Por: Mark R Nelson, Stephen Quinn, Tania M Winzenberg, Faline Howes, Louise Shiel y Christopher M Reid. BMJ Open 2012;2:e001689 doi.
To determine the level of agreement between a ‘conventional’ Ankle-Brachial Index (ABI) measurement (using Doppler and mercury sphygmomanometer taken by a research nurse) and a ‘pragmatic’ ABI measure (using an oscillometric device taken by a practice nurse) in primary care. To ascertain the utility of a pragmatic ABI measure for the diagnosis of peripheral arterial disease (PAD) in primary care. Oscillometric ABI measures by primary care nurses on a population with a 22% prevalence of PAD lacked sufficient agreement with conventional measures to be recommended for routine diagnosis of PAD. This pragmatic method may however be used as a screening tool high-risk and overt CVD patients in primary care as it can reliably exclude the condition. [Actualizado: 21 de junio 2013]
En medio de un acalorado debate, AMA declara la obesidad una enfermedad
(En inglés la noticia del sitio original, traducción por Medscape Medical News)
Los doctores votaron abrumadoramente a la obesidad como una enfermedad que requiere una serie de intervenciones para avanzar en el tratamiento y la prevención [1].
Sin embargo, hubo un debate apasionado en las horas antes de la votación aquí en la Asociación Médica Americana (AMA) 2013 en la reunión anual.
Aunque las políticas adoptadas por la Cámara de Delegados no tienen personería jurídica, las decisiones son a menudo hace referencia al influir organismos gubernamentales. Esta decisión podría tener implicaciones para el reembolso a los proveedores, la política pública, la estigmatización del paciente, y la clasificación internacional de enfermedades de codificación.
“La obesidad es una enfermedad fisiopatológico hay un tratamiento para esta enfermedad,.. Se trata de modificaciones del comportamiento, de los medicamentos, y los cirujanos pues la obesidad afecta desproporcionadamente a las minorías”, dijo el doctor Jonathan Leffert (Hospital Presbiteriano de Salud de Texas, Dallas), delegado suplente de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo. “La evidencia científica es abrumadora.” Dr. Melvyn Sterling (St Joseph Hospital, Orange, CA) dijo que esto trae a la mente al debate sobre si la hipertensión es una enfermedad.
“Soy un internista general, entre otras cosas, y yo trato a las complicaciones de esta enfermedad. Es interesante mirar hacia atrás en la historia en una época en la hipertensión no se pensó que era una enfermedad”, dijo Sterling. “La obesidad es una enfermedad. Es muy claro que a pesar de que no todos los hipertensos tiene un derrame cerebral y no todas las personas obesas sufre las complicaciones, que no cambia el hecho de que se trata de una enfermedad.”
Algunos no están convencidos
Otros declararon que la medida para determinar la obesidad es imperfecta y, aunque se trata de una epidemia, la obesidad no cumple con los criterios para la enfermedad.
Dr. Russell Kridel (University of Texas Medical School en Houston, TX), presidente entrante del Consejo de AMA de Ciencia y Salud Pública (CSPH), dijo en una entrevista que no hay debate sobre la importancia y la urgencia de abordar el problema, pero él no cree que califica como una enfermedad.
Fumar no es una enfermedad. Fumar puede causar enfermedades como el cáncer de pulmón y enfisema en la misma forma que la obesidad puede conducir a la diabetes y la hipertensión”, explicó. “Realmente estamos hablando aquí nomenclatura, no de la filosofía.”
Señaló que el comportamiento y la dieta decisiones juegan un papel en la obesidad. “Hace treinta años, no teníamos el problema de la obesidad que tenemos ahora. Si se mira científicamente lo que ha cambiado, nuestra dieta ha cambiado. No ha habido ningún cambio en nuestra estructura genética en los últimos 30 años.”
Kridel dijo que le gustaría ver una mayor atención se centró en la prevención y la responsabilidad personal. El CSPH publicó un informe de 14 páginas, se opone a la clasificación de la obesidad como una enfermedad.
“No creíamos que la evidencia se elevó al nivel donde la obesidad podría ser
reconocido como propio estado de enfermedad médica clara. La obesidad es una enfermedad muy grave. Es un flagelo en nuestro país. Es una epidemia. Es un importante factor de riesgo para muchos otros enfermedades “, dijo el Dr. Robert Gilchick (Los Departamento de Salud Pública del Condado de los Angeles, CA), hablando en nombre de la CSPH. “Pero eso no solo lo convierten en un estado de una enfermedad distinta.”
Explicó que debido a índice de masa corporal, una medida imperfecta, se utiliza para determinar la obesidad, las personas que están sanas son diagnosticadas como obesas.
“¿Por qué un tercio de los estadounidenses serán diagnosticados con una enfermedad si no son necesariamente enfermos?”, se preguntó.
Un tercio de los estadounidenses
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, el 35,7% de los estadounidenses son obesos. Las condiciones relacionadas con la obesidad, como enfermedad cardíaca, diabetes tiempos, tipo 2 y ciertos tipos de cáncer, son algunas de las principales causas de muerte evitable.
Inmediatamente después del anuncio de la AMA, la American Heart Association emitió un comunicado de prensa esencialmente repitiendo la acción de la AMA ni aplaude ni rechaza la definición de “enfermedad” [2].
“The American Heart Association considera que es necesario el enfoque adicional sobre este factor de riesgo importante para la enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular. Trabajamos con personas de la industria, los profesionales de la salud, y los nacionales, estatales y locales a reconocer la gravedad de la cuestión y la necesidad soluciones más coordinadas y globales”.
La AMA también ha adoptado una política que apoya la prohibición de la comercialización y venta de bebidas de alta energía a cualquier persona menor de 18 años.
(Fuente: Medscape Medical News) [21 de junio de 2013]
Se dan a conocer nuevas directrices sobre la presión arterial
Nuevas directrices en torno a la presión arterial fueron dadas a conocer en forma conjunta por la Sociedad Europea de Hipertensión y la Sociedad Europea de Cardiología.
Señalan que el problema está aumentando en Europa debido principalmente a factores relacionados con el estilo de vida, la falta de concienciación de pacientes y médicos, los retrasos del tratamiento farmacológico y las deficiencias en las estructuras de atención a la salud. En la actualidad afecta a 30%-45% de la población europea.
Las «Directrices de la ESH y la ESC de 2013 para el tratamiento de la hipertensión arterial» fueron dadas a conocer en el Congreso de la Sociedad Europea de Hipertensión en Milán, Italia y publicadas en Journal of Hypertension, European Heart Journal y Blood Pressure.
Estas directrices reemplazan a la edición de 2007 previa con nuevas investigaciones y recomendaciones actualizadas sobre la reducción de las tasas de enfermedad y mortalidad por hipertensión arterial. Un avance importante es la recomendación de una sola cifra de presión arterial sistólica elegida como objetivo de 140 mm Hg para casi todos los pacientes.
El autor profesor Giuseppe Mancia dice: «Realmente necesitamos crear conciencia en torno al trastorno. Este es un problema que se puede controlar si se trata en forma apropiada».
Recomienda cambios en el estilo de vida a gran escala que comprendan reducción del consumo de sal y alcohol, el ejercicio con regularidad y el dejar de fumar.
«Sin duda esta es la revisión actual más importante en valorar la totalidad del tratamiento de la hipertensión; será la base de la atención a este problema en el futuro cercano», dice el profesor Mancia. «La Organización Mundial de la Salud ya ha reconocido la hipertensión como el principal riesgo global de mortalidad en el mundo y, como lo señalamos en el documento, el público debe percatarse de cuán frecuente es la hipertensión».
«No sólo eso, los médicos y los pacientes deben reconocer que contamos con tratamientos satisfactorios que pueden controlar la hipertensión».
(Fuente: doctors.net.uk — citado por: http://www.medcenter.com/Medscape) [21 de junio 2013]
Estudios importantes sobre hipertension arterial de Cuba y el mundo
Recent Advances in Hypertension. Recent Clinical Trials of Hypertension Management
Por: Garry L.R. Jennings. Hypertension. 2013; 62: 3-7.
The scene for clinical trials of hypertension management is in transition. The era of mega trials may not be over but is certainly in decline, and in the past 2 years there have been no studies reporting primary outcome data the scale of the Antihypertensive and Lipid-Lowering Treatment to Prevent Heart Attack Trial (ALLHAT), The ONgoing Telmisartan Alone and in combination with Ramipril Global Endpoint Trial (ONTARGET), Anglo -Scandinavian Cardiac Outcomes Trial (ASCOT), and other major studies that marked clinical trial activity and informed guideline committees during the past 2 to 3 decades. [Actualizado: 24 de juno 2013]
En esta sección les exponemos algunos artículos publicados sobre la hipertensión arterial.
Artículos de la Revista Española de Cardiología
Por: Alicia Gutiérrez-Misis, María T. Sánchez-Santos, José R. Banegas, María V. Zunzunegui, Mercedes Sánchez-Martínez, María V. Castell y Ángel Otero. Rev Esp Cardiol. 2013;66:464-71.
Por: Mónica Doménech, Antonio Berruezo, Irma Molina, Lluis Mont y Antonio Coca. Rev Esp Cardiol. 2013;66:458-63.
Por: Olga Costero, Angel Sánchez-Recalde, Raúl Moreno, Isidro Moreno, Rafael Selgas y José L. López-Sendón. Rev Esp Cardiol. 2013;66:227-9.
Por: M. Dolores Marrodán Serrano, M. Dolores Cabañas Armesilla, M. Margarita Carmenate Moreno, Marisa González-Montero de Espinosa, Noemí López-Ejeda, Jesús R. Martínez Álvarez, Consuelo Prado Martínez y Juan F. Romero-Collazos. Rev Esp Cardiol. 2013;66:110-5.
[Actualizado: 26 de junio 2013]
Daño renal, primera consecuencia de la hipertensión arterial
(Para ver la noticia original debe tener internet)
La Organización Mundial de la Salud, estima que la hipertensión arterial causa la muerte de 7.5 millones de personas y representan 12.8% del total de las muertes a nivel mundial, además, señala que uno de cada tres adultos tiene la presión alta, lo que preocupa por las complicaciones que genera.
“A diferencia de lo que comúnmente se piensa, la historia natural de la enfermedad no afecta primero al corazón; el primer órgano en sufrir daño grave ante la presión sanguínea elevada es el riñón, ya que las delgadas arterias de este órgano blanco, se van lesionando antes que las arterias del corazón o de cualquier otro órgano”, explica el Dr. Abraham Majluf Cruz, Investigador Titular C de la Unidad de Investigación Médica en Trombosis, Hemostasia y Aterogénesis, del Hospital General Regional Carlos MacGrégor, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
La función principal los riñones en filtrar la sangre, eliminando así los productos de desecho y el exceso de agua, que se transforma en orina; el primer dato de daño renal se llama microalbuminuria y ocurre cuando dicha filtración se vuelve anormal, desechando del organismo las proteínas necesarias para funcionar de manera adecuada.
“El deterioro de este órgano depende de muchos factores, principalmente de los cuidados y el tratamiento que el paciente haya seguido durante su enfermedad, asumiendo que incluso un paciente con 30 años de ser hipertenso, puede no llegar a presentar complicaciones renales asociadas a HTA, mientras que una persona que no ha tenido los cuidados adecuados, en dos años de habérsele diagnosticado con hipertensión podría llegar a sufrir insuficiencia renal crónica”, explicó el Dr. Majluf.
Un paciente con hipertensión arterial no necesariamente tiene que llegar a sufrir las terribles complicaciones de la enfermedad si logra mantener un control permanente de la misma. “Si bien la HTA no se cura, al ser detectada de manera oportuna se pueden detener los daños de la misma e incluso puede desaparecer sin necesidad de tratamiento, no así, cuando es diagnosticada de manera tardía”, agregó el especialista.
De acuerdo con el especialista, aun cuando la enfermedad sea detectada tras varios años de padecerla, el paciente puede logar su curva de sobrevida normal, siempre que adopte de inmediato, un estilo de vida saludable que incluya una dieta baja en grasas y sal, bajar de peso de inmediato y deje de fumar, pero sobre todo que respete el tratamiento que el especialista recomiende.
Así mismo, es necesario que los adultos midan su presión arterial por lo menos una vez al año, y cada seis meses si tiene sobrepeso u obesidad o bien predisposición genética a esta enfermedad.
“Cuando un paciente es tratado con familias de anti-hipertensivos como Maxopress (Olmesartán + Amlodipina), también llamadas terapias combinadas, se obtienen beneficios tales como, bajar la presión sanguínea y disminuir sus niveles de microalbuminuria, por lo tanto los riñones lograrán detener daños irreversibles”, refiere el Dr. Majluf.
“En ese sentido, se ha comprobado que el paciente logra un mayor apego al tratamiento ya que al combinar dos potentes sustancias en un solo fármaco, las personas que viven con HTA únicamente tomarán una sola dosis diaria”, concluye el Dr. Abraham Majluf.
(Fuente: http://www.cronica.com.mx) [Actualizado: 26 de junio 2013]
La edición de 2013 destaca la importancia del daño orgánico global y el manejo de todos los factores de riesgo cardiovascular a la hora de abordar la hipertensión.
La Sociedad Europea de Hipertensión y la Sociedad Europea de Cardiología (ESH y ESC, según sus siglas inglesas) presentaron en el Congreso de la ESH, recientemente celebrado en Milán (Italia), sus guías para el tratamiento de la hipertensión arterial, cuya anterior versión databa de 2007. Con el objetivo de dar a conocer las nuevas guías a los profesionales sanitarios españoles, la Sociedad Española de Cardiología (SEC), la Sociedad Española de Hipertensión – Liga Española para la Lucha contra la Hipertensión Arterial (SEH-LEHLA) y Daiichi Sankyo han presentado las guías en un evento celebrado en la Casa del Corazón, sede de la SEC en Madrid, que se ha retransmitido por streaming a otras 25 sedes repartidas por toda España.
En su intervención, el Dr. Josep Redón, presidente de la Sociedad Europea de Hipertensión (ESH), “es fundamental la consideración de la hipertensión como un factor de riesgo para la salud de primera magnitud, tanto por parte de los médicos como de los pacientes y la población general. En este sentido, la importancia de las nuevas guías radica en que permitirán a los profesionales sanitarios un mejor control de los niveles de hipertensión de sus pacientes y, por tanto, de los factores de riesgo asociados”.
A juicio de la Dra. Nieves Martell, presidenta de la Sociedad Española de Hipertensión – Liga Española para la Lucha contra la Hipertensión Arterial (SEH-LEHLA), “las nuevas guías tienen un carácter eminentemente formativo y ofrecen respuestas a muchas de las preguntas que pueden surgir en la práctica diaria. Además, en ellas se detalla la clase y grado de evidencia de las recomendaciones, lo que sin duda será de gran ayuda para que los médicos podamos alcanzar los objetivos de presión arterial propuestos para nuestros pacientes”.
Por su parte, el Dr. Vicente Bertomeu, presidente de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), recuerda que “el 70% de los pacientes que tratamos los cardiólogos son hipertensos”, y que la hipertensión arterial es “el principal determinante de mortalidad cardiovascular, especialmente en pacientes de alto riesgo. Por tanto, el control de la hipertensión en dichos pacientes es un objetivo prioritario para los cardiólogos y una condición imprescindible para reducir las tasas de mortalidad”.
Novedades Guías 2013
Entre las principales novedades de la edición 2013 de las guías para el tratamiento de la hipertensión se cuenta la recomendación de un único objetivo de presión arterial sistólica para la práctica totalidad de pacientes de <140 mmHg. En las guías 2007 se establecían objetivos diferenciados según el tipo de paciente (140/90 mmHg en pacientes de riesgo bajo a moderado y 130/80 mmHg en pacientes de alto riesgo), pero los autores señalan que no hay evidencias suficientes que justifiquen mantener distintas metas de presión arterial.
Asimismo, la guía recomienda un incremento del rol de la automonitorización de la presión arterial (AMPA), junto a la monitorización ambulatoria de la presión arterial (MAPA), y recalca la importancia del daño orgánico global y el manejo de todos los factores de riesgo cardiovascular y de otras enfermedades a la hora de abordar la hipertensión.
En otro apartado, hace hincapié en la necesidad de personalizar el tratamiento de la hipertensión en grupos específicos como, por ejemplo, diabéticos, jóvenes, ancianos y mujeres embarazadas. Por último, recomienda el uso de combinaciones a dosis fijas (CDF) de dos o más fármacos ya que simplifican el tratamiento y favorecen el cumplimiento terapéutico de los pacientes. Esto redunda en un mejor control de la hipertensión y, por tanto, disminución del riesgo de enfermedades cardiovasculares y los costes asociados para los sistemas de salud.
(Fuente: Jano.es) [Actualizado: 26 de junio 2013]
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