- Un estudio comparativo entre el tratamiento basado en la PA medida en la consulta médica y aquel basado en la automedición de la PA en el domicilio del paciente diabético ha sido galardonado con la XI Beca de la REAP (Red Española de Atención Primaria) para la Investigación en Atención Primaria, patrocinada por la Fundación AstraZeneca
– Un mejor control de la PA en pacientes diabéticos también puede suponer una reducción del número de visitas al centro de salud y de fármacos antihipertensivos a utilizar
– Los pacientes diabéticos presentan un riesgo cardiovascular y renal superior al de los no diabéticos, pero se puede reducir considerablemente mediante un estricto control de la PA
– La duración prevista del estudio es de 18 meses tras haberse finalizado la etapa de reclutamiento de los pacientes, 346 adultos de 40 a 80 años con diabetes tipo 2 y mal control de su PA
– Se estima que sólo un 17% de los hipertensos diabéticos atendidos en los centros de salud españoles está bien controlados
El trabajo titulado “Control de la presión arterial (PA) en pacientes diabéticos: estudio comparativo entre el tratamiento basado en la PA medida en la consulta médica y aquel basado en la automedición de la PA en el domicilio del paciente (AMPA)”, liderado por el doctor Javier Rosado Martín, del Centro de Salud Reina Victoria (Madrid), ha sido galardonado con la XI Beca de la REAP (Red Española de Atención Primaria) para la Investigación en Atención Primaria, patrocinada por la Fundación AstraZeneca, en un multitudinario acto celebrado en Gijón.
El método domiciliario “podría incrementar el control de la hipertensión arterial en los diabéticos, además de reducir el número de visitas al centro de salud y de fármacos antihipertensivos a utilizar”, señala el investigador principal.
Los pacientes diabéticos presentan un riesgo cardiovascular y renal superior al de los no diabéticos, pero se puede reducir considerablemente mediante un estricto control de la PA. ”Tradicionalmente, el diagnóstico y seguimiento de la hipertensión arterial se viene realizando en la consulta del médico de familia”, señala el experto.
Sin embargo, hoy en día es posible que el propio paciente mida su PA en su domicilio, gracias al uso de modernos aparatos muy fáciles de utilizar. ”Existe una experiencia de más de 20 años en torno a la automedición de este factor de riesgo, por lo que dichas tecnologías se consideran absolutamente precisas y seguras”, añade. De hecho, sociedades científicas como la Sociedad Española de Hipertensión Arterial recomiendan su uso de manera generalizada.
No obstante, las investigaciones actualmente disponibles sobre la comparación de las mediciones de la PA en el domicilio y en la consulta no se centran exclusivamente en la poblacion diabética. ”Con el objetivo de paliar dicho vacío se ha puesto en marcha este estudio de intervención, aleatorizado, abierto y multicéntrico en el que participan 14 centros de salud y dos unidades hospitalarias de la Comunidad de Madrid”, explica el doctor Rosado.
La duración prevista es de 18 meses tras haberse finalizado la etapa de reclutamiento de los pacientes, 346 adultos de 40 a 80 años con diabetes tipo 2 y mal control de su PA. El análisis final de los datos está previsto para diciembre de 2012 y es muy probable que se publiquen a lo largo de 2013.
(Fuente: Noticias Medicas.es)
Un nuevo estudio encontró que un tipo de fármaco comúnmente usado para tratar la hipertensión -los bloqueadores de los receptores de la angiotensina (BRA)- está asociado a un incremento “moderado” en el riesgo de cáncer.
Los fármacos BRA son recetados para la hipertensión y usados por millones de personas.
El análisis de todos los datos publicados sobre los BRA encontró un caso adicional de cáncer por cada 105 pacientes tratados con el medicamento.
Los científicos de la Escuela de Medicina de la Universidad Case Western Reserve en Cleveland, Estados Unidos, afirman que la evidencia que se desprende de nueve ensayos clínicos debería conducir a que los organismos que regulan los medicamentos investiguen al respecto.
Agregan, sin embargo, que las personas que toman estos medicamentos no deben detener el tratamiento y deben consultar a su médico si están preocupados.
Los detalles de la investigación aparecen en la revista The Lancet Oncology.
Vínculo
Los BRA son principalmente recetados para trastornos como hipertensión y fallo cardíaco, y los usan millones de personas en todo el mundo.
En 2003, una prueba clínica sobre uno de los fármacos encontró un mayor riesgo de muerte por cáncer entre los pacientes, pero no fue claro si el resultado era significativo.
Mi mensaje para los pacientes que actualmente están tomando BRA es que no deben detener sus tratamientos porque éstos pueden estar teniendo efectos beneficiosos
Habla el Dr. Ilke Sipahi
En la investigación más reciente, los científicos analizaron todos los datos disponibles públicamente sobre estos fármacos y encontraron información de casos de cáncer de pulmón, próstata y mama en 68.000 pacientes, nuevos diagnósticos de cáncer en 61.000 pacientes y muertes por cáncer en 93.000 pacientes.
En total, encontraron que el consumo de BRA estaba asociado a una probabilidad significativamente mayor de nuevos diagnósticos de cáncer, comparado con quienes tomaron una píldora placebo u otros fármacos para trastornos cardíacos (7,2% contra 6%).
Cuando analizaron los tipos específicos de cáncer, encontraron que sólo el cáncer de pulmón era significativamente más alto en los pacientes que tomaban BRA.
Aunque no se descubrió una diferencia real en las muertes por cáncer los científicos señalan que esto podría deberse a que no se estudió a los pacientes durante un período suficientemente largo.
No está claro porqué los BRA pueden aumentar el riesgo de cáncer, pero algunos estudios con animales sugieren que podría haber un vínculo con el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos en los tumores.
Aunque el aumento en el riesgo que se encontró es moderado, el doctor Ilke Sipahi, quien dirigió el estudio, afirma que debido a que estos fármacos son usados extensamente, potencialmente podrían significar un número importante de casos adicionales de cáncer.
Agrega que es necesario llevar a cabo más análisis para saber si algunos BRA están vinculados con un mayor riesgo de cáncer que otros.
Se encontró un vínculo “moderado” entre los fármacos BRA y los casos de cáncer. “Mi mensaje para los pacientes que actualmente están tomando BRA es que no deben detener sus tratamientos porque éstos pueden estar teniendo efectos beneficiosos” dice el investigador.
“Los pacientes deben tomar una decisión con sus médicos sobre los riesgos potenciales y sobre si deben cambiar de tratamiento”, agrega.
Por su parte, Judy O´Sullivan, experta de la Fundación Británica del Corazón, está de acuerdo en que es necesario llevar a cabo más estudios antes de establecer una conclusión.
“Los beneficios de estos fármacos ya han sido bien establecidos y siguen siendo un tratamiento efectivo para muchos millones de personas que viven con enfermedad cardíaca y coronaria”, señala la experta.
Pero el doctor Tim Chico, subdirector de la Unidad de Investigación Biomédica Cardiovascular de la Universidad de Sheffield, Inglaterra, subraya que mientras el estudio no comprueba claramente un vínculo, sí se ha probado que los BRA pueden reducir la presión arterial y salvar vidas.
“Si la gente que toma estos fármacos está preocupada sobre posibles efectos secundarios -expresa el experto- lo que recomiendo es que lo discutan con sus médicos”.
(Fuente: BBC Ciencia)
Científicos del Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav) estudian las alteraciones en la proteína sorcina y su posible asociación a la presencia de hipertensión arterial esencial en los mexicanos.
La investigadora Angélica Rueda y Sánchez de la Vega comenzó el estudio de esta proteína hace años en Estados Unidos, donde se descubrió por primera vez que una mutación de la misma estaba asociada a la presencia de hipertensión arterial en dos familias de ese país.
En la actualidad, la experta realiza estos mismos estudios, pero en pacientes mexicanos, a fin de determinar si la sorcina sigue el mismo principio y, por ende, está involucrada en el desarrollo de la hipertensión arterial esencial en los mexicanos, explicó el Cinvestav en un comunicado.
Detalló que realiza análisis en muestras de pacientes hipertensos mexicanos que no tengan una causa clara de su problema, para verificar si existen posibilidades de que la sorcina presente mutaciones y de esta manera ayudar a entender las posibles causas de la enfermedad.
La importancia de establecer el mecanismo molecular que sigue la sorcina ayudaría en un futuro a la creación de fármacos que puedan estabilizar su interacción con otras proteínas, como el receptor de rianodina, y así mantener su adecuado funcionamiento.
De acuerdo con la investigadora, hasta los 45 años los hombres son más propensos a presentar hipertensión que las mujeres, mientras que de los 45 a los 64 años, el porcentaje de ambos géneros con la enfermedad es similar.
Sin embargo, después de los 64 años son las mujeres las que presentan un porcentaje más elevado de hipertensión, agregó Rueda y Sánchez de la Vega.
En México, la hipertensión arterial se encuentra entre las 10 principales causas de muerte, y según datos oficiales poco más de 30 por ciento de los mexicanos mayores de 20 años la presentan, es decir más de 16 millones de personas en edad productiva, entre 20 y 65 años de edad.
Existen dos tipos de hipertensión: secundaria y primaria o esencial, esta última con mayor frecuencia en pacientes con un porcentaje de 95 por ciento y de la que se ignoran sus causas, además de ser una enfermedad no curable a corto plazo y que requiere cuidados.
(Fuente: Notimex)
Observar un partido de fútbol emocionante puede derivar en infartos o arritmias para quienes sufren presión alta o problemas del corazón. Especialistas aconsejan evitar exponerse a estas situaciones.
Un partido de fútbol puede convertirse en una experiencia realmente infartante para ciertos espectadores, pero no solo en un sentido metafórico sino también en términos de salud.
Literalmente hablando, un encuentro deportivo emocionante -como muchos de los que se dan ahora en el Mundial de Fútbol de Sudáfrica- puede causar un infarto o una arritmia cardíaca a quienes sufren de hipertensión arterial o tienen problemas del corazón.
El doctor Abdón Villamayor, jefe del Servicio de Cardiología del Instituto de Previsión Social (IPS), explica que el alto nivel de tensión que usualmente se genera en situaciones de este tipo es lo que puede llevar a una taquicardia, picos de presión o arritmias.
Es por ello que el profesional recomienda que las personas que tienen problemas cardíacos inestables o no tratados, eviten observar -ya sea en vivo o a través de la televisión- este tipo de eventos deportivos.
La presión arterial alta es un problema de salud al que no se le brinda la importancia debida, de acuerdo con el cardiólogo. “Lamentablemente no se sabe o no se valora el riesgo de la hipertensión arterial, porque es una enfermedad que no da síntomas. No se siente nada y entonces no se le hace caso”, subrayó.
En nuestro país, cerca del 40% de la población adulta padece hipertensión, especificó el profesional.
Este “enemigo silencioso”, como se lo denomina, puede traer varias complicaciones, como el derrame cerebral, insuficiencia renal (que puede necesitar diálisis), infarto del miocardio o insuficiencia cardíaca por agrandamiento o dilatación de las cavidades del corazón, según Villamayor.
“De allí la importancia del cuidado o del tratamiento. Si una persona mantiene la presión normalizada, puede que las complicaciones no aparezcan”, refirió.
La presión normal en los adultos es de hasta 120/80, tanto en varones y mujeres. Lo ideal es mantener dichos valores, según el cardiólogo.
Villamayor aconseja a este tipo de pacientes “tomar con calma las situaciones que le puedan ser desfavorables o incluso favorables”.
Según datos publicados por el British Medical Journal, durante los campeonatos mundiales de fútbol aumenta la cantidad de infartos.
El estudio revela que durante el Mundial de Francia 98, cuando Inglaterra cayó contra Argentina en octavos de final, los infartos aumentaron en un 25 por ciento entre los aficionados británicos, según los estudios expuestos por la Universidad de Bristol y la de Birmingham.
Durante Alemania 2006, en los días de partidos protagonizados por la selección teutona, la incidencia media de emergencias cardíacas fue 2,66 veces mayor que durante un periodo normal, entre los habitantes de Munich.
Los especialistas recomiendan beber mucho líquido antes y durante los partidos y evitar comidas copiosas.
(Fuente: ultimahora.com)
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