Controlar el colesterol y la presión arterial reduce a la mitad el riesgo de cardiopatías
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Controlar la mismo tiempo la presión arterial alta y el colesterol alto puede reducir su riesgo de enfermedades del corazón a la mitad o más, según un estudio que publica Circulation. Sin embargo, menos de una de cada tres personas a lograr este objetivo.
La hipertensión arterial y la hipercolesterolemia -exceso de colesterol en sangre- afectan a millones de personas en todo el mundo, y gran parte no están tratados. «La realidad es que sabemos más que suficiente para evitar el 75 por ciento de las enfermedades del corazón y cerebrovasculares, pero no estamos haciendo todo lo que podríamos hacer», señaló Brent M. Egan, de la Universidad de Medicina de Carolina del Sur (EEUU).
Estudios previos han demostrado que el tratamiento de la hipertensión arterial reduce el riesgo de enfermedades del corazón en un 25 por ciento y que el tratamiento del colesterol alto en los pacientes hipertensos puede reducir el riesgo en más del 35 por ciento.
Las conclusiones se basan en datos de más de 17.000 adultos de EEUU que participaron en el National Health and Nutrition Examination Surveys. Además de revisar la presión arterial de los pacientes y sus niveles de colesterol, los investigadores tuvieron en cuenta la raza, la edad, si los pacientes fumaban, tenían diabetes, habían sido diagnosticados de una enfermedad cardíaca y/o enfermedad renal crónica y si visitaron al médico cada año.
Egan destacó el hecho de que el control del colesterol necesita más atención. «Aunque los análisis de colesterol muestren buenos datos referidos al las lipoproteínas de alta densidad (HDL), que es el colesterol saludable o protector, siempre hay que tener en cuenta el de baja densidad (LDL). Desafortunadamente no todos los HDL son igualmente protectores y algunos personas con HDL normal están en alto riesgo. En esos pacientes, puede haber una falsa sensación de seguridad de que el colesterol no es realmente un problema».
(Fuente: www.abc.es) [Actualizado: 8 de julio 2013].
Por: Prasutr Thawornchaisit, Ferdinandus de Looze, Christopher M Reid2, Sam-ang Seubsman, Adrian C Sleigh y Thai Cohort Study Team. BMJ Open 2013;3:e002826 doi:10.1136.
This study evaluates the impact of a number of demographic, biological, behavioural and lifestyle health risk factors on the incidence of hypertension in Thailand over a 4-year period. In both men and women, hypertension was strongly associated with age, obesity and comorbidities while it had no association with socioeconomic factors. The cohort patterns of socioeconomy and hypertension reflect that the health risk transition in Thais is likely to be at the middle stage. Diet and lifestyle factors associate with incidence of hypertension in Thais and may be amenable targets for hypertension control programmes. [Actualizado: 11 de julio de 2013]
Equilibrio sodio-potasio en la regulación de la hipertensión arterial
Por: Luis Hernán Zárate Méndez y Alex Valenzuela Montero. Medwave 2012 Feb;12(2).
La hipertensión arterial esencial es considerada como la principal causa de muerte por la OMS. La cuarta parte de la población mayor de 15 años es hipertensa, lo que representa aproximadamente un billón de personas, que tendrán un importante aumento en el año 2025, cercano al 60%. Su prevalencia aumenta en proporción lineal con el aumento de edad. Es responsable del 62% de los accidentes vasculares cerebrales y del 48% de los infartos del miocardio. En tal sentido, una reducción de tan solo 2 mmHg de presión arterial, disminuye en aproximadamente un 7% el accidente vascular cerebral y en un 5% el infarto agudo del miocardio, por lo que si estas reducciones se proyectaran a la población general, se traducen en beneficios importantes. [Actualizado: 11 de julio 2013].
Estudios importantes sobre hipertension arterial de Cuba y el mundo
Por: Yumi Koizumi, Yuko Hamazaki, Masashi Okuro, Osamu Iritani, Hiroshi Yano, Toshihiro Higashikawa, Kunimitsu Iwai y Shigeto Morimoto. Hypertension Research (2013) 36, 639–644.
To clarify the possible association of frailty with hypertension prevalence, treatment and blood pressure (BP) control in the elderly, we conducted a screening survey of 1091 elderly community-dwelling subjects aged greater than or equal to65 years, using data from public health check-ups and frailty was determined by a 25-item questionnaire, the Basic Checklist for Frailty (BCF). The significance of differences in the association of BCF categories or BCF items with each hypertension status was analyzed using multiple logistic regression analysis after adjusting for age, sex and possible confounding underlying chronic conditions. [Actualizado: 11 de julio 2013].
Traducción del Séptimo Informe del Comité Nacional Adjunto
(pdf: 790 kb) (Por Dpto. Traducciones de Infomed)
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El número de casos médicos relacionados con la hipertensión arterial en jóvenes se ha elevado en los últimos años, según un nuevo estudio publicado en el portal web del diario Hypertension. De acuerdo con “Estadísticas a Propósito del Día Mundial de la Salud” del INEGI, en México de 2006 a 2011, se incrementó la tasa de mortalidad observada por enfermedades cardiovasculares en población de 15 años y más (pasó de 17.67% por cada 100 mil personas a 23.06%).
La Asociación Norteamericana del Corazón, establece que las mediciones de una presión arterial normal deben de marcar una cifra sistólica y diastólica de 120/80 mmHg respectivamente, cuando rebasa las cifras de 140mm Hg y 90mm Hg, se está presentando la hipertensión.
Darte cuenta de que tu presión arterial se ha elevado a pesar de ser joven, puede parecer increíble pero no es imposible, pasa. Existen dos tipos de hipertensión: ‘esencial’, cuando se desconoce la causa de la elevación de la presión, y la ‘secundaria’, la cual sí tiene una causa demostrable.
De acuerdo a la Facultad de Medicina de la UNAM, la hipertensión arterial, en general, pero especialmente la esencial es engañosa y suele no presentar síntomas; sin embargo cuando éstos se dan, algunos de los principales signos para reconocer la enfermedad son: dolores de cabeza, zumbido en los oídos, mareos, falta de aliento, o centelleo de luz.
En ese caso debes de acudir con un especialista para que él te brinde un diagnóstico acertado. Por el momento puedes conocer algunas de las causas de la presencia de esta enfermedad a una edad temprana e informarte sobre una nueva alternativa para reducir gradualmente tu presión arterial:
-Estrés: es una de las mayores causas de hipertensión arterial en jóvenes, ya que éste activa el estado de alerta del sistema nervioso simpático, elevando la fuerza del bombeo de la sangre e incrementando el volumen de ésta con cada latido. También puede producir la liberación de las hormonas como la adrenalina y noradrenalina, que estimulan el corazón y los vasos sanguíneos. De acuerdo a un estudio del Journal of the American Medical Association, la impaciencia y angustia incrementan las posibilidades de desarrollar hipertensión arterial en jóvenes.
-Obesidad: de acuerdo a información de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, los jóvenes con sobrepeso son más propensos a presentar hipertensión. Uno de los estudios de Framingham demostró prospectivamente que por cada 10% de incremento del peso, la presión arterial aumenta 6.5 mmHg, el colesterol plasmático 12 mg/dl y la glicemia 2 mg/dl.
-Genética: conoce las enfermedades que han existido en tu familia, puedes encontrarte en riesgo si en tu historia clínica familiar hay antecedentes de hipertensión. Si alguno o ambos padres padecen la enfermedad, los hijos pueden heredar una predisposición a desarrollar cifras elevadas de tensión arterial.
-Actividades perjudiciales: fumar puede ser causa de hipertensión así como el consumo de alcohol en exceso y la inactividad física (sedentarismo).
-Hábitos alimenticos: una alimentación alta en sodio y grasas, al igual que altos niveles de colesterol en la sangre son factores que perjudican la salud y pueden provocar un incremento en la presión arterial.
Por el contrario, cuando no se es obeso la conducta y el estilo de vida son factores de suma importancia, éstos pueden incrementar o reducir el riesgo de presentar el problema.
Como manera preventiva el sitio WebMD sugiere las siguientes opciones para evitar una subida de presión: realizar ejercicio con regularidad (a excepción de actividades fuertes como un maratón, por ejemplo), evitar el consumo de sodio en las comidas, moderar el consumo de alcohol y reducir tus niveles de estrés.
Un reciente estudio en donde colaboró la doctora Debbie Cohen (Universidad de Pensilvania), arrojó que el yoga podría ayudar a reducir el impacto de la hipertensión. Según el doctor Howard Weintraub (cardiólogo y profesor en la Escuela de Medicina de Nueva York, NYU), el estudio muestra que el “yoga puede tener un efecto” favorable en la enfermedad.
Realizar yoga de dos a tres veces por semana, comenzó a bajar las cifras de presión arterial de los pacientes implicados en el estudio. A pesar de que la reducción en cifras era pequeña, indicaban que a largo plazo podría traer mayores beneficios a la salud.
El doctor David Friedman (Hospital de North Shore-LIJ en Plainview, Nueva York) también agregó que además del yoga, el realizar ejercicios de meditación y reflexión son una buena opción para mantener buenos niveles de presión arterial.
(Fuente: www2.esmas.com) [Actualizado: 12 de julio 2013]
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