Estudios importantes sobre hipertension arterial de Cuba y el mundo
Por: Marc Dorenkamp, Klaus Bonaventura, Alexander W. Leber, Julia Boldt, Christian Sohns, Leif-Hendrik Boldt, Wilhelm Haverkamp, Ulrich Frei y Mattias Roser. European Heart Journal Volume 34, Issue 6
Pp. 451-461.
Recent studies have demonstrated the safety and efficacy of catheter-based renal sympathetic denervation (RDN) for the treatment of resistant hypertension. We aimed to determine the cost-effectiveness of this approach separately for men and women of different ages.
A Markov state-transition model accounting for costs, life-years, quality-adjusted life-years (QALYs), and incremental cost-effectiveness was developed to compare RDN with best medical therapy (BMT) in patients with resistant hypertension. The model ran from age 30 to 100 years or death, with a cycle length of 1 year. The efficacy of RDN was modelled as a reduction in the risk of hypertension-related disease events and death.
Analyses were conducted from a payer’s perspective. Costs and QALYs were discounted at 3% annually. Both deterministic and probabilistic sensitivity analyses were performed.
Renal sympathetic denervation is a cost-effective intervention for patients with resistant hypertension. Earlier treatment produces better cost-effectiveness ratios. [Actualizado: 18 de julio 2013]
Dispositivo musical no reduce presión arterial en los diabéticos
Un dispositivo que reproduce una melodía en un intento para hacer más lenta la respiración no logró reducir la presión sanguínea de un grupo de gente con diabetes, según un nuevo estudio.
“Dados estos resultados y los estudios disponibles, se puede concluir que no existen suficientes evidencias para usar este dispositivo”, dijo el doctor Gijs Landman, autor principal del estudio realizado por las Clínicas Isala, en Holanda.
En teoría, el dispositivo funciona midiendo la respiración del usuario y reproduciendo una melodía para reducir la cantidad de respiraciones por minuto, lo que relaja los vasos sanguíneos y, a la vez, reduce la presión sanguínea.
Para el nuevo estudio, Landman y sus colegas reunieron a 24 adultos con diabetes y presión alta para utilizar el dispositivo 15 minutos diarios durante ocho semanas.
Otras 24 personas diabéticas e hipertensas actuaron como grupo de control al usar un dispositivo idéntico, pero sin la melodía terapéutica.
Al inicio del estudio, todos los participantes tenían un valor de presión sistólica (máxima) de alrededor de 151 milímetros de mercurio (mm Hg) y su presión sanguínea diastólica (mínima) era de cerca de 82 mm Hg.
La Asociación Estadounidense del Corazón recomienda que la presión sistólica no supere los 120 mm Hg y que la presión diastólica sea inferior que 80 mm Hg.
Al final del estudio, el equipo no halló diferencias significativas en los valores de presión de los dos grupos. Es más, tres participantes que utilizaron el dispositivo RESPeRATE no completaron el estudio. Dos abandonaron la experiencia por efectos secundarios posiblemente asociados con el dispositivo, según investigadores de JAMA Internal Medicine.
InterCure no realizó comentarios antes del cierre de esta edición. Landman dijo a Reuters Health que la empresa proporcionó los dispositivos a su equipo, que cuestan entre 300 y 420 dólares.
El doctor Kamal R. Mahtani, que no participó del estudio pero lideró el análisis del año pasado, opinó que los resultados respaldan sus hallazgos anteriores.
“No hay evidencias claras de un beneficio clínico y este nuevo estudio es interesante porque remarca un daño potencial”, indicó Mahtani, del Center for Evidence Based Medicine de la Universidad de Oxford, en Reino Unido.
Agregó que no recomendaría el dispositivo a sus pacientes y alentó a consultar a un médico antes de usarlo.
Mahtani afirmó que el tratamiento para la alta presión arterial a menudo depende de el riesgo de enfermedad cardiaca de una persona, pero que podría incluir cambios en el estilo de vida o medicamentos.
Landman también dijo a Reuters Health que no recomendaría el dispositivo porque -además de no entregar beneficios- su uso toma tiempo.
“Hay que escuchar la música durante 15 minutos diarios (…) Pienso que no es viable”, sostuvo.
(Fuente: Reuters Health). [Actualizado: 19 de julio 2013]
Más niños estadounidenses podrían estar en riesgo de hipertensión
Un estudio examinó el aumento de la grasa corporal, del tamaño de la cintura y en la ingesta de sal durante un periodo de 13 años.
El riesgo de que los adolescentes y niños estadounidenses tengan la presión arterial alta aumentó en un 27 por ciento en 13 años, ya que el tamaño de sus cinturas se incrementó y los niños consumían más sal, según un estudio reciente.
“La hipertensión es el factor de riesgo predominante del accidente cerebrovascular, y las tasas de niños que padecen un accidente cerebrovascular han aumentado en EE. UU. en los últimos años”, afirmó el Dr. David Katz, director del Centro de Investigación en Prevención de la Universidad de Yale. Katz no participó en el estudio.
Los investigadores de la Universidad de Harvard recogieron datos de más de 3,200 niños de 8 a 17 años de edad que participaron en la Encuesta nacional de examen sobre salud y nutrición desde 1988 hasta 1994, y los compararon con los de los más de 8,300 niños que participaron en la misma encuesta desde 1999 hasta 2008.
Aunque los niños del estudio tenían la presión sanguínea elevada, no podían ser clasificados como hipertensos, porque, para hacer tal diagnóstico, las lecturas deben ser altas tres veces seguidas, indicaron los investigadores.
Conforme continúa la epidemia de obesidad, los médicos están viendo a más niños con la presión arterial alta, comentó una experta.
“Solamente hoy veré de 10 a 15 [pacientes], la mayoría adolescentes, que tienen sobrepeso e hipertensión”, afirmó la Dr. Ana Paredes, nefróloga pediátrica en el Hospital Pediátrico de Miami.
El primer paso en el tratamiento de estos niños es cambiar su dieta y aumentar la cantidad de ejercicio que hacen, comentó Paredes. “Les doy un plan que pueden seguir”, señaló. “Les digo que intenten perder una libra (0.45 Kg) por semana”.
Paredes también aconseja a sus pacientes que reduzcan la cantidad de sal de su dieta. Gran parte de la sal que consumen los niños procede de alimentos procesados y de bebidas como los refrescos, explicó. “Si se bebe un Gatorade mientras ve la televisión o trabaja con la computadora, se está intoxicando con sal”, señaló.
Katz afirmó que el nuevo estudio se suma a la gran cantidad de evidencias de que la ingesta de sodio afecta a la presión arterial tanto en los niños como en los adultos.
“El camino del aumento en la ingesta de sodio a la presión arterial elevada y al aumento de casos de accidentes cerebrovasculares es una razón para preocuparse y para realizar acciones correctivas”, afirmó Katz.
Los estadounidenses comen un promedio de 3,400 miligramos (mg) de sal al día, más del doble de la recomendación de 1,500 mg o menos planteada por la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association). Dos tercios de la sal proceden de alimentos procesados y comidas en restaurantes.
La asociación entre el índice de masa corporal (una medida de la grasa corporal) y la presión sanguínea es todavía más fuerte que la asociación con el sodio, señaló Katz. “Conforme aumentan las tasas de obesidad en los niños, también aumenta su presión arterial”, según Katz.
La gran cantidad de sal que hay en la comida procesada es corregible, como también lo son las influencias que están haciendo obesos a los niños, comentó. “Si necesitábamos otra razón por la que actuar, este estudio nos proporciona una. Conforme aumenta la presión arterial de los niños, también aumenta la presión sobre nosotros para hacer lo que sea necesario a fin de detener esta tendencia”.
Para las personas adultas, una presión arterial de menos de 120/80 mm Hg se considera normal. Sin embargo, en los niños y adolescentes, la presión sanguínea normal varía en función de la edad, el sexo y la estatura, indicaron los investigadores.
Para calcular el riesgo de tener una presión arterial alta, tomaron en cuenta las diferencias entre los dos grupos de niños teniendo en cuenta la edad, el sexo, la raza y la etnia, la masa corporal, el tamaño de la cintura y la ingesta de sal.
Algunos de los puntos más destacados del estudio, publicado en línea el 15 de julio y en la edición impresa de agosto de la revista Hypertension, fueron los siguientes:
Aunque los chicos eran más propensos a tener una presión sanguínea más elevada, la tasa aumentó más rápidamente en las chicas.
Con el paso del tiempo, más niños tenían sobrepeso y cinturas más anchas, sobre todo las chicas.
Los niños con la cintura más ancha tenían casi el doble de probabilidades de tener la presión sanguínea alta, en comparación con los niños con la cintura más estrecha.
Los niños negros tenían un riesgo un 28 por ciento más alto de tener la presión sanguínea alta que los blancos.
Los niños que más sal consumían tenían un 36 por ciento más de probabilidades de tener la presión arterial alta, en comparación con los que menos consumían.
En ambos estudios, más del 80 por ciento de los niños ingerían diariamente más de 2,300 mg de sal. No obstante, en el último estudio había menos niños que tomaran más de 3,450 mg de sal.
“Todo el mundo espera que la ingesta de sodio siga aumentando”, comentó en una declaración el investigador principal, Bernard Rosner, profesor de medicina en la Facultad de Medicina de la Harvard. “Parece que las recomendaciones dietéticas se escuchan un poco, pero no mucho”.
“Tener la presión arterial alta es peligroso en parte porque muchas personas no saben que la tienen”, añadió. “Es algo muy engañoso. Se ha de medir regularmente la presión arterial para mantenerla controlada”.
Algunas de las 350,000 muertes prevenibles cada año en Estados Unidos se deben a la presión arterial alta, indicaron los investigadores.
(Fuente: HealthDay News) [Actualizado: 19 de julio 2013]
Por: D Prieto-Merino, J Dobson, A K Gupta, C-L Chang, P S Sever, B Dahlöf, H Wedel, S Pocock y N Poulter On Behalf of the ASCOT-BPLA Investigators. Journal of Human Hypertension (2013) 27, 492–496.
A number of risk scores already exist to predict cardiovascular (CV) events. However, scores developed with data collected some time ago might not accurately predict the CV risk of contemporary hypertensive patients that benefit from more modern treatments and management. Using data from the randomised clinical trial Anglo-Scandinavian Cardiac Outcomes Trial-BPLA, with 15 955 hypertensive patients without previous CV disease receiving contemporary preventive CV management, we developed a new risk score predicting the 5-year risk of a first CV event (CV death, myocardial infarction or stroke). [Actualizado: 20 de julio 2013].
Por: G Bönner, G L Bakris, D Sica, M A Weber, W B White, A Perez, C Cao, A Handley and S Kupfer. Journal of Human Hypertension (2013) 27, 479–486.
Drug therapy often fails to control hypertension. Azilsartan medoxomil (AZL-M) is a newly developed angiotensin II receptor blocker with high efficacy and good tolerability. This double-blind, controlled, randomised trial compared its antihypertensive efficacy and safety vs the angiotensin-converting enzyme inhibitor ramipril (RAM) in patients with clinic systolic blood pressure (SBP) 150–180 mm Hg. Patients were randomised (n=884) to 20 mg AZL-M or 2.5 mg RAM once daily for 2 weeks, then force-titrated to 40 or 80 mg AZL-M or 10 mg RAM for 22 weeks. The primary endpoint was change in trough, seated, clinic SBP. Mean patient age was 57±11 years, 52.4% were male, 99.5% were Caucasian. [Actualizado: 20 de julio 2013].
Por: Mitsuru Ohishi, Tatsuo Kawai, Norihiro Hayashi, Shoichi Kitano, Tomohiro Katsuya, Masahiro Nagano, Atsushi Hirotani, Koichi Yamamoto, Kei Kamide y Hiromi Rakugi. Hypertension Research (2013) 36, 620–626.
Fixed-dose combination (FDC) therapy with telmisartan 40 mg+amlodipine 5 mg (T40/A5) is expected to achieve tight blood pressure (BP) control because of the strong efficacy and long half-life of each drug. The aims of this study were to evaluate the 24-h antihypertensive efficacy of T40/A5 FDC therapy and to explore differences that may arise owing to different administration times in Japanese patients whose hypertension was not controlled by 5 mg of amlodipine per day. In this randomized clinical trial, 44 patients who had been taking amlodipine 5 mg per day and did not achieve their optimal BP target were enrolled (mean age: 67.8±10.2 years). [Actualizado: 24 de julio 2013]
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