a base de frutas, verduras y hortalizas de temporada o té con hiel, y disminuir el consumo de sal.
(Fuente: Jano.es)
Sobre una báscula, la humanidad pesaría 287 millones de toneladas, de las que 15 millones son de sobrepeso. Lo afirma un estudio de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de la universidad de Londres. Es como si hubiera 242 millones de personas más en el mundo, anota el texto. Y también hay que alimentarlas.
La obesidad es una epidemia y el quinto factor de muerte en el mundo, según la Organización Mundial de la Salud. Los kilos de más son una cuestión de salud, pero también social, dicen los investigadores. Las personas con sobrepeso necesitan más cantidad de energía para moverse. Eso significa más comida. “Todo el arroz, los cereales o la carne que EE UU emplea en alimentar su gordura podría sustentar a 22 millones de personas al día”, explica David Prieto-Merino, coautor del estudio junto a otros cinco expertos. El dato en todo el mundo asciende a 111 millones de personas que podrían comer de lo que ahora consumen de más los adultos con un índice de masa corporal superior a 25, para mantener (que no aumentar) su sobrepeso.
La investigación, con datos de 2005 —los más fiables disponibles, según los autores— y recién publicado, muestra que ese peso extra no está uniformemente repartido. Los países ricos son los más gordos, mientras que los pobres tienen serias dificultades para cubrir sus necesidades nutricionales. Según sus cálculos, 12 norteamericanos adultos pesan una tonelada (81 kilogramos de media), mientras que harían falta 17 asiáticos para llegar a esa cantidad (59 kilos).
“La lucha contra la gordura puede ser crucial para la seguridad alimentaria y la sostenibilidad ecológica”, escriben los autores. Tanto como el crecimiento poblacional, añaden. El pasado octubre la cantidad de habitantes sobre el planeta alcanzó los 7.000 millones. La ONU estima que en 2050 habrá 2.300 millones más. Lo que ha avivado el debate de si habrá recursos suficientes para sustentar a tanta gente. Los autores del informe apuntan la necesidad de considerar también la variable de la masa corporal cuando se estudian las implicaciones ecológicas del aumento de la población. El sobrepeso incrementa la demanda de alimentos. Si todo el mundo pesara lo mismo que la media norteamericana (81 kilos), sería como si hubiera 500 millones de personas más sobre la tierra en términos de consumo de comestibles. Y esa parece ser la tendencia. “Nuestro cuerpo está genéticamente programado para comer todo lo que podamos. Pero, con los avances tecnológicos, ahora no gastamos esa energía”, dice Prieto-Merino.
El experto añade: “Si dejáramos de consumir más de lo que necesitamos, esa comida podría ir a países donde no se cubren las necesidades alimenticias”. “La producción mundial de alimentos daría para comer a toda la población, pero el acceso es desigual”, añade Amador Gómez, director técnico de Acción Contra el Hambre. “Es un contrasentido que una parte del mundo se muera de sobrepeso y otra de desnutrición”, zanja.
Pero la solución no es fácil. “Haría falta una adaptación muy fuerte para vencer nuestra tendencia genética a comer todo lo que disponemos”, explica Prieto-Merino. Por eso propone un estilo de vida más activo, para quemar energía. Para Gómez, “la estrategia de fondo es la erradicación de la pobreza”, que mejoraría la posibilidad de acceso a los alimentos de las naciones que ahora no pueden competir en el mercado. La situación actual está lejos de alcanzar ese equilibro de fuerzas. “Si producimos demasiado lo tiramos antes que mandarlo a países pobres para que no bajen los precios. Es la perversión total”, denuncia Prieto-Merino. Un informe del Parlamento Europeo el pasado febrero confirma que el derroche de comida es una realidad: los europeos desperdiciamos 89 millones de toneladas al año de productos que serían comestibles. Aunque no lo relaciona con estrategias de mercado.
Los países ricos estamos más gordos y desperdiciamos más. El crecimiento descontrolado de la población es más propio de los países pobres. Todo amenaza la sostenibilidad del planeta. Por eso la comunidad científica ha querido llevar este tema a la Cumbre de Río+20. En un documento rubricado por Global Network of Science Academies (IAP), que engloba a 105 academias de todo el mundo, se alerta por primera vez de los riesgos del consumo voraz en el primer mundo y de la falta de control demográfico, sobre todo en las naciones en vías de desarrollo.
(Fuente: London School of Hygiene &Tropical Medicine-EL PAÍS)
A manera de editorial. Los trabajos y opiniones que aquí se exponen son orientadores de lo que se publica en Cuba y en el mundo sobre aspectos relevantes de la hipertensión arterial.
Un siglo de terapia antihipertensiva. Puesta al día en el siglo XXI
Por: Jorge Luis León Álvarez y Manuel Delfín Pérez Caballero. Revista Cubana de Medicina. 2012; 51(2).
La disponibilidad de fármacos antihipertensivos cada vez más seguros y efectivos ha cambiado el impacto y el curso de las enfermedades cardiovasculares y dentro de ellas de la hipertensión arterial. El siglo XX finalizó con grandes avances en el desarrollo de fármacos antihipertensivos con probado efecto sobre el control de la hipertensión arterial y la disminución del riesgo cardiovascular. En este artículo se realizó un breve bosquejo histórico sobre la investigación en hipertensión arterial en el siglo pasado y una revisión sobre los fármacos antihipertensivos en investigación en el siglo XXI.
Un estudio demuestra que la microalbuminuria y las cifras de presión arterial sistólica nocturna pueden evidenciar un control deficiente de la enfermedad.
El equipo de la Unidad de Hipertensión y Riesgo Vascular del Hospital del Mar ha realizado un estudio donde determina cuáles son los parámetros de mayor utilidad para valorar la presencia de lesión orgánica y el riesgo de patología grave asociadas a hipertensión arterial.
Las conclusiones del estudio, publicado en la revista Hypertension, apuntan a que las cifras de presión arterial sistólica nocturna en combinación con la medida de la excreción de albúmina en orina pueden ser marcadores de riesgo y pronóstico de patología asociada directamente a la hipertensión arterial.
La hipertensión arterial es un problema sanitario de primer orden en todo el mundo. Al tratarse de una enfermedad asintomática y que suele pasar desapercibida, la percepción de riesgo o enfermedad por parte de los que la padecen es inexistente.
Es imprescindible un buen control de las cifras de presión arterial para evitar lesiones orgánicas asociadas. Previamente a la aparición de la lesión orgánica (infarto agudo de miocardio, insuficiencia renal avanzada, etc.), se produce un paso intermedio que se denomina lesión orgánica subclínica.
Es fundamental detectar este paso previo para poder instaurar medidas efectivas que eviten, atenúen o minimicen los efectos de la lesión establecida de órgano diana. Un buen marcador para conocer esta lesión subclínica es la microalbuminuria, que es más frecuente en pacientes con hipertensión resistente al tratamiento (un 20% del total de los hipertensos). Hay grupos de pacientes que, aparentemente, tienen un buen control de presión arterial y que no constan como resistentes, pero que también presentan microalbuminuria. En estos casos es importante hacer una monitorización ambulatoria de presión arterial de 24 horas, porque podría ser que de día estuviesen bien controlados pero no de noche.
Efectiva, sencilla, no invasiva y económica
Según explica la Dra. Anna Oliveras, jefe clínico del Servicio de Nefrología del Hospital del Mar, responsable de la Unidad de Hipertensión y Riesgo Vascular y una de las coordinadoras del registro nacional de hipertensos resistentes, el estudio completo para detectar la presencia de lesión subclínica asociada a hipertensión incluye muchas “pruebas analíticas, electrocardiogramas, ecografías del corazón, de las arterias carótidas, conocer la velocidad de onda del pulso, la presencia de insuficiencia renal, etc. y, en la práctica, hacer un estudio tan extenso, no es posible en todas partes”.
Poder detectar de forma efectiva, sencilla, rápida, no invasiva y económica esta lesión subclínica facilita la detección precoz de daño vascular, indicando la necesidad de extremar las medidas de tratamiento y de prevención adecuadas para evitar complicaciones graves y secuelas a los pacientes, así como gastos al sistema.
Este estudio, realizado con una muestra de más de 350 pacientes hipertensos resistentes, ha sido posible gracias al registro nacional de hipertensión resistente de España. Los hipertensos resistentes son aproximadamente un 20% del total. “Si tenemos en cuenta que en el año 2025 se estima que habrá un 60% más de hipertensos que actualmente y las cifras se situarán en torno a los 600 millones de pacientes afectados en todo el mundo, la repercusión de las consecuencias de la hipertensión son de enorme trascendencia”, explica la Dra. Oliveras, y añade: “En España, el 30% de la población tiene la presión elevada y la cifra prácticamente se duplica cuando nos referimos a pacientes de 65 años o más.
Poder disponer de herramientas económicas y fiables que nos indiquen qué enfermos tienen un riesgo de sufrir enfermedad orgánica grave derivada de esta hipertensión y, por lo tanto, qué enfermos tienen mal pronóstico, es fundamental para poder establecer las medidas adecuadas para atenuar y prevenir las graves secuelas de la hipertensión”.
(Fuente: Jano)
Identifican 16 regiones genéticas que condicionan la tensión arterial
El hallazgo supone un avance en la comprensión de los factores hereditarios que influyen en la presión arterial, y ofrece nuevos objetivos terapéuticos para la prevención de los accidentes cerebrovasculares.
Investigadores de la Universidad Queen Mary y la Escuela de Medicina de Londres (Reino Unido) han identificado 16 regiones genéticas que influyen en la presión arterial, lo que podría ayudar a prevenir enfermedades cardiovasculares.
El estudio, publicado en Nature, representa un avance en la comprensión de los factores hereditarios que influyen en la presión arterial, y ofrece nuevos objetivos terapéuticos para la prevención de las enfermedades del corazón y los accidentes cerebrovasculares, que son la principal causa de muerte en el mundo.
Toby Johnson, Patricia Munroe y Mark Caulfield han llevado a cabo este estudio internacional con la colaboración de 351 científicos de 234 instituciones con sede en 24 países de todo el mundo. En él se han analizado datos de más de 270.000 personas en busca de variaciones genéticas en el ADN asociadas con la presión alta o la presión baja. Esto les permitió identificar 16 regiones genéticas que intervienen en la presión arterial y confirmar la influencia de las 12 regiones que ya se habían identificado con anterioridad.
Según explica Caulfield, quien también es presidente de la Sociedad Británica de Hipertensión, “la hipertensión arterial afecta a una cuarta parte de la población adulta en el Reino Unido; estas regiones genéticas de las que informamos ofrecen un gran paso hacia adelante en nuestra comprensión de la influencia hereditaria”.
La profesora Patricia Munroe añade que “esta gran colaboración multicéntrica ha identificado muchos genes nuevos para la presión arterial, lo que nos permitirá determinar qué genes y funciones mejorarán nuestra comprensión de la arquitectura básica de la hipertensión, y facilitarán el desarrollo de nuevos tratamientos”.
(Fuente: Jano)
Association between chlorthalidone treatment of systolic hypertension and long-term survival.
Por: Kostis JB, Cabrera J, Cheng JQ, Cosgrove NM, Deng Y, Pressel SL, y Davis BR. JAMA. 2011 Dec 21;306(23):2588-93.
In the Systolic Hypertension in the Elderly Program (SHEP) trial, conducted between 1985 and 1990, antihypertensive therapy with chlorthalidone-based stepped-care therapy resulted in a lower rate of cardiovascular events than placebo but effects on mortality were not significant.
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